Saco un montón de llaves y abrió el portón, parecía conocer muy bien la llave correcta, pues la primera que utilizo le dio acceso al interior, entro sin mostrar un poco de asombro, atravesó la sala y abrió la puerta de cristal, parecía saber donde estaba exactamente a quien buscaba.
-Buenas tardes doña Sofía- dijo con un tono amable en su voz gruesa y dirigiéndose a las muchachas prosiguió- y muy buenas tardes chicas, que gusto verlas- mientras miraba a Adriana.
Buenas tardes Iván -se apresuro a contestar Paty y doña Sofía al mismo tiempo.
Adriana las observaba, no comprendía como su madre y su prima atendían al joven, pues por mucho que este le agradara, y le agradeciera por todo lo que hacia por ellas, le parecía que ellas lo adoraban de mas; o tal vez era porque se sentía presionada por ambas para casarse con el, que levantaba un escudo en su contra, no lograba descifrar esos sentimientos, así que prefería seguir fría ante este guapo hombre.
Paty por su parte se sonrojó al verlo llegar, ella veía a Iván como un hombre extraordinario, el hombre de sus sueños, pues no solo era guapo, sino muy inteligente y rico, muy joven quedó a cargo de los negocios de sus padres, los ha sabido levantar hasta ser uno de los hombres mas poderosos de la ciudad, pero lo que mas la atraía era que los mafiosos no lo habían podido frenar en todo estos años, y se hacia cargo de ellas, si ser descubiertas hasta el momento. Su inteligencia sobrepasaba a los mafiosos, pues en todas las ocasiones que intentaron secuestrarlo cambiaba de ruta, o lograba escapar de la persecución, pues tenia guardaespaldas fieles y el andaba trayendo siempre un arma que manejaba muy bien y con puntería excelente.
Iván al ver el hermoso rostro de Adriana sintió su corazón latir mas fuerte, y se preguntaba porque no podía sacarla , era fría pero, algo había en ella que lo hacia sentir calidez en todo su ser, aun así tampoco se doblaba frente a ella, pues tenia orgullo y sabía que era un buen partido. De hecho si no fuera por el cariño y respeto hacia doña Sofía, él se habría alejado hace mucho, pero ¿cómo abandonar a esta señora en estos momentos?, cuando su padre vivía fueron grandes amigos y al morir este, doña Sofía y su difunto marido lo apoyaron incondicionalmente, él le había enseñado a manejar los negocios pues solo tenia 15 años cuando quedo huérfano, tres años antes de que la mafia empezara a extenderse en la ciudad.
Extrañaba a la antigua Adriana, esa jovencita con hermosa sonrisa y dulce voz que jugaba con él siempre, con la que hacia locuras en las reuniones de trabajo de sus padres, a quien enseño a bailar, pues al ser un poco mayor era su deber enseñarle y protegerla siempre a donde fueran sus padres juntos.
Cuando Adriana iba a cumplir 18 años, el planeaba pedirle que fuera su novia, pero entonces sus padres decidieron que lo celebrarían con una tía que vivía en otra ciudad, solo fue Sofía, Paty y Adriana; cuando regresaron había cambiado mucho hacia él, se empezó a alejar, y a los pocos días pasó el accidente de su familia. Todo eso había quedado atrás.
-Ven, siéntate con nosotras, hay que ponernos al día- dijo doña Sofía mostrándome el asiento a su lado.
-ja, ponerse al día, si viene a diario, no creo que sea mucho lo que tiene que platicarnos- dijo Adriana mostrando un poco de molestia.
- solo venía a ver si no se les ofrecía algo y me retiro- dijo un poco incomodo.
- pero que dices, siéntate a mi lado, a mi me gusta platicar contigo- dirigiéndose a su hija - si no quieres escuchar retírate a tu cuarto- dijo doña Sofía.
Pero ella no se levanto, sino que permaneció con su cara sin expresión.
-Dime ¿como has estado? ¿que ha sucedido recientemente en la ciudad? ¿se sabe algo del líder de esos?- dijo la señora.
-Yo he estado muy bien, aunque me vigilan no han podido atraparme,- y continuo- ayer por la noche secuestraron a unos empresarios extranjeros cuando llegaron de vacaciones a la ciudad, sus familiares me contactaron para pedirme apoyo, ya los estamos buscando, piden la empresa de esta familia en la ciudad vecina lo que me hace pensar que ya se unieron más hombres a esta mafía. Y lo peor es que seguimos sin saber el nombre o rostro de su líder, solo pudimos averiguar su apodo, se hace llamar "lobo".
Mientras escuchaban, Adriana cambio un poco se expresión pues se miraba agitada; Patricia estaba sorprendía por todo lo ocurrido anoche, y que la familia conocieran a Iván para pedirle ayuda.
Sofía con expresión preocupada dijo-con estas noticias y tu suposición de que la banda creció, lo mejor es apresurar las cosas.
Iván no sabía a que se refería por eso solo la quedo mirando.
-Te voy a pedir otro favor- dijo Sofía mirando al joven, él asintió con la cabeza- quiero que vendas todas nuestras pertenencias, para que nos vayamos pronto del país, mis hijas corren peligro y no voy a esperar a que pase algo malo otra vez-.
El sintió como hubieran echado un balde de agua fría, si se iban ellas ¿a quien protegería?, ya no vería a Adriana, y lo peor es que estaría solo en la ciudad, ellas eran su familia, aquí tenía pretexto para verla, pero como seguirlas al extranjero donde ya no correrían peligro, además ellas sabían de negocios, el solo se encargaba de ellos por la situación que atravesaba la ciudad.