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Ethan Montgomery, un brillante y reservado CEO, decide convertirse en padre soltero mediante un vientre de alquiler, buscando formar una familia en sus propios términos. Todo parecía marchar según lo planeado, hasta que un inesperado giro cambió su destino: la mujer que llevaba a su hijo dio a luz a gemelos. Sin informarle, se quedó con uno de los bebés y desapareció. Seis años después, Ethan es un padre devoto para su hijo, Liam, y todo en su vida está bajo control. Sin embargo, todo cambia cuando conoce a Isabella, la nueva y encantadora profesora de su hijo. Hay algo en ella que lo intriga, una conexión inexplicable que no puede ignorar. Pero lo que Ethan no sabe es que Isabella no solo guarda un secreto, sino que ese secreto tiene ojos idénticos a los de Liam: su otro hijo, Noah. Lo que comienza como una atracción inocente entre Ethan e Isabella pronto se convierte en una batalla de emociones y verdades ocultas. Cuando las piezas del rompecabezas comienzan a encajar, Ethan e Isabella deben enfrentarse a sus miedos, errores pasados y, sobre todo, a los lazos irrompibles de amor y familia que los unirán para siempre. ¿Podrán superar las barreras del pasado y construir un futuro juntos? ¿O los secretos serán demasiado para manejar?
Ethan Montgomery observaba el horizonte de la ciudad desde su oficina en el último piso de Montgomery Enterprises. Su reflejo en los cristales mostraba el rostro de un hombre que lo tenía todo: poder, riqueza y respeto. Pero, en lo más profundo de su alma, había un vacío que ningún logro profesional podía llenar.
Había tomado la decisión hacía meses, después de largas noches de reflexión. Ser padre era algo que siempre había deseado, pero no podía permitirse las complicaciones emocionales de una relación romántica. Ya había visto a demasiados hombres como él arruinar sus vidas personales y profesionales por el amor. Él no cometería ese error.
Richard Kane, su asistente personal, irrumpió en la oficina con la precisión que Ethan esperaba de él. Llevaba una carpeta de cuero negro bajo el brazo y una expresión seria.
-Todo está listo, señor Montgomery -anunció mientras colocaba la carpeta sobre el escritorio.
Ethan tomó asiento y abrió la carpeta, revisando los documentos que detallaban el acuerdo.
-¿Encontraron a alguien? -preguntó sin levantar la vista.
-Sí. El perfil es perfecto: joven, saludable, sin complicaciones familiares o legales. Su nombre es Isabella Hart. No conoce la identidad de quien la contrató.
Ethan asintió. La discreción era esencial. No quería que nadie, ni siquiera la mujer que daría a luz a su hijo, tuviera información sobre él.
-¿Está de acuerdo con el procedimiento?
-Sí. Solo sabe que está ayudando a una familia adinerada que no puede tener hijos. Aceptó por necesidad: su padre está gravemente enfermo y necesita una cirugía inmediata. La compensación cubrirá todos los gastos médicos y le dará estabilidad económica.
-Perfecto. Quiero que todo se maneje según lo planeado.
-Ya se ha hecho, señor.
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La noche en que Isabella llegó al lugar designado, sus nervios eran incontrolables. La habitación estaba cuidadosamente preparada para que todo transcurriera sin contratiempos. Las luces estaban apagadas, como se había estipulado, para garantizar que no pudiera reconocer al hombre que había contratado sus servicios.
Ethan estaba allí, oculto en las sombras. No era su intención participar directamente en este proceso, pero el médico había explicado que el procedimiento natural aumentaría significativamente las probabilidades de éxito.
Para Isabella, esa noche era simplemente un paso hacia su objetivo. Había aceptado el acuerdo por una única razón: salvar a su padre. La familia que la había contratado -cuyo rostro nunca conocería- le había ofrecido más dinero del que jamás soñó tener, y eso significaba esperanza.
-¿Estás lista? -preguntó una voz masculina desde la oscuridad.
Isabella tomó aire profundamente, su corazón latiendo con fuerza.
-Sí.
Lo que siguió fue una interacción mecánica, casi clínica, carente de cualquier emoción. Para ambos, era simplemente un medio para un fin.
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Los meses siguientes transcurrieron sin incidentes. Isabella asistía a las revisiones médicas programadas y seguía todas las indicaciones. Los médicos que gestionaban el caso le aseguraron que todo marchaba bien. Sin embargo, había una regla estricta: no podía saber nada sobre la familia a la que pertenecía el bebé que llevaba en su vientre.
A medida que su embarazo avanzaba, Isabella se encontraba dividida entre la esperanza y la melancolía. Había aceptado este acuerdo porque sabía que no podía permitirse apegarse al bebé. Este no era suyo; solo estaba prestando su cuerpo para dar vida a un niño que nunca conocería.
Por otro lado, Ethan mantenía su atención en el progreso del embarazo desde la distancia. Recibía informes detallados de los médicos y abogados involucrados. Su vida diaria seguía como siempre: reuniones interminables, decisiones estratégicas y cenas con socios importantes. Pero, en el fondo, una pequeña chispa de emoción se encendía cada vez que pensaba en el niño que pronto sería suyo.
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La noche del parto llegó antes de lo esperado. Isabella fue llevada de urgencia al hospital designado, donde el equipo médico estaba preparado para recibir al bebé. Todo transcurría según lo planeado hasta que el médico que dirigía el parto exclamó con sorpresa:
-¡Espera! ¡Hay otro bebé!
El equipo se movilizó rápidamente, y unos minutos después, nació un segundo niño. Sus llantos llenaron la sala, y Isabella, exhausta pero consciente, los miró a ambos con lágrimas en los ojos.
El médico le explicó lo sucedido: había un gemelo que no se había detectado en las ecografías iniciales. Era un caso raro, pero no imposible.
Isabella sabía que debía entregar al bebé a los representantes legales que ya estaban en el hospital. Pero al ver a los dos pequeños, algo dentro de ella se rompió. Había firmado un contrato, pero aquel segundo niño no estaba contemplado en el acuerdo.
-¿Qué pasa con el otro bebé? -preguntó una enfermera en voz baja.
Isabella miró al segundo niño, pequeño y vulnerable en sus brazos. Su corazón latía con fuerza, impulsándola a tomar una decisión que cambiaría su vida para siempre.
Cuando los representantes llegaron, Isabella entregó al primer bebé según lo estipulado. Pero no mencionó al gemelo. Con el pretexto de necesitar más tiempo para recuperarse, se quedó en el hospital unos días más. Al recibir el alta, salió del hospital con el segundo niño, completamente decidida a criarlo por su cuenta.
Ethan nunca supo que aquella noche se había convertido en padre de gemelos.
Ana Victoria Hernández nunca imaginó que su vida cambiaría drásticamente cuando su padre, Juan Hernández, cegado por la avaricia, la entregó en un matrimonio arreglado a Javier Santos, un hombre poderoso confinado a una silla de ruedas, como castigo por haber nacido. Lo que parecía ser una condena para Ana, pronto se convirtió en un enigma cuando ella descubrió la verdad, Javier no era el hombre que aparentaba ser. A medida que convivían, Ana se adentró en el mundo meticuloso y calculador de Javier. Sin embargo, todo dio un giro inesperado cuando un accidente en la biblioteca desveló su mayor secreto: Javier no estaba parapléjico. Aquella revelación marcó un antes y un después en su relación, y ambos empezaron a desarrollar sentimientos, un vínculo de confianza y complicidad. Con el tiempo, lo que comenzó como un acuerdo frío y carente de emociones se transformó en un matrimonio que desafiaba las expectativas de ambos. Tras un año de convivencia, Javier y Ana tomaron una decisión conjunta que sellaría su destino para siempre: traer un hijo al mundo. Pero en un entorno lleno de secretos, poder y ambiciones, su historia de amor enfrentará pruebas que pondrán a prueba su lealtad, su confianza y su capacidad para proteger lo que realmente importa. ¿Podrán Ana y Javier construir una familia en medio de un entorno lleno de secretos y traiciones?
Cuando Elian tenía solo diez años, su mundo se derrumbó. Su familia fue destruida por los Villeneuve, una de las familias más poderosas de Eridia. Huérfano y marcado por el dolor, juró que un día les haría pagar por lo que habían hecho. Pero la tragedia no solo le arrebató a sus padres; también le quitó a su hermana menor, Maia, quien fue adoptada por los Villeneuve y criada como una de ellos bajo el nombre de Maya Villeneuve. Años después, Elian regresa con una nueva identidad, convertido en un empresario influyente y con una vasta red de contactos en el bajo mundo. Su ascenso meteórico en la sociedad no es casualidad; cada paso que ha dado ha sido calculado con un solo propósito: infiltrarse en la familia que le arrebató todo. Para ello, seduce a Camille Villeneuve, la hija menor del patriarca Jacques Villeneuve, y logra un compromiso con ella, asegurando así su entrada en el círculo más íntimo de su enemigo. Pero su plan da un giro inesperado cuando Maya regresa del extranjero para la cena de compromiso de su hermana. Elian se encuentra cara a cara con su hermana perdida, ahora completamente transformada en una auténtica Villeneuve. Mientras lucha por mantener su fachada y avanzar en su venganza, Jacques Villeneuve, siempre un hombre astuto y desconfiado, decide ponerlo a prueba: quiere que Elian se acerque a Maya, que la seduzca y le demuestre su lealtad a la familia. Elian ahora enfrenta un dilema que nunca anticipó. ¿Podrá seguir adelante con su plan sin que sus emociones lo traicionen? ¿Reconocerá Maya su verdadero pasado, o se ha convertido por completo en una Villeneuve? Mientras el juego de manipulación avanza, las líneas entre el odio y la lealtad se vuelven cada vez más difusas, y Elian descubrirá que la venganza no es tan sencilla como había imaginado.
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Ana Martínez y Martín Salvatierra crecieron juntos en un barrio humilde, donde una promesa infantil selló sus destinos: algún día se casarían. Sin embargo, el tiempo y las circunstancias los separaron. Martín partió al extranjero en busca de éxito, mientras Ana enfrentaba la tragedia de perder a su familia, quedando sola y con una vida llena de obstáculos. Años después, Martín regresa convertido en el poderoso CEO de una de las empresas más importantes del país, mientras Ana lucha por sobrevivir trabajando en empleos modestos. Un giro del destino los reúne, pero las heridas del pasado y el abismo entre sus mundos complican cualquier reconciliación. Mientras intentan reconstruir la conexión que una vez los unió, se enfrentarán a desafíos que pondrán a prueba no solo su amor, sino también su fortaleza y lealtad. Intrigas empresariales, secretos ocultos y el poder de viejas promesas los llevarán por un camino lleno de tensión, romance y redención. En un mundo donde las decisiones definen el futuro, ¿serán capaces de dejar atrás sus miedos y diferencias para encontrar en el otro el hogar que siempre anhelaron?
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