/0/2183/coverbig.jpg?v=78ac29ab50768040a4e350a8885a4c63)
" - No te arriesgues por mi, siempre perderás -" Su madre necesita a alguien con quien compartir el enorme gasto de una renta, así que consigue un huésped perfecto y a la vez odioso para Allison, ya que curiosamente ya se había cruzado con el momento atrás. Pareciera como si siempre terminan en el mismo lugar juntos. No hay nada que los detenga, excepto, ellos mismos.
- Mañana tienes clases Alisson, duérmete. - dijo mi madre parada desde el marco de mi puerta, mientras yo estoy cubierta hasta la cabeza con mi sábana, a la vez que reviso mi teléfono.
- Si mamá, solo un rato más. - escuche sus pasos acercándose a mi, apague mi teléfono y me destape de inmediato. La miré. - Ahora. - puse los ojos en blanco.
- Deja tus caras y ve a dormir ya. - salió de mi cuarto, me levante para cerrar la puerta. Volví a la cama quedando dormida.
++++++++
La alarma me despierta de un susto, la apague y me levanté. Tome una ducha, me puse el uniforme, baje a desayunar.
- Buenos días. - dije sentándome
- Buen día, desayuna rápido. - dijo tomando su bolso. - Nos vemos en la noche - depositó un beso en mi frente y se fue a trabajar. Desayune, arreglé mi cabello atándolo, mi mochila, las llaves y salí de casa. Llegando a al colegio pasa una motocicleta a toda velocidad justo cuando intentaba cruzar para llegar casi me atropella, lo que hace que él me esquivara con fuerza y cayera. Me acerqué corriendo para ver qué no le haya pasado nada.
- ¿Estás bien? - este chico se quita el casco y madre mía, que hermoso es. Tiene cabello negro, lleno de tatuajes y algunos piercings... creo que me enamoré - Alisson te enamoras de todos - bueno si.. Tenía algunas heridas en la cara debido al accidente.
- ¿Por qué no ves por dónde vas? - dijo con su voz gruesa. Fruncí el ceño dado a la pregunta que hizo. Todo eso le quito lo lindo.
- Tú eres quien va como un loco en un cruce para un colegio. - dije levantándome, no pensaba ayudarle después de lo que dijo y la manera en la que lo hizo.
- Mejor anda a tu colegio, desastre - ¿me llamo desastre?, pero que se cree esté. Aghh, ya lo odio. Suerte que no lo veré más nunca.
- Anda con más cuidado si no quieres morir. - dije eso y me fui dejándolo tirado. Llegando salude a mis amigos aunque había llegado tarde por el tarado ese.
- Llegaste tarde. - dejó un beso corto en mis labios.
- Lo sé, un tarado casi me atropella cruzando. Pero ya no importa. - le dije a Justin; mi novio.
- ¿Y estaba lindo? - pregunta mi mejor amiga Alexis, sonreí ante su pregunta.
- El mal genio le quita lo lindo. - entramos a clases. Clases aburridas como siempre. A la salida planeamos una fiesta en casa de Justin. Nos despedimos. Tengo una beca en este colegio, ya que mi madre está un poco baja de dinero en estos momentos, gracias a mi padre tan responsable. Pues entonces debo mantener una notas superiores siempre m, es demasiado peso para mi, pero por mi madre lo hago. Aunque ella me hablo sobre un huésped en la casa para no perderla... ya saben alguien viviendo con nosotros que también nos ayude en Los gastos hasta que mi madre esté económicamente estable. Ella puso el anuncio en internet pero aún nadie ha aceptado.
- Espero que se una chica - ojalá. Subí a tomar una ducha para bajar al salón y ver mi laptop, y revisar el anuncio. Vi que tenia dos mensajes interesados en el anuncio, no los revisé por pereza, se los dejaré a mi madre, ella sabrá a quien elegir. Calente la comida mientras veía mi programa favorito.
Hola nena, ¿te paso a buscar en la noche?
- recibí un mensaje de Justin.
Si amor, yo te aviso xxx
Volví a mi habitación para tomar una siesta y esta lista para esta noche. Seis horas después.
- Allison, levántate de ahí. - grita mi madre. Frote mis ojos, mire la hora 6:55pm de la tarde, dormir todo el día casi.
- ¿No tienes que salir hoy? - me sorprende eso que dijo.
- ¿Como lo sabes? - dije sentándome en la cama.
- Justin me aviso
- Gracias. - ella sonríe y sale del cuarto. Lave mi cara para despertarme.
- Tienes Dos mensajes del interés para alquilar - le dije tomando un vaso de agua. Ella inmediatamente empezó a revisar los mensajes. Subí a alistarme para dentro de unas horas. Me puse unos jeans negros rotos, una camiseta de tirantes blanca, unos collares de cadenas, anillos y listo. Puedes pasarme a buscar.
- le envíe un mensaje a Justin. Fueron cuestión de minutos y el sonido de su bocina estaba fuera.
- Nos vemos más tardes ma' - le dije antes de salir.
- ¿No quieres ver el nuevo inquilino? - abrí la puerta.
- Voy rápido mamá. - le dije un poco apurada ya que Justin me esperaba.
- Bueno, luego no me digas nada. Vayan con cuidado. - le sonreí y salí de casa. Nos besamos y nos fuimos. Llegando a su casa escuche la música fuerte y la gente bebiendo fuera.
- ¡Ey Alli! - me gritó Alexis caminado hacia mi. Nos abrazamos. - Vamos a dentro. - me dijo al oído ya que la música estaba muy fuerte.
- Me quedaré un rato con Just - le dije de la misma manera. - Después entró, ¿vale? - ella sonríe y asiente. Di la vuelta para mirar a Justin quien estaba parado detrás de mi, me acerqué para abrazarlo.
- ¿Quieres que entremos? - le pregunté. Parecía no tan animado, su cara esta muy seria.
- Allison... - casi que en un susurro.
- Dime amor - dije casi bailando al compás de la música que sonaba dentro.
- Tenemos que hablar. - me calme un poco y preste más atención.
- ¿Que sucede? - hice que nos sentáramos en la acera.
- Sabes que te quiero demasiado.. y por eso diré lo que diré... jamás te haría daño jamás en mi vida, no sé qué me pasó. No sé si Alexis se a atrevido a contártelo, peor por lo que veo al parecer no... - estoy confundida.
- Habla de una vez. - dije desesperada.
- Alexis y yo... - No, no. No es lo que creo que dirá.
- ¿Lo dirás o no?
- Estuvimos juntos. - sentí algo en mi corazón que no pude controlar y las lágrimas empezaron a salir.
- ¿Estás bromeando?
- Lo siento, de verdad... no sé qué me pasó por la cabeza
- ¿Tres malditos años a tu lado para que ahora me salgas con esta mierda, Justin?. Y con mi mejor amiga. - mis ojos lloraban sin control.
- Lo... - no deje que terminara
- ¡Cállate!, cállate de una puta vez. No te perdonó, no lo siento, y te odio. Los odio a los dos. Jamás en mi puta vida los quiero volver a ver, no intentes hablarme porque te va a ir muy mal. Y tú amiguita la zorra puedes ir diciéndole lo mismo. ¡Te odio! - grite de golpe. Corrí hacia la calle para irme sola. Son 15 minutos andando hasta mi casa pero no me importo una mierda. Iba camino a un parque que quedaba por la calle del colegio. Escuche una moto detrás de mí pero no preste atención.
- Oh pero miren a quien no quería volver a ver. - esa voz. Tal moto se pone delante de mi dejándome sin cruzar. Se quita el casco y es ese chico tarado con tatuajes. Seque mis lagrimas.
- Tenemos el mismo sentimiento entonces. - le conteste desanimada. Él con sus ojos trató de ver los míos.
- ¿Llorando?, ¿te dejo el noviecito? - dijo riendo.
- No estoy para tus pendejadas ¿si?. - trate de caminar hacia otra dirección pero también la bloqueo.
- Uy perdón. Nos vemos, niña desastre. - dijo para irse a toda velocidad. No le hice más caso a esta escena que acaba de pasar y me dirigí al parque para relajar un poco la mente.
De un juego paso a ser algo más real que solo una "apuesta", para nada se esperaba lo sucedido, pero en el fondo los dos sabían que su mentira no se mantendría como una apuesta por mucho tiempo. ••••• - Porque yo te amo, te amo y te fuiste como si no importara nada. - esto no debió ser así, no era lo que quería.
Durante sus tres años de matrimonio con Colton, Allison ocultó su verdadera identidad y se esforzó de todo corazón para apoyarlo. Sin embargo, fue traicionada y abandonada por su esposo infiel. Desanimada, ella se propuso redescubrir su verdadero yo: una perfumista de talento, el cerebro de una famosa agencia de inteligencia y la heredera de una red secreta de hackers. Al darse cuenta de sus errores, Colton expresó su arrepentimiento: "Sé que metí la pata. Por favor, dame otra oportunidad". Sin embargo, Kellan, un magnate que se suponía que era discapacitado, se levantó de su silla de ruedas, tomó la mano de Allison y se burló desdeñosamente: "¿Quieres que te acepte de nuevo? Sigue soñando".
Tras ser drogada con sustancias afrodisíacas por su prima, Yvaine, pasó esa noche, su primera vez con un desconocido, que la salvó de perder su virginidad a manos del viejo que había contratado su prima para vengarse de ella. Por la mañana Yvaine, huyó, sin poder olvidar la experiencia más excitante y única, que había vivido en brazos de un hombre. La vida de la protagonista se desmoronó. Su tía la trató como una prostituta, su novio la dejó por su prima, descubrió que el hombre con el que pasó la noche era uno de los hombres más rico, e influyente de Estados Unidos, y finalmente descubre que está embarazada de gemelos. ¿Qué más podia salir mal?, ¿Qué podia hacer?, sólo le quedaba hacer una cosa, huir... Lo que nuestra protagonista desconocía era que, para Norman Miller, CEO de Miller Holding, y padre de sus hijos, ya había decidido, que, tras esa noche, ella es suya para siempre... Y él era un hombre que siempre tenía lo que quería. ¿Qué sucederá?
Elena, antes una heredera mimada, lo perdió todo de repente cuando la verdadera hija le tendió una trampa; su prometido la ridiculizó y sus padres adoptivos la echaron. Todos querían verla caer, pero ella desveló su verdadera identidad: heredera de una inmensa fortuna, famosa hacker, top diseñadora de joyas, autora secreta y doctora talentosa. Horrorizados por su glorioso regreso, sus padres adoptivos le exigieron la mitad de su nueva fortuna. Elena denunció su crueldad y se negó. Su ex le suplicó una segunda oportunidad, pero ella se burló: "¿Crees que te lo mereces?". Entonces, un poderoso magnate le propuso amablemente: "¿Puedes casarte conmigo?".
Cheryl, una huérfana ordinaria, logró casarse con el hombre más poderoso de la ciudad. Era perfecto en todos los sentidos, excepto en una cosa: no le gustaba ella. Tres años después de su matrimonio, finalmente quedó embarazada, en el mismo día en que su esposo le entregó los papeles de divorcio. Parecía que se había enamorado de otra mujer, y por alguna razón que ella desconocía, él creía que ella también se había encaprichado de otro hombre. Justo cuando ella pensaba que su relación estaba llegando a su fin, él no quería que se fuera. La mujer ya estaba dispuesta a renunciar, pero él le confesó su amor. ¿Qué iba a hacer Cheryl en esta maraña del amor y del odio, mientras estaba embarazada?
Henrik, un joven paranoico de una familia rica, creía que las mujeres eran oportunistas y materialistas. Y por eso que consideraba a Noreen una mujer frívola que lo desdeñaba por su discapacidad. Para vengarse de la muchacha, se disfrazó de mecánico de automóviles y se casó con ella. Al principio, se puso la máscara de un esposo amoroso que se preocupaba por su esposa, pero en realidad, no sentía nada por ella. Todo era una estratagema para que ella cayera en su trampa. Sin embargo, una cosa llevó a la otra y el plan de Henrik lentamente se salió de su control. No fue hasta que finalizó el divorcio que se dio cuenta de lo tonto que había sido. Comprendió que Noreen no era como otras mujeres en absoluto y que estaba locamente enamorado de ella. Hizo todo lo posible para recuperarla. Pero Noreen frunció el ceño y se burló: "Señor Sanchez, debes haberme confundido con otra persona. Nunca me casé contigo. Mi exmarido era solo mecánico de autos, y tú eres el hombre de negocios más rico del país. No creo que comparten ningún parecido entre ustedes dos. Por favor, te agradecería que dejaras de molestarme". Devanándose los sesos para encontrar la forma de reconquistarla, Henrik soltó: "Para ti, puedo volver a ser ese mecánico de autos. Estoy dispuesto a renunciar a todo lo que tengo para reparar los daños. Por favor, regresa a mí, cariño". Eso dejó a Noreen totalmente soeprendida. ¿Qué le estaba pasando a ese hombre arrogante?
Corinne dedicó tres años de su vida a su novio, pero todo fue en vano. Él no la veía más que como una pueblerina y la dejó sola en la boda para estar con su verdadero amor. Tras ser despechada, Corinne recuperó su identidad como nieta del hombre más rico de la ciudad, heredó una fortuna de mil millones de dólares y acabó llegando a lo más alto. Pero su éxito atrajo la envidia de los demás, y la gente trató constantemente de hundirla. El Sr. Hopkins, famoso por su crueldad, la animaba mientras ella se enfrentaba uno a uno a esos alborotadores. "¡Así se hace, cariño!".