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Otto Sayer es un hombre feo, su único atractivo es su fortuna. Está por heredar el control de la Sayer Corp., una compañía de danza que apoya el talento de grandes bailarines. Cuando Elizabeth Zok llega a la compañía, Fiona Hanx se siente amenazada por su talento, impulsada por su mentora Alice, decide trazar un plan para volverse la protagonista de la próxima temporada de baile «Anastasia», Fiona se acerca a Otto, buscando ser favorecida para obtener el protagónico, sin embargo, pronto se involucra en un juego de mentiras, seduciendo al feo para deshacerse de su rival. Sin imaginar que ese juego podrá destruir a un hombre bueno, arrastrándolo a las puertas del odio y la venganza contra una inocente.
Ónix estaba en el bar, bebía un trago de whisky, aquella mujer lo miraba coqueta, mostrando su escote sensual, atrayéndolo a ella. La miró un segundo, fue suficiente para saber la clase de mujer que era, rubia y con unos fríos ojos azules como la porcelana. No le gustaba, sabía que ella no era de fiar, pero para él nadie era confiable.
La escuchó soberbia hablar al mesero, un pobre chico de algunos veinte años, de aspecto humilde y apariencia fea. El jovencito estaba deslumbrado por la belleza de esa rubia. Cuando ella maldijo, decidió acercarse e invitarle a ir con él. Ella aceptó en un instante. La llevó a su carro y pronto llegaron a un hotel.
Comenzaron a hacer lo único que una mujer como ella podría darle; sexo. Era placentero, sí, un desfogue para su atormentada alma. La escuchó gemir, gritar y jadear. Cuando estuvo a punto de terminar sujetó su cabello con fuerza, la miró bien, pero el rostro de esa mujer ya no le era desconocido, se había transformado, ahora sus rasgos eran como los de aquella dulce chica que alguna vez le rompió el corazón
-Dime que valió la pena, ¿Valió la pena, rusa, ganaste algo con tu traición? -los ojos de Ónix estaban centellantes de odio, la chica no entendía sus palabras, y el agarre era tan fuerte que la lastimaba.
Ónix volvió a la realidad, salió de adentro de la chica y se fue al baño. Se dio un duchazo, cuando escuchó a la mujer entrar, salió de prisa.
Unos minutos después ella lo alcanzó.
-Ya te puedes ir. -dijo Ónix
-Oye, no puedes tratarme así -dijo furiosa
Ónix sacó de su billetera unos dólares y se los lanzó por encima
-¿Quieres esto? ¡Tómalo, y lárgate!
La mujer bufaba de coraje
-¡Eres un arrogante, te crees perfecto, guapo, pero los he tenido mejores en la cama! -exclamó
-Estoy seguro de que has tenido mejores que yo, me alegro por ti. Yo también he tenido mejores que tú. Pero, sobre todo he tenido mujeres con dignidad que toman el dinero y se van.
La mujer intentó abofetearlo, pero la paró en seco. La tomó del brazo. Tomó su ropa y la empujó afuera del cuarto de hotel. Dejándola semidesnuda, la mujer hizo un escándalo que terminó por callar diez minutos después.
Ónix salió a la terraza, miró los rascacielos. Detestaba esa ciudad. Su alma estaba ennegrecida por el rencor, que año a año se apilaba en él.
Pensó en ella, recordó su rostro, su voz, su sonrisa. Una punzada de nostalgia embriagó su ser. Miró el cielo azul. Sintió el aire frío, era Nueva York, otra vez.
«¿Dónde estás, rusa? No podrás esconderte, he venido por ti, voy a vengar tu traición» pensó, entonces todos los recuerdos de hace seis años lo atravesaron como una bala en su interior.
Cuando Rosbell Rosenbaum escapa antes de la boda con Lord Derickson, la familia debe tramar un plan para salvarse de la ira del hombre. Mackenzie, la menor de las Rosenbaum, debe asumir la responsabilidad y casarse con un desconocido. Andrew Derickson no es un hombre cualquiera, de mal carácter y descarado, provocará un caos en la vida de Mackenzie, ambos deberán encontrar una solución para tolerarse, mediante un acuerdo de beneficio mutuo, sin saber, que la ventura nunca puede cambiarse, y la de ellos ya está escrita, pero, ¿Serán capaces de aceptar su destino de amor?
El marido de Vivianna se casó con ella por su herencia, y después de quitarle todo lo que tenía, la mandó a la cama de un acompañante y le tomó fotos. La amenazó con divorciarse con esas fotos y la obligó a salir de su casa sin un centavo. Dejó su país de origen en desgracia. Cuatro años más tarde, regresó a casa como Jefa de Diseño de Joyas y tuvo un hijo de tres años. Su niño genio le dijo después de bajarse del avión: "¡Conseguiré que el hombre más rico del mundo sea mi papá y te respalde!" Ella lo tomó como una broma, pero dos días después, su asistente le dijo que el hombre más poderoso del mundo se había robado a su hijo y la invitó a cenar. Al encontrarse, ese hombre sostuvo a su hijito y le dijo dominantemente: "Es mi hijo!".
Acusada de asesinato, la madre de Sylvia Todd fue considerada una traidora por toda la manada, condenando a Sylvia a vivir el resto de su vida sola y humillada como una humilde esclava. Lo único que quería la chica era demostrar la inocencia de su madre de alguna manera, pero el destino nunca parecía estar de su lado. A pesar de todo, Sylvia nunca perdió la esperanza. Como el futuro rey licántropo de todos los hombres lobo, Rufus Duncan poseía un gran poder y estatus, pero tenía una inexplicable reputación de ser cruel, sanguinario y despiadado. Sin que todo el mundo lo supiera, había sido maldecido hacía mucho tiempo y se veía obligado a transformarse en un monstruo asesino cada luna llena. Aunque el destino no siempre favorecía a los dos, unió a Sylvia y Rufus como pareja predestinada. ¿Se hará justicia para la madre de Sylvia? ¿Podrán ella y Rufus desafiar todas las normas sociales y permanecer juntos? ¿Tendrán estas dos almas desafortunadas un final feliz?
Después de que Ellie recuperara su verdadera identidad, se encontró en un inesperado matrimonio con el Sr. Thorpe, un hombre lisiado que era despreciado por todos. Su exnovio infiel aguardaba su arrepentimiento, mientras los demás la miraban con sorna. Sin embargo, para Ellie, su aclamado bar no era más que un proyecto secundario. Su vasta colección de joyas parecía trivial. Los mejores diseñadores estaban a su disposición. Poseía autos de lujo, grandes mansiones e incluso islas privadas. Tenía el poder de ganar prestigiosos premios y vengarse de su infiel ex y de la amante descarada de este. No obstante, para los extraños, su vida parecía aburrida, ensombrecida por la discapacidad de su marido. Un día, el Sr. Thorpe se levantó de su silla de ruedas, incapaz de mantener la fachada por más tiempo. "Ya no puedo seguir fingiendo. Mi mujer es demasiado extraordinaria", declaró. Ellie, con las manos en la cintura y los dientes apretados, se enfrentó a él: "¿Y el divorcio que prometiste?". Tocándole suavemente el vientre ligeramente abultado, el Sr. Thorpe respondió en voz baja: "¡En tus sueños!".
Darya pasó tres años amando a Micah, adorando el suelo que pisaba. Hasta que su abandono y el abuso de su familia finalmente la despertaron a la horrible verdad: él no la ama. Nunca lo hizo, nunca lo hará. Para ella, él es un héroe, su caballero de brillante armadura. Para él, ella es una oportunista, una cazafortunas que planeó su camino en su vida. Darya acepta la dura realidad, reúne los pedazos destrozados de su dignidad, se divorcia de él, recupera su nombre real y, reclama su título como la heredera multimillonaria más joven del país. Sus caminos se vuelven a cruzar en una fiesta. Micah observa a su ex esposa cantar como un ángel, romper la pista de baile y luego frustrar a un malintencionado con una patada giratoria. Se da cuenta, con retraso, de que ella es exactamente el tipo de mujer con la que querría casarse, si tan solo se hubiera tomado la molestia de conocerla. Micah actúa con prontitud para recuperarla, pero descubre que ahora está rodeada de solteros elegibles: CEO de alto poder, bioquímico genio, cantante premiado, playboy reformado... Peor aún, deja bastante claro que ha terminado con él. Micah se prepara para una batalla cuesta arriba. Él debe demostrarle que todavía es digno de su amor antes de que ella se enamore de otra persona. Y el tiempo se está acabando.
Los rumores decían que Lucas se había casado con una mujer poco atractiva y sin antecedentes. En los tres años que estuvieron juntos, se mantuvo frío y distante con Belinda, que aguantó en silencio. Su amor por él la obligó a sacrificar su autoestima y sus sueños. Cuando el primer amor de Lucas reapareció, Belinda se dio cuenta de que su matrimonio era una farsa desde el principio, una estratagema para salvar la vida de otra mujer. Entonces firmó los papeles del divorcio y se marchó. Tres años después, Belinda regresó convertida en un prodigio de la cirugía y una maestra del piano. Perdido en el arrepentimiento, Lucas la persiguió bajo la lluvia y la abrazó con fuerza: "Eres mía, Belinda".
Corinne dedicó tres años de su vida a su novio, pero todo fue en vano. Él no la veía más que como una pueblerina y la dejó sola en la boda para estar con su verdadero amor. Tras ser despechada, Corinne recuperó su identidad como nieta del hombre más rico de la ciudad, heredó una fortuna de mil millones de dólares y acabó llegando a lo más alto. Pero su éxito atrajo la envidia de los demás, y la gente trató constantemente de hundirla. El Sr. Hopkins, famoso por su crueldad, la animaba mientras ella se enfrentaba uno a uno a esos alborotadores. "¡Así se hace, cariño!".