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Historia

Capítulo 5 El viaje

Palabras:1671    |    Actualizado en: 07/03/2023

eto que te curaré, tenga lo que tenga que hacer, te juro

iré que desi

N

s a mi lado estos días. P

ada, regresaré antes de que te des cuenta. Y

oducía tanto dolor, la presión en su cabeza era insoportabl

hh

con ternura, ambos cierran sus ojos y

ra una despedida, prometió que r

un cuando ya no este físicamente en

idas. Por favor, no

lla, toma sus mejillas con de

rme. ¿Entendiste? Resiste, Shery, sé

a con voz c

smo, no pienso p

en pie. La mira un momento más y siente

th

, es una

ría la última vez que hablara con su esposo y probara sus lab

Cómo está

compañía, se

omentos a la montaña —Su hija se detiene y lo mira —Tu tío se quedará a carg

dre, l

o, hija, y cu

la casa. La castaña muerde sus labios y l

a las montañas. Si seguía exactamente las instrucciones que

observando desde lejos a su hogar. Esperaba que no sucediera nada durante

o entrenando, a quienes pretendía llevárselos en su viaje. Era consciente de que

iempo, y los lobos necesitaban entrenamient

do te

noche,

con tu partida, pero entiende

ido padre, no te preoc

e que ella

ecuerda de cuando él tan solo era un pequeño niño travieso. Uno que ah

dad que aquí. Esa gente dependerá de ti, Bardas. Eres el

para protegerlos, pad

u pequeña hermana, tu madre me ha dicho que se h

padre —El c

sonrisa traviesa ingresa en el cuarto de Bardas.

no deberías de esconde

i siempre se guían por mi aroma —La n

tu esencia no te da derecho a q

ben aprender a dar conmigo sin necesid

a niña t

castillo, porque has

ivaz para t

hacia la puerta, podía oler que su padre se aproximaba, era

iene

á mejor que no ha

n, te dejo em

spués, Bardas escucha la reprimenda de su padre hacia su hermana. El c

igieron al bosque. Si apresuraban el paso, llegarían muy pronto a luna azul

ejor entr

a, y las rocas filosas hacían de la subida más engorrosa. Ethan se

a tan sol

entajosa para escalar. Y de hecho así fue, subir de manera tradicional, no resultab

anzando en la oscuridad, y lo mejor es que se detuviese, puesto que u

mentarse bien, para con

a muy oscuro se podía apreciar un valle, el que asumió que sería

terior. Continuando en su forma lobuna, Ethan no había quebrado ninguna regla. Teniendo el estómago

adentró al camino, cuando una brisa golpeo su cuerpo. El pelaje de

tener mucho cuidado donde pis

lo, este lugar

ta a

ino permanecía en las tinieblas. Era como si el sol no saliera en esa parte del camino.

costarle la vida. Así que opto por ir despac

con vida, no medio mu

ta delantera del lobo. Tanto Ethan como su lobo clamaron del dolor, se queda

spina de hueso yacía clavada en su pata. Esta atr

mos heridos” —

mos sa

sa arma. Y al hacerlo, varias gotas de sangre salie

r la misma, pero Ethan no se percató de ello. Segundos después, toda

y este estaba cubierto por cientos de enorm

que seguir

e la neblina, podían ver mejor por donde pisaban. Sin emba

icamente en el suelo, a crecer considerablemente. Las espinas rasgaban el pelaje de Ethan,

sanaban por si solas, no había problemas. Mien

o del camino. Pero al llegar al final de aquel sendero

ndo, debía cruzar un túnel de espinas. El círculo del mismo era bastante

n suic

a de proseguir. O en

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