Historias Candentes de Amor de una noche

as, por lo que a veces añoraba a tener esa experiencia, sin embargo parecia que a nadie le gust

s de secundaria, de eso ya había pasado un año, Jona no era de familia rica, su familia era de clase trabajadora, en princip

había interactuado con la pareja de matrimonio, en este caso Jona no sabia d

asta tiempo después cuando se quedara accidentalmente encerrada en la bodega, después de un ti

dad, sus padres lo habían invitado al cumpleaños

guardado en la bodega unos jugosos vin

acercó hacia los barriles de vino, sacó en un recipiente un poco de vino, lo probó, lo encontró muy exquisito, probó más, al volver su mirada po

uslo descubierto, Jona estaba dormida, pero despertó con el toque de la mano d

ona sin saberse controlar

dueño de esta fábrica. —acl

y la señora Leticia?

rande. —profirió Jona, a lo q

ojos al pecho de Jona, Jona lo tenía bien grande s

novio ha de cuidarte bien. —hizo el co

ella no estaba para nada cómoda, le dijo al hombre obv

tos, llamé y nadie acudió a mi ayuda, trabajo aquí para los señores, ¿tus

Jona, pero también volvió a sacar f

os mí madre. —Jona sabía de esa información,

como se ha puesto mi amigo aquí

os en el abultado que llev

e paquete, a Jona le dio ganas de tocar ahí,

tuvo una sonrisa sutil, se miró p

s aquí solos, somos adul

ás tú. —d

nte, pero Jona se volvió

tido! –a lo que

ino a mi madre, volveré en un momento para que nos demos una revolcada de esos que

gó rápidamente, al volver con una toalla en la cintura envuelta, se le veía los bíceps, su cuerpo era sano y bien cuidado, ejercitado, al acercarse Jona ya h

asiado nerviosa, él si quería co

e gustas —para Jona, era la primera vez que alguien le d

i quiero hacerlo contigo!

ercó y Jona empezó lentamente a acariciar con las manos su bíceps, no podía creer que hiciera eso, tampoco que atrajera a un

besándolo suavemente, después bajó la mano de Jona a sus

grosor de aquella pulla entre sus dedos masajeándolo, ella de

aba volviendo loco del placer por que la chica con cara vi

el pullo, Leny pudo darse cuenta que ella no era para nada experta a dar pla

ra, pero abajo en el sótano, Jona ignoraba esta parte de la bodega. Ahí al

Leny, Jona pegó un chirrido de voz, él le acarició sus pies y empezó a chupar los dedos de Jona, Jo

le asustaba, pues tenía un crecimiento espantosamente grande, podía decirs

te lo voy a deja

hecho con nadi

y no tienes dueño? — ante sus

para querer vivir en exclusividad con otros. En Este caso, soy yo qui

o los dedos de los pies de Jona quien se ret

e ella, ella lo jaló al hombre y empujó con sus piern

, yo pensando que era

a mismo soy una tigresa con hambre de q

, él puso la punta de su hueso de carne en el centro de Jona y empuj

ue bitoriaba y animado con las frases de “dame duro papi “ Leny se dejó ir con f

ó al pozo cerrado y empezó a lamer con su lengua lo que volviera loca a Jona, después empezó a chuparle suavemente con su boca y sus l

do y desamarrando sus lenguas, luego se empujó suavemente una y otra vez