img Déjame con mi orgullo  /  Capítulo 2 PETER HARRISON | 7.41%
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Historia

Capítulo 2 PETER HARRISON

Palabras:4366    |    Actualizado en: 06/02/2023

ÍTU

N

ertara con el fuerte olor de la menta. Ya, con mal humor, traté de levantarme de la cama con cuidado de no pisar el pedazo de pizza que había quedado de ayer, pero las sábanas se enredaron en mis piernas y el cabello lleno de nudos me cayó

Y después lo poco de alegría que había ganado al estar de pie se perdió cuando intenté caminar y mi

ro aún en el suelo y la frustración de u

momentos podría catalogarse d

roblemas esta mañana era mucho más sencillo que cualquier otra solución. Desde que éramos pequeños hemos hecho eso: culparnos de cualquier cosa que pase en la ca

a —eso fue lo que le entendí, pues t

física, se podría decir que nuestra r

mi cabeza unos cuantos centímetros en dirección a mi mesita de noche, y casi me ahogo con mi propia saliva al ver que me quedaban diez minutos para llegar a tiempo a la escuel

la ropa que me había puesto ayer. No tenía mucha importancia si me la ponía, después de todo aye

mbros de manera

os y comencé a bajar las escaleras como si mi vida dependiera de ello. Solo tenía una playera

s de cruzar la puerta. Con la ropa aún en mano, busqué rápidamente un plato hondo y lo dejé en l

ía lavado los dientes hace poco. Cuando traté de relajarme, noté que solo me quedaban cinco min

ejilla—. Llámame cuando mi

llegué a mi habitación, corrí hasta mi baño y me miré en el espejo. Mi cara es

mismo tiempo que cepillaba mi cabello, pero después al estar vestida y mirarme en el espejo, noté que quizás fue una mala idea. Ignoré mi cabello de león y aproveché de pintarme un poco los ojos, solo un poco e

llamarme a esta hora? —gruñí

o de la línea—. Me fui antes porque voy a pasar a buscar a Daisy; tus panqueques están sobr

vacío, pero tuve un mal presentimiento al nota

, te q

ntes de que le cortara me

mismo momento en que salía corriendo para

que representaba su victoria inminente. Por un momento pensé que estaba haciendo eso en una clase de venganza por

ara a correr al otro lado de la acera justo cuando

que mi frustración matutina aumentara. Tomé mi mochila que estaba tirada al lado de la chimenea —se había quedado todo el fin de semana ahí— y saqué las llaves del bolsillo pequeño para poder irme sin desayunar. Cuando estuve

rma, así que si alguien se me acerca

*——

os tarde—cosa que tampoco es tan grave en mi opinión ya que nos tocaba Castellano y el profesor suele llegar m

in terminara, además, estaba quedándome dormida y mi hambre no me

aba narrando, por tercera vez, una de sus increíbles vacaciones en Perú. Mi paciencia no estaba para soportarlo por mucho más tiempo, así que le pedí

ra comer» fue mi

ño estaba al otro lado de mi dirección, pero mi meta eran las máquinas expendedoras que tenían uno de mis chocolates pre

a alimentarme, pero cuando doblé en una esquina logré notar algo azul que se interpuso en mi camino. Logré poner mis

mirada hecha una furia, hasta qu

an desde arriba, con un

, aquel al cual ca

suerte

—dijo después de unos momentos analizá

iamente violáceo, pero no le quitaba prot

mposible. Seguí mirándolo desde el piso, lo cual no me favorecía a la hora

e… —comencé a hablar un tanto nerviosa porque quis

ombros con una sonrisa falsa—. Aprende que cuando te dicen que no,

o,

pregunté un tanto indignada—

e brazos, entre divertido y molesto—. Por tu cu

quería. —Notaba como mis meji

e los dos. Lo único que se escuchaba eran los gritos

ron a ayudar a una

spués. Me estaba comenzando a g

la tomé. Me levantó del suelo y le di una última mirada a su m

agacharte como las damas an

a. Sí, tal vez casi lo mato la otra noche pero tengo las intenciones de di

que traté de seducirte o algo así. Segundo, choqué con tú casillero y ni siquiera me preg

ros de un tiro —me miró

baños de los chicos. La ansiedad apareció rápidamente e intenté de evitar a toda costa entrar,

debería haberme comido las uñas cuando era pequeña, siento haberle pisado la patita al señ

ue intentar li

uriosa y con la voz algo extraña—

fuerza. Lo miré a los ojos furiosa, pero no vi n

decepción, aunque se esfu

a —dijo con media s

a evitarlo. Me tenía sujetada fuertemente y mientras más me resistía, sus manos me hacían más daño. Sentía su aliento en mi rostro, el cual e

—volví a la realidad

s de mis muñecas y la llevase a mi barbilla. Dejó

si —dijo en

e alejaron de mi cabeza. Me quedé quieta con una muec

vampiro? ¡Peter estaba

o pervertido! —di

dome libre. Me llevé las manos al cuello de forma in

ás pero no lo escuché—. Espero que

y todo se volvió m

soy una fácil?, ¿por qué me dijo bienve

upuse que esas palabras salía

ón pasé a la

. Me alejé de la pared de golpe y empecé a prepararme mentalmente para lo que haría a co

e grité mientras trataba de d

sa en sus labios. Oh… Por su

su nariz morada con tanta fuerza que llegó a tamba

abeza?! —dijo agachándose un

e empezaba a hacerse presente en mis nudillos—, me vuelves a

. Sentía como sus pasos venían en mi dirección, pero poco me importó

a me habían hecho un chupón…, pero había visto fotos y este era muy raro. Estaba en

condí mi cuello con mi

iada. No sé porque me ponía así de paranoica, pero quizá

algo como eso en mi cuerpo. Me alejé un poco de ella cuando la puerta se abrió nuevamente y Rose comenzó a fingir q

sas de

reguntó una vez salió

a ceja alzada—. ¿Por qué

e? —rodó los ojos y

—, Harrison —bufé y nuevamente m

—asentí s

que sea que cruzó por su mente. Parecía que le había dicho el mejor cotil

n? —pregunt

e interrogó rápidamente a la vez que sacaba un

mbécil —me apoyé en el lavamanos

é importancia y me acomodé la tela de forma que no se viera el chupón. Ol

no en mi hombro—, ¿nos veremos esta noche en t

me miré al espejo. La marca no se ve

luego seguir hablando con mucha emoción. Iba a acercarme, pero pude ver como Peter se había asomado por la esquina del p

enía

primera, y seguí así hasta que conté a lo menos veinte veces intentando hacer que mi dinero entrara. Tal vez debía rendirme, pero quería mi chocolate a toda

opción solté el aire que tenía retenido. Presioné el botón y espe

a poco después de unas cuantas vec

zara a maldecir a todo pulmón. Era una chica con una coleta y podía ver claramente que sus ojos eran de u

¿Sabes que esta máquina

cartel en la esqui

e miraba con diversión y sentí que yo misma me había buscado la atención innecesaria,

mo sacarlos—me extendió el chocolate—. Soy Eliz

tura, pero parecía un poco

s, pero prefiero

bolsillo trasero y miró la pantalla, pa

hocolate y lee el cartel para la próxima… ¡O mejor: lee m

apresurado por la salida de emergencias. Pare

y le saqué el envoltorio al chocolate rápi

desagradable. Quizás era su verdadera personalidad y en el fondo se portó amable el viernes porque estab

nía Matemáticas e iban a entregar los exámenes de la semana pasada. Odiaba esa asignatu

la suerte, y entré de las primeras al aula. Jasper estaba sentado al lad

onrió como siempre una

con un movimiento brusco en

. Cuando todos estuvieron sentados y callados en su lugar, nos miró uno a

ojas del libro—, hoy entregaré los exámenes que tomamos

mucho porque ya lo veía venir. Me levanté lentamente, extendiendo lo más posibl

—dijo con

os profesores por lla

tte… —le hice una

icación decente en tu hoja? —negó con la ca

sigue teniendo sentimientos

nariz, porque lo que dije fue medianamente divertido y algunas risi

e el chocol

examen—, no quiero ninguna otra mala cali

emana. La atención de todos se centró en la puerta que se estaba abriendo de forma un t

gunos asuntos que atender…

pista… Peter ch

ncantadoras ante el capitán del equipo. Yo me tapé el rostro con mi examen y rodé los ojos. Parecí

sonaba tan molesta—, es bueno que lle

erencia de la señorita —me señaló con la cabeza y volví a esconderme—, su

ndignada y me qui

orpresa y me apuntó

exclamó

o tratar con este mujeriego de segunda! —lo

le a esta burra apellid

ellido de frutas? De todos modos, ¿de dónde sabe

cil —

telectual no da par

ó inmedi

par en par, pero antes de que p

e podía mal interpretar, pu

una buena recomendación de mi parte; y Annabella Berries, más te vale tener buenas notas si no quieres repetir el año, ¿e

nto de baloncesto

—me miró y abrí l

e la sala de clases. Mis mejillas ardían y maldecí int

o tener que hacer con

s vas a pagar… Y crée

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