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Ella, una chica inteligente con sus metas claras en la vida. El, un hombre con todo lo que puede imaginar menos a ella. Por un error Emma choca con Matthew en un café, se disculpa y se va sin imaginar lo que desencadenó en el interior de Matthew, una malicia crece en el sin nadie quien la frene, bajo amenazas e influencias por su dinero tendría a todas las personas dispuestas a ayudarlo en su plan para poseerla.
Emma Mark.
Estamos en el aula impaciente ya que el profesor de ciencias sociales está haciendo entrega de los trabajos en grupo que asigno y yo como siempre, lo hice con mi mejor amiga Eva, somos un equipo genial.
-Señoritas Mark y Olivo... -Nos llamo el profesor y ambas nos paramos a buscar el trabajo corregido -Felicidades tienen la mejor nota del grupo con un 10.
Eva chillo como una niña e hizo un baile extraño y hasta saltos de emoción dio, yo de mi parte reí por sus locuras, me acerque al profesor a recibir nuestro trabajo de evaluación viendo en él un "10" en tinta roja, asentí y le sonreí feliz y el me sonrió de vuelta para luego yo volver a mi asiento sonriente.
-Tenemos que celebrar nuestro 10 ¿Qué te parece si vamos a nuestro lugar favorito? Yo invito -Decía Eva muy sonriente y animada.
-¡Claro! No puedo rechazar la oferta -Dije y ambas sonreímos emocionadas cómo si fuéramos unas niñas de 13, estábamos muy felices por nuestro logro - ¡Todo si vamos a por unas donas!
Eva y yo nos conocemos desde tercero de básica y desde entonces somos inseparables. De las dos, ella es la más extrovertida, tiene carácter fuerte y es alocada, yo en cambio soy tímida, reservada y pasiva, todo eso lo herede de mi madre, se podría decir que es conveniente en situaciones como no perder el control con facilidad pero es una desventaja por qué se me hace muy difícil decir que no.
Termino la clase y esperamos que todos salieran para salir luego nosotros, cuando quedamos solas en el aula recogí mis cosas metiéndolas en la mochila lo más rápido posible mientras ella me hablaba de un vestido de lentejuelas turquesa y lila que había visto en el centro comercial ayer en la tarde que fue con su mama, reí por sus comentarios de que el vestido parecía estar echo para mí por que combinaba con mis ojos grises a lo cual bufe, era estúpida esa idea, hoy y siempre, los colores no son lo mío.
-Sabes bien que nada resalta en mí, estoy echa de colores grises en cambio a ti te quedaría genial con tu pelo rojo Eva y esos rizos locos y despeinado que tienes -Me miro con un gesto de falsa molestia alzando una ceja con los brazos cruzados y me reí de eso.
-Es enserio Eva -La mire alzando una ceja con un rostro lleno de seguridad.
-Voy a ignorar el comentario tan negativo y estúpido que hiciste de ti misma -Me sonrió y yo le devolví la sonrisa.
Termine de recoger mis cosas y salimos del aula, mientras caminábamos a la salida Eva se iba despidiendo de sus amigos y compañeros de clases que aún quedaban en el instituto, salimos del instituto por fin y cojemos rumbo.
Rumbo a nuestros destino íbamos echando chistes y hablando boberías sin sentido como moda, los chicos que le gustaban a Eva porque a mí no me ha gustado nadie aún, seguimos nuestro camino mientras nos moríamos de la risa, muy inmaduro de nuestra parte para tener 17.
Llegamos a le beignet doré, una tienda de donas muy linda, nos sentamos en el lugar de siempre cerca de la ventana para ver a la gente pasar y criticar un poco pero sanamente, un pasatiempo muy de Eva al que yo me adapte, Segundos después aparece Liam un amigo que trabaja en el local a pedir nuestras órdenes, sus ojos se iluminan al vernos y viene a nosotras con un semblante alegre y risueño.
-¡Hola chicas!, ¿Lo mismo de siempre, verdad? -Asentimos, ya que cada que venimos pedimos lo mismo, un batido de fresas y unas donas de chocolate con caramelo.
-Enseguida vuelvo con sus pedidos chicas -Se fue por el pedido, no sin antes dedicarnos una amable sonrisa.
-Está enamorado de ti, ¿porque no le das una oportunidad? -Dijo Eva de repente después de unos minutos de silencio.
-Sabes bien que él no me gusta, además nunca me ha dicho nada referido a eso -dije en tono bajo ya que él venía con nuestros pedidos.
-Vale, está bien -dijo ella rodando los ojos con un evidente tono de fastidio en su voz.
-Bueno chicas aquí están sus pedidos -Iba colocando nuestro pedido en la mesa -Espero disfruten mucho sus donas yo por mi lado tengo que volver a trabajar, tristemente, gracias por venir dejen propina.
-Adiós Eva y por supuesto adiós hermosa Emma -Me sonrió de una forma seductora haciendo que sus ojos negros calen en mi mente.
-Emma es hermosa claro esta, pero ¿Y yo Liam? -Liam río un poco sin despegar su mirada de mi.
Eva le hizo un puchero de lo más gracioso, este rió y se alejó de nosotras porque lo llamaba un cliente.
Mientras comíamos mi teléfono sonó, era un mensaje que mi madre diciendo que llegara a casa rápido porque iba a salir y tenía que cuidar a mis pequeños demonios... Perdón, hermanitos.
-Es mi madre, tengo que irme -Eva hizo un puchero, suspiro y luego asintió con expresión triste.
-Vale, vámonos -Dijo con un tono triste.
Ella ya había acabado su comida y yo tenía la batida intacta, la tomare en el camino. Agarramos nuestras cosas e íbamos a salir pero por no alzar la cabeza y apurarme a salir choque con un cuerpo derramando la batida sobre este.
-¡Oh por dios, lo siento tanto! -Dije con una gran vergüenza.
-¡Niña estúpida, mira lo que hiciste! -Volví a disculparme mientras alce mi rostro y mire el de él, Dios mío es un hombre hermoso, sus ojos marrones conectaron con los míos, sus facciones mostraban una cólera evidente y un escalofrió recorrió todo mi cuerpo, me miro de pies a cabeza.
-¿Por qué no te fijas por dónde caminas? -Espetó dando un paso al frente amenazador.
-¡Oye! ella dijo que lo sentía y tú también deberías de fijarte por donde caminas ¡Idiota! -Eva agarro mi abrazo y me saco del local a toda prisa mientras ella reía y yo estaba anonadada con la intensa mirada de ese hombre.
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