DemKnights

¿Cuándo fue la última vez que fui feliz? No recuerdo. Veo como todo se desborda de mis manos nuevamente, creo que me vuelvo loco, todo se derrumba. Esto es un mal sueño en el que ella ya no está.

Hoy me he levantado un poco antes de las 7 A.M y me he alistado para ir a la escuela. Soy un estudiante de tercero de secundaria a un mes y medio de ir a preparatoria. Me lavé la cara, me puse lo primero que encontré en el closet.

Sali de casa con los pocos ánimos que tenía. Al llegar fui a mi primera clase que era ciencias donde me encontré con Astrid.

—Ah este idiota —Astrid volteando a otro lado al ver entrar a Damian

—También es un gusto verte, Astrid —Damian sonriendo sentándose a lado de Astrid

—Oye dime, ¿No te aburres de estar siempre así? —Astrid acercándose un poco a Damian

—¿Así como? —Damian confundido tratando de alejarse

—No te hagas tonto, ambos sabemos a qué me refiero, siempre deprimido —Astrid algo molesta

—Yo no estoy deprimido, no tengo razón para estarlo —Damian tratando de no recordar los eventos de hace unos cuantos años

—Deberías pensar más en las personas que te rodean, nos preocupas —Astrid diciendo lo último en voz baja mientras se alejaba

—Yo estoy bien —Damian recostando su cabeza sobre la mesa

Tal vez Astrid tenga algo de razón, pero no quiero admitirlo. Después de todo, no es como si ella fuera a regresar. El resto de la clase me quede dormido hasta que toco cambiar de salón.

Todo fue un día de mierda como cualquier otro hasta la cuarta clase, computación. Al entrar pude notar que había una chica nueva parada enfrente del salón esperando a que el profesor le asignara un asiento.

No le tome importancia hasta que…

—¡Ay! Eres tú, ¿Por qué no me avisaste? —Astrid abrazando a la chica nueva

—Jajaja, lo olvide, perdón —La chica nueva sonriendo devolviendo el abrazo

—Me alegra que tengan este reencuentro emotivo, pero tengo una clase que dar, así que si me disculpan… —El profesor

—Oh si, lo sentimos —Dijeron ambas chicas mientras Astrid se iba sonriendo a su asiento

Después de eso, me dio algo de curiosidad saber quién era esta nueva chica, por lo que voltee a verla, por un momento nuestras miradas se cruzaron.

—Holis —La chica nueva sonriendo viendo a Damian saludando con la mano

—H-Hola —Damian sorprendido

—Bueno, chicos, ella es Cristina, su nueva compañera —El profesor sonriendo

—Hola, mi nombre es Cristina, pero pueden decirme Cristi, un gusto —Cristina sonriendo

—Qué bonita —Todos los chicos del salón admirando la belleza de la joven

Todos mis compañeros se quedaron contemplando a la chica durante un largo rato hasta que el profesor la sentó a lado de Astrid, quien estaba del otro lado del salón. Yo me quede nuevamente dormido otro rato, hasta que el profesor me despertó con un ruido.

—Oye —El profesor golpeando el escritorio donde estaba dormido Damian

—¡¿Eh?! —Damian confundido y asustado despertando bruscamente

—Despierta, ¿Quieres? —El profesor molesto

—No, gracias —Damian volviendo a recostar su cabeza

—Tsk… ¿Ves a la chica nueva? Deberías tratar de hacerte su amigo —El profesor

—¿Eh? ¿Por qué haría eso? —Damian confundido

—Oye chico, no puedo resolverte la vida, solo lo digo porque no quiero verte así —El profesor alejándose

—¿Qué le pasa a la gente? —Damian susurrando volviendo a recostar su cabeza

—… —Cristina viendo a Damian

—Oye, ¿Me estas escuchando? —Astrid llamando la atención de Cristina

—Ah sí, ¿Qué decías? —Cristina volteando a ver a Astrid

—Que ya tienes un pretendiente, Ángel —Astrid sonriendo

Las acabaron las clases y camine a mi casa desviándome un poco del camino. Termine en un parque cercas de unos complejos de apartamentos, un gran error.

—Otra vez aquí, ¿Eh? —Damian volteando a ver a su alrededor

—Sabía que volvería a pasar —Damian bajando la cabeza

—N-No puedo dejar de aferrarme —Damian dejándose caer al suelo mientras lagrimas comenzaban a salir de sus ojos

—Te extraño —Damian llorando

Un Damian derrotado se encontraba de rodillas llorando al recordar su perdida, pero no sería él el único que se encontraría en ese parque.

—¿Qué le pasa? —Cristina detrás de un árbol observando la escena

—¡AAAHHH! —Damian llorando gritando viendo al cielo

—¿Eh? —Cristina sorprendida al ver esto

—¿Por qué? ¿Por qué se tenía que ir? ¿Por qué? ¿Por qué tenía que morir? —Damian llorando mirando el cielo como si esperara una respuesta de este

—¡…! —Cristina sorprendida escondiéndose detrás del árbol

Cristina se fue del parque mientras Damian se quedó en este un rato más hasta que se levantó y regreso aún más deprimido a su casa donde su madre lo estaba esperando.

—¿Estas bien, Damian? —La madre de Damian en la cocina viendo entrar a Damian con la cabeza baja

—Si, tranquila —Damian caminando directamente a su habitación

—¿Seguro? Te veo peor —La madre de Damian preocupada

—Si, solo estoy algo cansado—Damian levantando la cabeza fingiendo una gran sonrisa

—Está bien, ve a descansar —La madre de Damian más tranquila sonriendo

—Si —Damian continuando sonriendo caminando a su habitación

Ya ha pasado una semana y todavía no he hablado con la chica nueva, eso me tiene intranquilo. ¿Qué porque quiero hablarle?

Bueno eso es sencillo, el pelón de computación (el profesor) me dijo que tratara de hacerme su amigo, y aunque nunca escucho consejos, siento que debería hacerle caso esta vez.

El problema es que no sé cómo hablarle. Solo tengo dos clases con ella, computación y música. Por lo que no tengo casi oportunidad de hablar con ella.

Estoy decidido a hablarle hoy en la sexta clase que es música.

Ya estamos en la clase de música, ella está a unos cuantos asientos a lado del mío. No sé cómo puedo hablarle, ¿Tal vez si le pido algo prestado?

—… —Cristina caminando hacia Damian

¿O tal vez si finjo que me tropecé con ella por accidente? Esto es difícil, ¿Cómo se supone que hable con ella?

—Oye, ¿Damian? —Cristina sonriendo

—Ah, esto es difícil —Damian desesperado

—¿Qué es difícil? —Cristina confundida

—¿Eh? —Damian dándose cuenta de que estaba Cristina cerca hablándole

—Jaja, hola —Cristina sonriendo

—Eh, hola jaja —Damian sonriendo nervioso mientras su ritmo cardiaco se aceleraba

—Oye, ¿Sabes? Te he estado viendo y me di cuenta de que no tienes muchos amigos, ¿Verdad? —Cristina sonriendo acercándose a la cara de Damian

—(¿Qué está pasando? ¿Por qué se acelera mi corazón?) Bueno, ¿Qué puedo decir? Jaja —Damian sonriendo tratando de alejarse un poco

—Entonces, seamos amigos, ¿Sí? —Cristina sonriendo tomando la mano de Damian

—S-Si —Damian nervioso mirando los ojos de Cristina

—Genial —Cristina sonriendo mirando los ojos de Damian

—Todos a sus asientos por favor, estamos a punto de empezar —La maestra de música entrando al salón

—Nos vemos en la tarde, Damian —Cristina soltando a Damian dándose la vuelta comenzando a caminar de regreso a su asiento

—S-Si —Damian nervioso

Las clases continuaron, no volví a hablar con Cristina hasta la salida que terminaron las clases. Cristina estaba con Astrid esperándome en la entrada de la escuela.

—Ven rápido, Damian —Cristina sonriendo esperando a Damian con Astrid a su lado

—¿A el estábamos esperando? —Astrid algo decepcionada

—Si —Damian sorprendido acelerando el paso

Llegue hasta Cristina quien estaba junto a Astrid y comenzamos a caminar, un rato después llegamos al mismo parque donde termine la semana pasada.

—¿A dónde vamos? —Pregunto Damian confundido

—Nos estas acompañando a casa, como todo un caballero —Cristina sonriendo volteando a ver a Damian

—Ya veo —Damian serio mirando a su alrededor

—¿Qué pasa? ¿Estas enojado? —Cristina mirando a Damian

—¿Qué? No, ¿Por qué lo dices? —Damian confundido

—Te ves muy serio —Cristina

Sin darme cuenta me había puesto demasiado serio y con una mirada fría mirando a todos lados.

—N-No, es que… me vinieron recuerdos —Damian recordando los eventos de hace unos años

—¿Recuerdos? —Cristina intrigada

—Si, recuerdos, recuerdos de un tiempo feliz —Damian diciendo lo último en voz baja mirando el cielo

—Ya veo, en ese caso, nosotros haremos más recuerdos felices —Cristina sonriendo

—¿Eh? (¿Me escucho?) —Damian regresando la mirada a Cristina confundido

—¡Oigan! ¡¿Por qué me dejaron atrás?¡ —Israel llegando corriendo hasta donde Cristina, Astrid y Damian

—Jajaja, perdón, se nos olvidaste —Astrid riendo

—Jaja, no hay problema, Astrid —Israel sonriendo viendo a Astrid

—¿Él es tu amigo, Astrid? —Damian incrédulo

—Si, ¿Por qué? —Astrid confundida por la pregunta

—Nunca me dijiste que el popular era tu amigo —Damian

Israel es el típico chico popular con montón de chicas detrás de él y con más de media escuela apoyándolo en cualquier estupidez que haga.

—¿Cómo querías que te dijera si siempre estás en tu modo depresivo al borde del suicidio? —Astrid molesta

—Yo nunca estoy en ese modo —Damian molesto con una vena a punto de reventar

—Damian, ¿Cierto? Puedes decirme Isra, desde ahora somos amigo, ¿Ok? —Israel sonriendo pasando su brazo sobre la nuca de Damian

—Eh, claro —Damian algo incomodo

—Genial, que bien que vienes, Isra —Cristina sonriendo viendo de forma ‘‘rara’’ a Israel

—Oh, tú también vienes, Cristi —Israel devolviendo la misma mirada

¿Cristi? ¿Isra? Y esas miradas, no me digas que estos dos…

—Genial, ahora todos somos amigos —Cristina sonriendo

Cierto, eso era lo que quería, y lo logre.

—…—Damian sonriendo siguiendo al resto del grupo que estaba en frente de el

Todos los jóvenes llegaron a sus respectivos hogares, menos Damian. Este último antes de llegar a su hogar se desvió un poco terminando en una zona peligrosa.

—Oh Damian, otra vez estas aquí, que gusto —Rex sonriendo

—Ya sabes porque estoy aquí, ¿Lo tienes? —Damian entregándole algo de dinero a Rex

—Tan frio como siempre, ja —Rex sonriendo