ocado sobre mi mesa por Cruela la maestra Fitz me hace despertar para darme cuenta de como me observan todos a mi alrededor con cierta risa

e hacer esta tarde por que si no tendremos un

el estómago, suele comer dos pizzas famil

mbién un helado te acompaño y te cuento sobre... bu

s y haciendo qué? Seguro era algo important

disponible para él, es como si se asegurara de

ñana o donde tú quieras, escoge el lugar y me avisas. Con otro beso ahora en su boca me despido y me voy directo a la cafetería con Alexa, paso todo el tiempo del almuerzo pensando si debería decirle lo que me está pas

ero igual las digo. A fin de cue

s dos pizzas familiar, mientras esperam

uchando? ¿Te pasa algo? ¿quieres cont

lán preferido. Sin pensárlo dos veces voy hacia donde está, ésta vez le preguntaré su nombre o e

bien? ¿Qué

r está algo preocupada po

úlpame tu con el corazón roto y yo con la cabeza en

ando, estás actuando como si algo pasara, sab

rme un poco. Con una sonrisa ladina me dirijo al tocador, ya allá

quede en éste estado por sólo creer haberlo visto? Procedo a lavarne la cara así disimul

uave perfume invade el lugar. Siento unos brazos rodear mi cintura y otra mano tapar mis ojos, en mi cuello se siente una respirac

, temor a que sea un pervertido o temor a que no sea el pervertido que quiero que sea. Antes de que mis ojos abran completamente una leve fuerza sobre mi espalda me acerca hasta el chico frente a mí que con ojos sádicos y boca entreabier

mi falda ya a tope emito un gemido causado por la excitación tan grande que cargo, ya no puedo esperar más y arranco de su cuerpo su cami

bar nuevamente quien es y sí es él, el único que causa esto en mí. Sólo el me hace actuar como una persona totalmente diferente y eso me excita mucho más. Entrelazo mis braz