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gritos de Óscar llamándome, yo solo avancé hasta lograr tocar el bot

abotonada, por suerte las puertas alcanzaron a cerrarse, yo solo me recargue en aquel

baba de ver era mi novio. ¡NO! A mi exnovio folland0se a otra, si bien, la tarea que me traía h

en shock, con un zumbido en la cabeza, el sonido del elevador anunciando que llegué al e

itado por correr por las escaleras intentando alcanzarme, aceleré al instante y lo dejé ahí solo,

d de esperar a la noche para verse o al fin de s

no lo comprendía, que debía aceptar el crecimiento de su carrera a costa de mis sentim

lo salí como en automático y conduje por la ciudad a ninguna parte, me orille

s, el sitio estaba casi solo, era medio día, así que aún no llegaba mucha gente,

zo que por fin comprendiera lo que estaba pasando, fue ahí cuando mis lágrimas comenzaron a

a me tomé la molestia de ver quien era, lo sabía perfectamente, p

io para nosotros dentro de su mundo de trabajo. Creí tontamente que lo vería como tocar fondo

el hecho de que ya no convivíamos tanto, me hizo sentir un poco mejor, lo úni

de las madres me veían con molestia por estar ocupando el espacio que era para sus hijos, me incor

ar con nadie y menos con ese 1mbecil, no sé cuánto tiempo

i cuenta de que ya estaba por oscurecer, me levanté y fui a ver qui

la puerta, la recibí con un puchero en mi rostro a punto de llorar, hasta ahora me sentía

lamadas? —me dijo encolerizada, pero

cómo decirle que ahora era yo una cornuda, que segú

bía que no le caía muy bien, pero ahora lo de

ntía un nudo, me sentía hueca y ahora esto se sentía muy bien, era como un descanso, ell

itiendo detalles, le conté cómo encontré a mi ex con la recepcionista del piso donde trab

e caminaba de un lado a otro frente a la televisión, apuntaba con el dedo índice como

je soltando una carcajada, porque de q

sentarse junto a mí, ella aceptó y n

cer —le dije ya más seria —

e contestó haciendo un p

o helado en el congelador ¿podrías traer

simos en la tele la película “Yo antes de ti”, lo sé, fue una mala

ue no era tan diferente a mi situación, el novio de la chica solo pens

mínimo detalle y me haga sentir la mujer más importante en

do como siempre, más ahor

deberíamos ir a embriagarnos a un bar. —ella y sus grandes ideas, l

mbre. Las dos nos vimos a los ojos indicando que estábamos pe

ÓS

ía perfectamente que estaba ahí, estaba su coche en el lugar de siempre, sie

odiaba y no quería verme, pero tenía que intent

a, la recepcionista, y ¿cómo negarme? con tremendo derriere que tiene, además sería rá

no sé ni cómo justificar mi error, porque eso es, un error

stás ahí, por favor, hablemos —la puerta se abrió, pero no era ella, en

ieres? —me dijo c

esté, al tiempo que empuj

la sala con los ojos rojos e hinchados. Estuvo todo el día llorando por mí, me sentía la peor b

o más la puerta hasta que logré hacer a un lado a Emily, pero de inmediato se puso fren

conocí en ella —¿desde cuándo Óscar? —. Preguntó ladeando lige

sto? No me salían las palabras, solo bajé la mira

duda y coraje por lo que le estaba pidiendo Andrea, yo voltee a verla con cara d

de sarcasmo en sus palabras. Se sentó en el sillón y me indicó q

amo es a ti —le dije sinceramente, lo de Camila era solo s3xo y nada más —. No quería que p

ué cinismo el tuyo! —me decía al tiempo que

tomándola de las manos, ella volteo a verme a los ojos, sus ojos se veían extraños, como vacíos, sin sentimient

eres o no que vuelva a pasar, esa será decisión tuya, yo no tengo nada que ver en eso —cuando me

dejo continuar, alzó su mano para

o? No, ya sé… a nuestra nula actividad sexua1, sí… creo que a eso te refieres —ahora si la veía más molesta, pero se

o que me decía, pensando en que todo er

había sido infiel, sino que también la

puerta de entrada y yo la seguía —fui a terminar nuestra relación, a eso fui —. Me dijo, sus ojos se cristalizaron, pero no llo

e por favor —le dije en un últ

solo en lo que estaba consciente que hice, sino en todo lo que inconscientemente le causé.