livi
no pienso aparecer de la nada. Mientras ella decida estar encerrada, yo me quedaré pensando qué estrategia d
l maldito me las pagará. Mierda, es que siento un odio profundo hacia él y es
uchar el susurro de Norma, cada paso que doy es un b
cara de la sumisa de Olivia, lo único que pued
d el caballero —pasa su mano delicada en mi quijada, l
ra es algo mío. Eso es asqueroso, jamás se me pasaría por la cabeza de tener algo con es
o o m
o siento como mis mejillas empiezan arder, pero de
anza de decirme que toda esa ropa fina es solo una fachada, visto que es tuyo y la bella realidad es que un hombre rico te da todo lo que yo no te puedo dar—me muerdo la lengua para no gritar y decirle lo estúpida que son
está diciendo? ¿De d
No
estupidez y lo grave es que piense que ese imbécil me interesa. Oh mierda, lo ú
lo eso, ahora piensa que soy una mentirosa y que tengo un novio rico que me da lo qu
nguna put
uí por años un hombre apareció de la na
mentira blanca—hago un gesto de carita de ángel, pero de ángel no tengo nada—. Créeme—presiento que ella no me cree y que su
hermana quiero que me digas la verdad, me duele pensar que no te va
mienta, pero lo que le estoy diciendo es la verdad, aunqu
ito
vida rica, que soy una hipócrita y falsa, y sin dejar atrás ese pensamiento d
ue ese maldito me pagará este momen
ndo esa lágrima intrusa—. Te amo y eres mi he
ndignación—, necesito escucharlo de ti o me
ufo—, ¿cómo puedes pensar que puedo
mío y no tengo intenciones de tenerlo. La otra co
saber que no puedo salir corriendo para matar a ese malnacido de mierda—. No lo niegues por
, entre más niego sus insinuaciones, el
e jamás le faltaría el respeto a nuestra casa —b
cada estupidez que sale de su boca me pone de mal humor y
quise meterme en tu vi
s hecho