cuando Shenie Yales le dio un ligero
e digas alguna tontería de estas —le contestó S
rmida y la mesa esta
s terminado la que trajiste la última vez! —exclamó Shenie mien
atis. Puedes comerte toda la que quieras —dij
do duro, así que no lo desperdicies. Te lo
tás menospreciando? —dijo Sunny, le
do? —le respondió Shenie dando un paso adelan
lestó tanto a Sunny que
e creo que no es fácil ganar dinero y, además, siemp
o los ojos en blanco para
s adentros: «Olvídalo. Simplemente le compra
que hablemos —dijo Sunny al ver que
miró des
mento —insi
abrió la puerta y salió de la habi
a? —pregu
es? —preguntó Sunny después
sintió
sabido? —pre
o de la ciudad se va a comprometer, ¿no? —contestó Shen
frunciendo el ceño y p
spondió Shenie enco
vida llena de lujos mientras tú
o busques justicia para mí, ¡
ía que mientras que Mia estuv
gos y me han dicho que ya estaba todo pagado. ¿
dinero ayer —dijo Shenie c
ejaban ir a su casa? —preguntó Sunny
orcio? He oído que tu madre está enferma y que os estáis quedando sin dinero. Te daré 200.000 yuanes, así que tendrás que ayudar a tu hermana. ¡Coge el din
ritó Sunny al ver la
ió en sí y
asa!? —p
nny con una gran sonrisa
que esté en mi mano. ¡Ah! Por cierto, operan a la
te momento durante mucho ti
te acompañaré el día de la operación —contest
ie y abrazó a Sunny, apoyá