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Historia

Capítulo 3 ¿Qué quieres

Palabras:1755    |    Actualizado en: 17/01/2023

aba, latiendo desenfrenado y recordándole que seguía vivo, tuvo que separar los labios para po

reacción, sus hermanos mostraban muchas exp

segura de lo qu

después de tanto tiempo sin ver a su querida prima, está más que dichosa de recibirla nuevam

humillación a la que me ha sometido. ¿Qué otra cosa podría hacer?— bebió todo el contenido de su vas

no había vuelto a ser el mismo. No sonreía con frecuencia y por lo general estaba taciturno y ensimismado, siempre con la compañía de un trago, lo cual le p

s palabras de Stephen, la s

país, de todo corazón espero que esto no se salga de control, que sea cual sea la diferenci

z en la vida. Ya está destrozado al tener que vivir con su ausencia, esperemos que puedan solucionar las cosas— dejó escapa

corazón desbocado, cerró la puerta con fue

ta vo

tantos años,

ría a

ría a

ía a verla, moría por verla, abrazarla, por be

esitaba

n que lo hizo, lo único que sabía es que ahora obtendría las respuestas que co

tendría que darle

ente le hacía recordar los besos de Renata, su cariño, las marcas de su amor presente en su piel pare

no era igual a olvido para él, sino equivalente a añoranza, anhelo y profunda

yunar. Tenía muchos asuntos que atender, si quería ver a Renata antes del anochecer debía enfocarse en resolver l

*****

l aeropuerto, debía conseguir alguien que le ayudara con las malet

a su familia, sentir el calor de su tierra acariciando su piel. .

a, Re

ado que ella no quiere recordar. Un pasado que anhelaba con todas sus fuerzas olvidar, arra

n mi vida, Max

sus pensamientos. Su padre se encontraba de pie con los

la garganta y sin poder evitarlo alguna

brazos la rodeaban con fuerza— te fuiste siendo una jovencita, ahora eres tod

nto, Papi— le

rima está feliz, y tu tía no cabe de dicha, ha cocinado todo lo

hísimo!— dijo

a, ahora vamos por tus m

a conocido la felicidad en brazos de Maximiliano, aquella cama en la que tantas veces había sido suya y lo había sentido tan de ella. Pero no, eso era pasado, y ella odiaba vivir sintiendo

ltando más difícil de lo

llera negra suelta y se metió bajo las sábanas. No supo cuántas horas durmi

ocur

n gritos. ¿Qué era lo

pasó una mano por sus alborotados cabellos y

iré si

ás, márchat

mismo me instalaré en su sala, o a la puerta d

¡Era Ma

se at

orrió en su ayuda, si Maximiliano quería verl

aximilian

he dicho que no me i

jos enviaban destellos violeta, estaba experimentando una mezcla de sentimientos, y no todos eran buenos— no

u rostro no tenía ni un rastro de maquillaje, estaba descalza y muy bella, había madurado muchos sus facciones en aquellos seis años, ahora no era una jovencita, su rostro dejaba entrever la madure

angustia y sorpresa. . . admiración, eso era lo que veía en ellos. Él había madurado sus facciones, se veía muy atractivo, varonil

éste tiempo había lucha, había querido olvidarle y volver a casa lo había ech

agradeció porque aquella pijama dejaba entrever la

res, Maximiliano?—

voz gruesa llegó hasta e

qué hablar— resp

iré hasta que lo hayamos hecho—

se giró hacia su padre— papito,

aré con él— ne

iñoso. Su padre dudó largo rato, p

deberías vestirte, estas

ñor.— dijo sin poder evitarlo y se arrepin

rd Evans, pero su hija le detuvo,

la con él, solo será

ro.

, por

imiliano— pero después te ma

o, pero eso no le preocupaba en lo más mínimo, había dicho la verdad. No se iría de esa c

olos en su profundo silencio. Rena

liano Ferrer. ¿Qu

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