img El hijo del millonario y la chica reprimida  /  Capítulo 6 Seis | 10.91%
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Historia

Capítulo 6 Seis

Palabras:3479    |    Actualizado en: 03/05/2023

a. La mujer de cabellera castaña, ojos oscuros y cuerpo esbelto, ceñido en un vestido de tela gruesa y de color negro; y de cabello peinado en

ha? —interpela mientras juega con el ob

, m

una sumisa», termina en su mente, lo

iablos te comportas c

mamá —replica co

, suspira y luego la mira con odio—.

. No podía creer que su propia madre pu

an pintados de rosa intenso y se cruza de brazos—. ¿Sabes que tu tío se sacrifica para irt

apretando a medida en que su madre expresa su de

as a punto de ser derramadas—. Yo

que tuviste tus razones? No existe una justificación para tu forma de p

e punto, las lágrimas ya se han derramado

se propase conmigo, mamá

? Estás tan desesperada porque Paco se interese en ti que te inventas babosadas. Eres una mocosa insulsa y

s alaridos. Le es difícil de asimilar cómo su madre defie

ndebida y me hace sentir incómoda, mamá. ¿Por qué te es tan difícil creerme a mí que soy tu propia hija? Si tan

, seguida por varios ataques con

o son más que celos. ¡Claro! Como él sale con chicas que sí son bonitas, pues entonces te inventas esas estupide

ón y la encierra allí. Esta se tira en la cama a llorar su desdicha mientras se pregunta, si esa mujer de verdad

mporto, mamá? —ch

anera de que esta la ame. Desde que tiene uso de razón recuerda el trato tosco hacia su persona, las p

queta y protocolo, el buen manejo, las clases extracurriculares, aparte de la educación básica que rec

ita objetiva e inteligente, que debía cumplir con las exigencias estrictas de su madre, quien siempre la presentaba con orgullo a sus amigas falsas. Sí, para Samantha eso eran

sta algún trastorno o desorden mental ha de tener, dado que la forma

ntras rememora la razón por la

e algún derecho sobre ella, solo porque es el hermano menor de su difunto padre. Es que no concib

Como siempre, su madre prefiere creerle a él que a su propia hija. Esa cruda y triste realidad, la hace sentir insegura en su propia casa y una muñeca sin val

nsando! —se reprende a sí misma mi

*

ste ir a una fiesta liderada por los playboys de la universidad

en las sombras? Somos jóvenes, está bien ir a fiestas y divertino

rimer semestre. Yo los conozco de la secundaria, aunque estos no me recuerden, y el último año estuvo lleno de peleas entre

cuela que ellos? Pero estos

esboza u

onocer, no podrían porque mi mamá me compró ropa nueva y más “juvenil”, según ella; también ahora me lleva a la peluquería y hasta me

Vaya, tu mamá

os y finalizar la uni con honores. Mi objetivo es llegar a ser una gran editora de texto, para así ayudar a los escritores apasionados a dar a conocer su arte.

ra raro y se c

ra con ojos entrecerrados. Su amiga

más del tipo poeta. Es por esto que prefiero hacer reali

hos lectores que demandarán tu arte. Incluso yo seré tu primer fan, me encantaría leer tus poemas y todo lo que has escrito. ¿Sabes qué pienso? Que esta carr

a—. Gracias por tus palabras, la mayoría de personas que han sabido a lo que quiero dedicarme, suelen decir

brazo, las jóvenes toman cada cu

*

e muere de los nervios, debido a que ese día, p

queja Paula, al percibir los temblores d

las matemáticas con todas mis fuerzas!

increíble la manera en la que haces esos cálculos, para que te quede

aso me gustan

n dando matemá

que nada tienen que ver con publicid

? Escuché por medio de Armendia, que tu mamá volvió a tratarte muy mal y que, en sus discusiones, se escuchaba el nombre de Paco, ¿sucedió algo con é

rsona más cercana a ella allí, sin embargo, prefiere ser sincera con ella y que sepa la clase de cerdo que

eso? —interpela co

edo y lástima, mas deci

a de una manera que no debería y hasta busca excusas para rozarme y toq

te prefiere a esa niña poco atractiva, inmadura y sin ninguna experiencia en la vida. ¿Qué le vería él a ella? No, eso no puede ser verdad, de s

ijaría en ti ni te acosaría. Él es un hombre muy apuesto y que no necesita rogarte a ti, ya que mujeres que se les ofrezcan tiene de más

ra explicarle. Samantha, quien ya está acostumbrada a que la juzguen mal, se tira en la cama a llorar; n

*

untas a la fiesta. El problema es que el conferencista se ha extendido demasiado en la charla, por lo que no está segura por cuanto tiempo estará en ese aburri

ena persona no es. Ella disimula un bostezo y se remueve incómoda, debido a la ansiedad qu

ras de

da y Ariadna le reclama—. Tengo media hor

rencia se extend

e a las siete

dia hora. Pero a mi madre se le ocurrió cenar

no tiene sentido que vayas a t

e el labio inferior si

de la puerta—. Que dice la tía que si te dio diarrea. Tien

ebo colgar, si quieres adelántate qu

yendo a esa estúpida fiesta es porque t

rás que es

Ruega en su interior para que a su madre no se le ocurra hacer una reunión familiar antes de

*

anta su ansiedad que siente que le duele el estómago, el pecho y hasta la cabeza. Se

o, se peina el cabello y se sacude el ves

mientras se lame los labios y

pone la ropa encima de la cama. Con esta forma un bulto largo al que arropa por completo, para que simule

a sin permiso, aunque eso no es necesario, debido a que esta le teme bastante a s

e que abre su ventana, el día que salió con Paula a comprar sus mene

ro por alguna extraña razón, siente que su madre o Paula podrían entrar en cualquier momento o pasar po

ue Ha logrado abrirla sin hacer ruido y que está cerca de saborear la libertad. Con dificultad, miedo, sudores y el pecho agitado, se tira por la abertura y cae sobre

a en sus adentros mientra

ura. Después de indagar por unos minutos, celebra en silencio que ha encont

este y logra cerrar la ventana. Como prisionero que tiene la oportunida

*

Ariadna. Ella abraza a su amig

nto muc

suerte estoy en un lugar habitado y con tiendas de comida y helado. Vas a t

zo y se la lleva a rastras hasta la playa—. Ahora vamos, a

nte que su corazón bombea más sangre de lo regular cuando visualiza el festejo, donde hay un grupo de chicos y chi

tada, debido a que nunca antes había estado en

ncia de él. Un leve estremecimiento la sacude porque los ojos azules del chi

a atolondrada y sin poder

lo mire. El cabello rubio de Adam es levantado por el viento del mar, pegándose a su rostro y nuca, pu

ñe a la perfección al cuerpo definido y esbelto. No le cabe duda de que

sonrisa ladina que la saca de aquel extraño trance. Quiere que se la trague la tierra al notar su mirada fiera

l se dio cuenta de que esta se lo ha comido con los ojos. Como resultado, la vergüenza embarga a Samantha y de momento

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