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Expediente de Terror

Expediente de Terror

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Leyendas y mitos paranormales que hacen de nuestro día a día, un mundo repleto de misterios y miedo... muchos aprenden a vivir con ello, y otros simplemente, luchan contra aquello que a simple vista, no pueden ver.

Capítulo 1 Expediente de Terror I

En mi pueblo existe cierta leyenda que pocos conocen, cuando el oro era nuestro principal sustento, miles de mineros trabajaban día y noche en la mina del Este para hacer de nuestro pequeño pueblo, una ciudad lo bastante notable y potencial, más, sin embargo, una tragedia en ese mismo año de los 50’, dejó en luto a muchas familias, y un miedo inmenso a quien se acercará a la mina del Este.

Cuenta la leyenda que setenta hombres trabajaban en la mina del Este un 30 de mayo a las 9 de la noche, cerca de la mina había como una especie de búnker (de tierra) lo bastante grande como para entrar todos, pero su única entrada y salida, era una pequeña escalera hecha de sogas y partes de árboles que ellos mismos habían adaptado.

Dicho búnker se construiría con la idea de crear encima de él una especie de banco, siendo este, su gran bóveda, sería el único banco en todo el pueblo solo para mineros, más, sin embargo, esa madrugada cambió la expectativa de todo aquello que se imaginaba, puesto que alrededor de las 12 am hubo un último cambio de guardia, donde 35 de esos mineros regresaron a casa y otros 35 llegaron a trabajar, aquellos otros 35 que cambiaron guardia a las 2 am, bajaron al búnker a trabajar, pero un temblor producto de la madre naturaleza, sacudió con tanta fuerza que miles de escombros cayeron produciéndoles un encierro y muerte al instante a todos ellos.

Años después finales de los 80, se retoma la construcción de aquel banco, pero queda a la mitad, cuentan que los nuevos trabajadores encargados de la construcción de dicho banco, al terminar lo que ahora llaman sótano, salieron despavoridos a mitad de trabajo y nunca más quisieron regresar; tiempo después otros nuevos obreros retoman la construcción, pero meses después abandonan el lugar sin dar una sola explicación y cancelan el contrato firmado.

Así es como el gobierno declara finalmente como una pérdida de tiempo la construcción y dan cierre a ese lugar, quedando totalmente abandonado a la vista de turistas curiosos amantes de lo paranormal como yo, que van en buscas de respuestas. Muchos rumores comenzaron a surgir convirtiendo esa leyenda e historia en versiones diferentes, pero siempre el inicio es la misma, la más conocida y la más sólida, es que aquellas almas atormentadas de los mineros que murieron ese día, siguen allí, intentando encontrar paz, pues se dice que aquel lugar donde intentaban construir también fue utilizado como cementerio, dicen que los mineros desenterraron muchos huesos al intentar construir el búnker, pero tantas historias hacen que pierdas el interés en lo que realmente puede ser una verdad.

Lo que viví fue una experiencia totalmente perturbadora en mi vida, claro que eso no me ha quitado aun el amor hacia lo que hago, a lo que me dedico, más bien me dio curiosidad de seguir investigando, de descubrir el porqué de las cosas, y el cómo saber cuando realmente es real y cuando puede ser simplemente tu cabeza jugándote una mala pasada, más, sin embargo, y con todo eso… sé que lo mío fue una completa realidad que aún hoy en día me sigue afectando emocionalmente.

Me dedico a las investigaciones paranormales, mis sueños me muestran el siguiente punto de encuentro a mis investigaciones, no sé si llamarlo “Don o Maldición”, ya que hablamos de espíritus, pero es así, lo sueño y allí estaré poco tiempo después con mi cámara y mis compañeros, esta vez quizás fue una advertencia pues en mi sueño solo me vi corriendo de ese sitio, pero aun así dije – Bien, vamos es hora –

Contacté a unos compañeros, Carlos, Luis y Francisco, cuando les comenté del lugar quedaron encantados, pues romperíamos un millón de reglas, sabíamos que era un lugar muy cultural en el ámbito paranormal, pero también es una zona prohibida, nadie debe acercarse a más de 100 mts, pero nosotros debíamos entrar allí a como diera lugar, así que una noche nos preparamos y nos encontramos en el punto clave, preparamos los equipos, cámaras, teléfonos celulares, micrófonos y medidores de temperaturas, sería la noche perfecta y con suerte escalofriante también.

Lo que había quedado de esa construcción era la entrada principal que llevaba a un enorme agujero dentro de una habitación, dicho agujero mantenía una escalera que conducía hasta abajo, ese sería el lugar donde quedaron sepultados los mineros, y donde nosotros haríamos nuestra investigación, puesto que fue remodelado en un tiempo, dentro de ese búnker había dos puertas, una que durante mucho tiempo se mantuvo cerrada y otra que solo contenía una especie de baño, en el centro, solo tenía una especie de sala de espera, un espacio grande 35 sillas perfectamente contadas, nunca entendimos el porqué de esas sillas allá abajo, pero tampoco nadie preguntó jamás.

Nuestra investigación comenzaría justo a las 3 am según lo teníamos todo planeado, pero desde el primer momento en el que bajamos a ese búnker, comenzó todo lo extraño, comenzamos a oír lamentos de todas partes, no solo de hombres, sino también voces femeninas y de niños, risas y golpes, era como si quisieran jugar con nosotros, burlarse en cierto aspecto de nosotros.

Cuando llegó esa hora tan esperada se escuchó un fuerte golpe dentro de aquella habitación que no podíamos abrir, y de momento la puerta simplemente se abrió, estábamos realmente asustados, pero en el momento que decidimos acercarnos para grabar y entrar, se cerró de golpe una puerta y una de las sillas detrás de nosotros fue arrastrada hasta la pared; así fue como salimos despavoridos de aquel lugar corriendo, tal cual como lo había visto en aquel sueño, pero al momento de subir las escaleras voltee mi mirada hacia atrás, y los vi a todos ellos, los 35 mineros sentados cada uno riéndose de nosotros… Eso jamás se los conté a mis amigos.

Dos noches más tarde tanto ellos como yo, comenzamos a tener pesadillas consecutivas y problemas respiratorios, como si nos faltara oxígeno, y a mi tercera noche no lo soporté más, tomé el auto de papá y me acerqué a la clínica, en ese momento estaba cambiando de guardia una enfermera, ella me dijo que yo sería su último paciente y luego iría a casa a descansar, pero en ese segundo en el que ella comenzó a atenderme y brindarme apoyo, llegaron 35 hombres con problemas respiratorios, caras que jamás podría olvidar pues ya los había visto dos noches antes en aquel macabro lugar.

Yo simplemente no podía moverme, así que solo observé cómo ella junto a un doctor de turno, intentaban tomarle el pulso a uno de esos hombres, pero se miraban las caras, preocupados pues no tenía pulso, aquel hombre estaba muerto. Así solía ser cada pesadilla, iba a la clínica y pasaba el mismo acto, todos aquellos hombres burlándose de mí.

Pasó una semana hasta que decidí realmente ir y hacerme unos exámenes, mi madre me acompañó, y al llegar a la clínica se encontraba dicha enfermera que aparecía en mis sueños, ella me tomó el pulso y ahora era yo quien lo tenía muy por debajo de lo normal, como si estuviera muerto, poco rato después caí desmayado y al despertar me encontraba más débil que nunca, como si perdiera poco a poco la energía, la fuerza y debilidad, sentía que simplemente ya no era yo.

A la semana hospitalizado una mujer quien paso por el pasillo me quedo observando un largo rato, ella se regresó a la habitación y me dijo – Nunca estás solo, y nunca estarás mejor si los mantienes contigo – me sorprendí tanto que le pregunté de qué hablaba, y ella solo me respondió que no era un buen momento, que le diera diez minutos y regresaba a ayudarme.

Al cabo de esos diez largos minutos que parecieron horas, llegó de nuevo con un vaso, me dijo que bebiera la bebida completa sin dejar una gota, yo accedí, y al segundo me encontraba vomitando todo tipo de porquería, era extraño pues llevaba toda esa semana solo con suero pues no había probado ningún tipo de bocado, ella me dijo que aquellos espíritus se añadieron a mi cuerpo pues lo creían él más fuerte y dejarme no era una opción, pero aquello que me dio, sería suficiente para expulsarlos a todos a través del vómito, y funcionó.

Horas después me sentía de nuevo vivo y con ganas de seguir en lo que amaba, pues unos simples mineros no iban a destruir un sueño de años ni mis ganas de continuar investigando, así es como fue mi primera experiencia paranormal, la primera de muchas que marcó parte importante en mi expediente del terror.

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