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tente de la alarma no es nada gratificante. Muchas veces he querido tomarme unas vacac

dida extrema que tuve que implementar para ganar dinero extra y poder costear los medicamentos de mi madre. Ent

que desaprovechara la gran oportunidad de trabaja

onores. El motivo de su enfado fue que rechace esa gran oportunidad para poder trabajar

n generado su enfermedad y que el seguro médico no cub

uchar por ello sin descanso. Los sacrificios son recompensados en el fut

ese tomado esa gran decisión, todo sería un completo desas

é hora me quede dormida. Trabajar hasta altas horas de la noche no es para n

anoche hubo una celebración y por ende no podíamos retirarn

ida, hoy le toca cita a mi madre y debemos estar en el hospital dentro de una hora. Por eso

a cocina. Pretendía preparar algo para comer, pero la gran sorpresa

n sus ojos—. Antes de que vayas a regañarme sin fundam

ón para darle un abrazo y dejar un beso en su frente—.

rada. —coloca una servilleta en su regazo—. Ya me encuentro

o 1 no es nada bueno. La primera vez que le dio esa crisis me sentí morir cuando la e

de que seguía respirando. Reconozco que a veces soy un poco dramática, pero co

que seria de mí si algún d

imero que debemos hacer es pasar por el laboratorio a buscar los resultados de sus estudios y l

una unidad. Al poco rato salimos y el taxi ya se encuentra parado fren

a bajar. Con buena actitud caminamos a pasos lentos hasta ingresar. Estando en recepción informo a la se

nena. —dice mi madre cabizbaja—. Si no

para darle fortaleza—. Además, lo realmente importante es tu salud y eso es primordial. Y

apoyo y hacerla sentir un poco mejor. Ella siempre se culpa por lo ocurr

tados. Corro por el pasillo hasta ingresar al ascensor. Por gracia divina no se encuentr

en el proceso tropiezo con alguien. El fuerte golpe que ambos nos dimos

mi intención. —me disculpo

interrumpida abruptamente por

a con arrogancia fulminándome con la mirada—. ¿Te encuentras bien? —

l parecer es más consciente—. Esto no quita que debes ser más cu

detallar al hombre arrogante. No se puede negar que es un hombre muy gua

ompemos en contacto hasta que las puer

enes que debo buscar y sigo mi

n mano, tomo las escaleras pa

el rato no puedo dejar de pensar en el hombre que ah

ómica, pero ¿Qué hacen en un lugar como este? ¿Acaso s

es mi día, sin quere