La amante del señor Collins.

Debido al cáncer de mi padre me vi obligada a tener que dejar mis estudios y dedicarme a trabajar como niñera, menos mal que mi jefe me paga bastante bien ya que su familia es bastante rica y todo gracias a un anuncio de internet, no tengo mucha experiencia cuidando niños, pero ellos tienen un bebé de cuatro meses y no es difícil de cuidar, la verdad.

Ahora mismo me encuentro preparando mis cosas ya que mi jefa me ha hablado, diciéndome que tengo que ir ahora mismo a su mansión porque tienen un evento muy importante que les surgió a última hora; honestamente, les quería decir que no podía ir, pero lo cierto es que, no tengo nada que hacer mañana ni tampoco puedo negarme porque necesito el dinero y como me dijeron que me iban a pagar extra, por eso accedí. La señora Collins me dijo que el chofer ya debe estar por llegar, así que me estoy arreglando lo más rápido que puedo.

Mi teléfono suena y enseguida contesto, es el chofer, avisándome que ya está afuera de mi casa esperándome, le dije que en un momento salgo, colgué la llamada y terminé de preparar mis cosas, tomé mi mochila para luego colgarla en mi espalda y salir corriendo; antes de irme, revisé todo por segunda vez y ver que todo esté cerrado. Cerré la puerta principal con seguro y me corrí hasta la limosina que me está esperando.

Le di las buenas noches al chofer y él a mí, luego me preguntó si tengo todo listo, antes de que arranque, revisé mi mochila, cerciorándome de que tengo todo. Una vez que he confirmado que nada me falta, el chofer asintió levemente con la cabeza y empezamos a andar.

Pasa un rato cuando nos encontramos frente a la enorme mansión de la familia Collins; su esposo, el señor Thomas Collins es un gran empresario y está podrido en dinero, su esposa, Melissa Moon es una súper modelo, reconocida por todo el mundo, ambos forman la pareja perfecta. La limosina entra por la enorme entrada cuando las rejas se han abierto, nunca me voy a cansar de ver esta hermosa entrada llena de flores.

Llegamos a la entrada principal y veo a la señora Collins salir de la mansión, sobre sus hombros se posa un abrigo bastante peludo, trae un hermoso vestido blanco con brillos, al ver la limusina llegar, una enorme sonrisa se dibuja en sus labios, se queda parada en su lugar mirando con emoción; solo se emociona por mi presencia cuando van a tardarse toda la noche fuera y eso es malo para mí, porque eso quiere decir que voy a estar fuera de casa, menos mal que mi papá está en el hospital, porque si estuviera en casa, me hubiera tenido que negar a venir ya que no puedo dejarlo solo.

Bajo de la limusina y saludo a la señora Collins de forma amable, pero ella ha pasado por completo de mi saludo y le me dice que su bebé está en su cuarto durmiendo, que no se me olvide irlo a revisar en un par de minutos y que revise que su pañal no esté sucio, me repite las reglas de siempre y cuando termina de hablar se dirige a la limusina, me giro hacia la entrada principal y empiezo a caminar, pero me encuentro de frente con el señor Collins, que se disculpa por haberme asustado.

—No, no.… yo le pido disculpas, debí fijarme mejor.

—Catherine, lamento que tengas que venir a esta hora, te prometo que te voy a recompensar.

—Descuide señor Collins, mi contrato decía que tengo que estar disponible las veinticuatro horas, así que....

Me dice que, aunque el contrato diga eso, su esposa no debe abusar del contrato y que debe ser más considerada conmigo, ya que soy la única niñera con la que se ha congeniado a la perfección y que debe cuidarme, no pude evitar reírme por sus palabras y agradecí el pequeño halago, él me dedicó una pequeña sonrisa y se despidió de mí, ya que su esposa le gritó desde el auto que se apure, que van a llegar tarde.

Veo como la pareja se aleja en la limusina, una vez que han salido, entro a la mansión y me voy a ver al bebé; como les tengo envidia, ellos tienen todo en la vida y, aun así, parece que necesitan más y más, yo daría lo que sea por tener el dinero que ellos tienen para poder pagar el tratamiento de mi papá.

Llego hasta el cuarto del bebé y me acerco a su cuna, con suavidad acaricio su mejilla derecha, incluso para esto han sido perfectos, ya que su bebé es realmente precioso, ha heredado el color de cabello de su madre, rubio y sacó el color de ojos de su padre, que son de un gris claro. El pequeño Ethan se mueve un poco y suelta un pequeño suspiro, pero sigue durmiendo plácidamente.

—Qué envidia te tengo, naciste en una familia que lo tiene todo, incluso personas que te aman sin ser de tu familia.

Me he encariñado mucho con el pequeño Ethan y sería capaz de dar mi vida por este bebé tan preciosos. Cada vez que lo veo, me pregunto si yo podría llegar a ser una buena madre y tener mi propia familia, pero con los problemas económicos que tengo, hacen que desista de mi idea de tener mi propia familia. Mi corazón se encoje de tan solo pensar que tengo que abandonar todos mis sueños por esto, porque yo deseo ser diseñadora de modas y además quiero tener mi propia familia, casarme con un buen hombre y sentar cabeza.

La tristeza que siento hacen que no pueda separarme del pequeño, siento que estoy sacrificando muchas cosas en mi vida, pero sé que va a valer la pena cuando mi papá me diga que ha vencido al cáncer y que todo va ir bien a partir de ese momento, solo debo tener fe y seguir adelante, debo ser fuerte... ¡Estoy segura que cuando mi papá se reponga, seremos los dos contra el mundo como siempre ha sido y nada será imposible para nosotros! Estoy convencida de ello.

Durante el resto de la noche hago la rutina de siempre, lavo los pocos trastes que he usado, me he sentado en la sala a ver la tele e incluso me he puesto a hacer pequeños diseños de accesorios para no perder la práctica y cuando me he aburrido me puse a leer un libro que traje, pero mi lectura se ve interrumpida cuando el pequeño Ethan se ha despertado, así que fui a verlo para atenderlo.