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Historia

Capítulo 3 En la ciudad de la furia

Palabras:2692    |    Actualizado en: 25/03/2023

su empleadora, para eso utilizó la extensión de la tarjeta de crédito que Victoria le

robase, Daniel aseguró que “ese no era su estilo” y eligió trajes en tonos negros, con camisas de colores llamativos como violeta, rojo, verde, finamente combinadas con corbatas brillosas. Lo

ando que Daniel elija un par de botines para el césped—, no que abuses de su tarjeta de crédit

o son ninguna porquer

además de un par de perfumes y zapatos, pero cuando le indicaron que tenía

e dijo que mi pelo estaba bie

mbién sos su empleado —le recordó—. Y dudo de que la se

s, llamala ya

no para hablar con su jefa. Daniel continuaba observ

ante grosero con el dedo del medio de su mano derecha—. Pero… Señora, usted tiene una exquisitez para vestir… ¿qué van a decir cuando aparezca con un jov

Daniel lo miraba con una sonris

dijo Vicky?

compras que ya habían hecho y depositándolas duramente contra el pecho del joven—. Ni yo, con todos

maban parte de los murales en la cúpula de las galerías, sus múltiples pisos llenos de tiendas comerciales. La gente iba y venía, de un lado para el otro, llevando sus bolsas de ropa r

e contradijo Martín. Daniel se p

no me lo voy a

Pero la señora insiste en que, cuando salga

de obligar a h

irmaste —se le burló Martín, ahora los papeles se habían invertido y d

qué p

ono blanco que repentinamente adquirió su cara fue toda la respuesta que neces

a y le digo que renuncio! ¡No me puede

venga renunciar. Ya vamos gastando tres sueldos tuyos con todo lo que hemos comprado. La señora, tranquilamente, te

que dio el muchacho. Aún así estaba decidido a hablar seriamente c

Daniel, colocando los pies en el peldaño movedizo

na? —propuso el asistente—. Vos sos el principa

untó Daniel, bajándose del peldaño y siguiendo a Martín a

ompañar a la señora a comer y al cine —gruñó mientras entraba en la última tienda: una de lencería masculina. Daniel se

usar los calzoncil

rior que andaban buscando, ambos hombres continuaron la conversación pausada en la entrada del local—. Deberías sentirte muy afortunado. No tenés horarios ni tampoco tenés que move

a Barbie a la que ya se le pasó la etapa de muñeca —mascull

sas de una buena paliza si el nuevo osaba volver a hablar mal de su empleadora—. Si te puso como condic

voy buscando otro laburo (1), en caso de que a tu

contrat

n Daniel que miraba a Martín con ferocidad en sus hermosos ojos claros. Martín sus

s empiece a sentir cosas

a para mirarlo y se

A qué te referís co

sentimientos románticos por el otro —le explicó Martín—. Qu

orna del muchacho

r? —rio con acides—. Pri

poco habló y se dedicó a mandar mensajes en su teléfono mientras Martín conducía con cuidado por las ajetreadas calles de Buenos Aires, un motociclista l

se sostenía la zona golpeada con la mano; gr

Suspiró frustrado y colocó la luz de giro—. Te voy a llev

de su jefa y la llamó a través del comunicador del vehículo. Lueg

terminaron? —pregu

la zona lastimada con una mano—. Pero… tuvimos un pequeño accidente y Daniel se golpe

¿Chocaron?

só por la derecha; tuve que clavar los frenos y Dan

ro que me pases a buscar así vamo

ñora. No

olesta, pero de

n, s

en la puerta de la o

o. El suspiro de Victoria se

la palabra correcta sería “dígame”, y si a eso

ver el blanqueo de ojos que l

me, s

e el c

eñora”

ias,

ización de la llamada, Daniel d

ictoria y Martín salieron, el primero con un apósito pegado a la frente y el último con mala cara; en ca

e te vayas a dormir —le recordó Victoria. Daniel

sidad? ¿Pero en qué momento

uevo —respondió Martín desde el asiento de conductor sin dejar de prestar

ionado de comenzar

ejos el hecho que me diga cómo tengo que vestir, cóm

quejarte y valorá la oportunidad qu

anula el contrato, y dudo qu

ién acaba si vos

salir una ri

? —le preguntó Daniel mirándola con du

blemas con una muchacha sólo porque no tiene la suficiente madurez para entender una relación como la que vamos a tener. —Martín estacionó en frente a la humilde fachada

hacer nada.

cómo se acercaban un par de muchachos con otras int

do las bolsas de la parte de atrás del auto mientras uno de ellos le golpeaba

ue decía, del otro lado del vidrio. Fue

aba el auto. Lentamente, Martín sacó de debajo del asiento un revólver y

observó uno de los muchach

a de una de las bolsas una de las tantas camisetas polo

ero los obsequios no terminaron allí, pues cada uno de los integrantes de l

sos, guacho (4)! —dijo Yony, guardando e

n que tanto este auto, como todos los que estén adentro de él,

olvides de los pibes(5) ahora que tenés laburo. Mir

lvido. Y

piola,

ndo se perdieron tras una esquina, regresó al vehículo. Victoria tenía el corazón en la b

te compré! —le preguntó muy enoj

iban a hacer nada, pero a ustedes no

os malandros! ¡Cómo si el dinero que le pago al gobier

ahora la van a

o lo vas a pagar de tú bolsillo, Dani

a a usted

ría problema! ¡Pero no voy a pagarles un peaje a e

doctora. Esto es Bajo Flores, y le guste o no, acá tiene que pagar peaje para pasar. Le sugi

todas sus cosas y abrió la puerta de

-

ayuda a

formación de la palabra italia

hagas pr

buenas

ficado literal significa “pe

cos, mu

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Contenido

Capítulo 1 Amor clasificado Capítulo 2 Tómalo o déjalo Capítulo 3 En la ciudad de la furia Capítulo 4 Corazón frio Capítulo 5 Sombra de ti Capítulo 6 Tormenta eléctrica
Capítulo 7 No empieces ahora
Capítulo 8 Romeo y Julieta
Capítulo 9 Corazón inquietante
Capítulo 10 El gran farsante
Capítulo 11 Cuando seas grande
Capítulo 12 ¡Ups! Lo hice otra vez
Capítulo 13 La canción de cuna de Broadway
Capítulo 14 Estado mental del imperio
Capítulo 15 La isla bonita
Capítulo 16 Chico de Nueva York
Capítulo 17 Qué sentimiento
Capítulo 18 ¿Has conocido a la señorita Jones
Capítulo 19 Traje y corbata
Capítulo 20 La dama de rojo
Capítulo 21 La forma en la que te ves esta noche
Capítulo 22 Quiero bailar con alguien
Capítulo 23 Bailando a la luz de la luna
Capítulo 24 No te detengas hasta que tengas suficiente
Capítulo 25 Te llevo bajo mi piel
Capítulo 26 Magia veneno
Capítulo 27 No le des chance al odio
Capítulo 28 Un osito de peluche de Taiwan
Capítulo 29 Lo siento
Capítulo 30 Venus
Capítulo 31 Bella señora
Capítulo 32 Hermosa, sucia, rica
Capítulo 33 Mujer de fuego
Capítulo 34 Se dice de mí
Capítulo 35 La mirada
Capítulo 36 El baile de los pobres
Capítulo 37 Una cerveza
Capítulo 38 No me arrepiento de este amor
Capítulo 39 La bomba loca
Capítulo 40 Asado y fernet
Capítulo 41 Uno de nosotros
Capítulo 42 Cada vez que te veo
Capítulo 43 Flaca
Capítulo 44 Historia de amor
Capítulo 45 Amémonos
Capítulo 46 Bailando en las veredas
Capítulo 47 Lollipop
Capítulo 48 Eternamente
Capítulo 49 Pies descalzos, sueños blancos
Capítulo 50 Tú si sabes quererme
Capítulo 51 Me haces tanto bien
Capítulo 52 Vol. 53
Capítulo 53 Loba
Capítulo 54 No te pertenezco
Capítulo 55 Gracias, siguiente
Capítulo 56 Mujer libre
Capítulo 57 Me vuelvo loco por vos
Capítulo 58 Volarte la cabeza
Capítulo 59 Talismán
Capítulo 60 Amárrame
Capítulo 61 El amor después del amor
Capítulo 62 Vacación
Capítulo 63 Del mar
Capítulo 64 Gordita
Capítulo 65 Acuarela de Brasil
Capítulo 66 El canto de la ciudad
Capítulo 67 Hacerlo sabroso
Capítulo 68 Deseo ardiente
Capítulo 69 Mujer peligrosa
Capítulo 70 Ámame fuerte
Capítulo 71 El fuego conoce a la gasolina
Capítulo 72 Carnaval toda la vida
Capítulo 73 Si la amas
Capítulo 74 No mientas
Capítulo 75 Piedad
Capítulo 76 Corriendo hacia la colina
Capítulo 77 El mareo
Capítulo 78 Tú
Capítulo 79 Las chicas grandes lloran
Capítulo 80 Imparable
Capítulo 81 Chau-chau-chau
Capítulo 82 Debió de haber sido amor
Capítulo 83 Sin rumbo
Capítulo 84 Corazón elástico
Capítulo 85 Lo echamos a suertes
Capítulo 86 Perdido
Capítulo 87 Romper mi corazón
Capítulo 88 Genial
Capítulo 89 Rio de luna
Capítulo 90 Después del anochecer
Capítulo 91 Atado a un sentimiento
Capítulo 92 Tómame
Capítulo 93 ¿Qué tiene que ver el amor en eso
Capítulo 94 Las de la intuición
Capítulo 95 Lunes azul
Capítulo 96 Sal de tu propio camino
Capítulo 97 Exprésate
Capítulo 98 Soy cada mujer
Capítulo 99 Sobreviviente Sobreviviré
Capítulo 100 Titanio
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