la vida se me fuera en ello, porque sí, esto se está poniendo peor de lo que imaginé. Ventu

, Pavel la revisó y dijo que estaba muerta. Por último, tenemos a los de la sala, éramos tres, pero fui la única que se despertó. No revisé al del otro sofá ni al del suelo porq

mejor que puedo―. Pobres chi

caso. No dejo de pensar en el maldito vidrio que olvidé recoger y en lo mucho que nos va a afectar. No hay de otra, tengo que buscar a l

una de ellas es la novia de su hermana, no estaría tan tranquilo, c

señor se ha quedado sin hija porque un loco la colgó en el baño; además por acción del peso, su c

e un brinco―. Neli es una de las víctimas.

lver y su presencia lo que provoca es que quiera mirarlo hasta perderme en su mirad

ira de nuevo―. ¿Conoces a

o―. Es delantero, muy bueno, por ci

hermanos. O sea, los conocí el primer día que pisé este endemo

no es el mejor partido ―Ajá, ¿y

estará en

e, lo observo hasta que dobla en la esquina y desaparece de mi vista. Bi

lavo con agua y jabón, lo que menos quiero es tener una infección. Por suerte para mí, la herida de la mejilla es una fina línea que se verá mal por una semana o dos cuan

rá muy extraño que lleve un trozo de tela blanca en la

on orgullo, si finjo que todo está bien, que los problemas no existen y que estoy en perfecto estado de ánim

do, están los deportistas, los estudiosos, los que irán por un buen desayuno para contrarrestar la cruda y algunos sol

pases

que se avecin

ue se reúne con dos amigos―. Qué pitos

masacre por sí sola, ver las fotos ya es morbo. Como no lo vivieron en carne propia no tienen la más mí

parecen escandalizadas, incluso unas lloran. Hay una chica cuya actitud parece indicar que está sufriendo un ataque de pánico o al menos está histérica. Llora, grita, se lamenta, dos ch

mente a lo que realmente es. Y esto solo es una probada. Me pregunto si a Pavel también lo habrá acosado el misterioso personaj

lo que menos neces

finge que no estoy

temo que no lo está cumpliendo. ¿Con sudadera bajo este sol infernal? ¿Y color amarillo fosforescente? Creo que hace todo lo contrari

―digo lo suficientemente alto para q

e desearía poder golpear hasta hacerlo sangrar. ¿Espera qué? No, o sea sí qui

cista ―finge estar sentida―. Y t

ica con la que me llevaría de maravilla, pero utilizar su color de piel para hacer

rmuro exasperada―. Es color

todavía se enoja la diva

buen momento

, la traidora de Dalia se aleja lo más posible y finge estar buscando a alguien por allá. Mi ex v

en momento,

ferencia, ¿o es irritación? Imposible saberlo cuando

caso, ya

mi cara. Eso terminaría por avergonzarme, suficie

a la fiesta de

ca. Me doy la media vuelta para encontrarme de frente con la chica morena a la que vi en El Queso, si me pidieran opi

ué la p

o misterioso y sobre todo de haber visto cosas que quisiera borrar de mi c

ea y disolverme en el aire, en serio―. Mira, por eso pr

minutos antes de la llamada perdida de Raquel, no sé si es relevante, pero el dato me parece necesario. Si no tuviera el tel

icona, su sonrisa floja y parece estarlo pasando en grande, aunque se nota que está ebrio. Ríe junto con otras dos chicas quienes bailan lascivamente. Como música de fondo; escucho reggaetón. No ten

más ―digo tranquilamente―. Me siento mal por lo ocurr

nitivamente estoy ebria como una cuba. Y entonces se acerca alguien de saco negro cuyo rostro es imposible de ver nítidamente y comienzo a charlar animadamente con él. Genial, se m

se, se fue, pero del mundo de los vivos. Oh, por d

r, qué asco. Hicimos nuestra fiesta casera ―le lanzo una mi

visto en algún momento, pero creo que no fue así. Llegué con Raquel, bebí, fui al baño, bebí, bailamos Tusa (me quedó perfecta la canción), bebí, le

―hago una pausa, los de soccer se e

ecuerdo nada de eso. Ver a Ramiro vivo, aunque fuera en video, fue una puñalada helada. Se veía tan feliz

os de allá, diviso a Pavel, aun estando lejos lo reconozco. Se encuentra entre un grupo de cuatro universitarios que discuten acalo

do. Me contengo de alzar la mano y saludarlo como si esto se tratara de una puta reunió

lado, no tan cerca para no levantar sospechas.

pasó en

es la dominante, quería que mi ex se preocupara un poco. Pero no, es Dalia quien pregunta. Med

lizo una voz pausada y despreocupada―. No es pa

ue contenía la ropa

a con las manos―. ¿Quién era? ¿Qué te hizo?

acosado, nadie le mandó fotos de ella dormida ni la atacaron a plena luz del día. Si eres la única persona a la que le ocurren cosas "raras", es no

e las dos, adiós discreción―. Cada vez que cerraba los ojos veía l

ala ―Pavel se cruza de hombros cua

lentamente c

revisar al otro ―a lo lejos veo una sombra, parpadeo y ha

s. Hicimos ruido cuando limpiamos, también cuando Sebastián

hay seis

a banca. Estoy segura de qué de haber estado en un lugar un poco más privado, Pavel habría mostrado su repertorio de gr

es rojo y espeso. Pavel, asustado, la aviente de regreso a la mochila. Miro alrededor, pero creo que

a sa

un susto. Pavel se mira las manos como pensando si

ucea nervioso―. La botell

dar un ataque o algo―. Es rojo, vi

Espero que no. Vale, esto me da un poco de esperan

én mierd

de impresión y asco. No entiendo el por qué hasta que noto unas manchas de sangre. Dali

Pavel, impactado?―. ¿Q

s que.

oll

e alguien más, ¿te atacaron y te la quitaron? ―se limpia las lágrimas

diota con alguien que vería en la fiesta, pero nunca llegó. Cuando desperté... Aun la tenía. Fui a mi cuarto después, mi compa

de adentro de

hubiese pasado a mí, me muero del susto (literalmente

stes en que está vivo, pero lo dudo, creo que desapareció un cadáver. Y ahora alguien

el desaparecido nunca estuvo muerto y aparte un mis

ro, o tal vez a él también lo están acosando, cuando un grito surca el aire y atraviesa el lug

bien porque la gente se arremolina alred

en―. Se subió al borde,

en fuerza, escucho a Dalia chillar algo, un bra

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