unto, siente que no disfrutará de su cumpleaños. Si es sincero consigo mism
seductora; sin embargo, este solo la mira inexpres
ene con desafío, la morena que lo maldijo e
mi chico —profirió Sandr
al lado a Adam con expresión posesiva—, pero él n
os?», piensa
ora mismo no tengo ganas de bailar, creo que me está doliendo la cabeza. —Adam
y algunos chicos que se mueren por bailar con ustedes. ¡Juan! ¡Carlos! —Ricky llama a sus amigos del skate—. Estas hermosas chicas están aburridas y
es de que reclamen, los chicos la sacan a bailar, de e
el ganado —le comenta Rick
saber hacer tus jugadas, Donjuán —le corrige. Como respue
ías conmigo; ese es su problema. Segundo, la morena loca se ofreció a darme cariñito, pero de
uedamos en que solo serían los chicos del skate y algunas chicas que patinan
r lo menos vinieron solas y no se trajeron a sus insoportab
rases insinuantes. Con gestos maliciosos, le palmean el hombro a Ad
esvelos —le susurra sobr
ido, tanto, que los toques a su pecho se tornan incómodos. Sin entender cómo remediar la pará
ido azul marino de falda ancha, cuya tela juguetea con el viento. Aquella ropa luce elegante y juve
que él no es el único que la detalla. De alguna manera, saber que esta se lo está comie
rado —Ricky lo saca
esponde con esa mirada sombría, que suele usar
onrisa socarrona—. Nunca te había visto ligar con ese ti
cky—. Si sabes que este imbéci
tipo de bombones y tiende a ligarse a las más bonitas. Creí que el asunto con esa
una profanación—. ¿Por qué me miran así, putos cabrones? Acaso me van a negar que es bonita. Ustedes son unos prejuiciosos, que ella no te
tidiosas a sus oídos, por lo que él les di
da…, yo diría tierna y simpática; pero no “buenísima” como dices. En realidad, ella no es tan atr
ta Adam con expresión indignada—. Por
activa, aunque es media rara. Mas yo prefiero a las chicas deliciosas como Sa
s y mente abierta. Hacer lo que me venga en gana con una chica como ella no sería un problema por
conquistar y que, para darles un mísero beso, debes rogar
en cambio, ni siquiera me molesto en prestarle atención. ¿Cómo se atre
e ir yo a recibirlas, puesto que me da la impresión de que no se sienten
al notar que ella también lo observa, entonces él hace como
layo a Samantha para estudiar qué tan interesada se encuentra ella. Después de un rato de juegos de miradas entre ellos, este de
la fiesta? —inquiere con natural
u expresión tímida y el nerviosismo que ella trata de disimular, pro
ky regresa con dos sodas y
ísono mientras toman el ref
m abre la boca, la mirada de Samantha se encuentra con la de
con el incómodo silencio. Él les sonríe de forma amigable y su tr
con Ricky —comanda
de ser cortés. La sonrisa de Ricky se desvane
erviene Samantha avergonzada—. Es que
y el ceño fruncido. Todos se quedan esperando a que añada algo m
r mucho conmigo —convence Ricky con voz suave y comp
, en cambio, se cubre la cara con las dos manos y niega con la cabeza; pero Ricky no acepta su negación, en su lugar, la
con una mueca de disgusto, debido a
e mi amiga esté ba
rdame el secreto o moriré picado por un mulat
dama, puesto que, para él, su
ocupes, so
coquetos de parte de él, provocan que los latidos del corazón de ella se tornen intensos y rápidos
cepta ella, con
on tal de ver y escuchar esa hermosa risa, me convierto en un payaso. Es un placer inexplicable verte soltar esas m
s amigos no pondrían este tipo de música en una fiesta. No obstante, pronto cae en cu
los brazos de ella alrededor de su cuello y termina con la separación anterior cuando la abraza por la espalda baja. Los latidos de ambos se tornan vehementes y
ave, pero adictiva a la vez, que siente que lo embriaga; asimismo, sentir la calidez de su piel, el movimiento que hace su pecho al respirar de forma
os artificiales, como si todo su alrededor hubiese desaparecido y solo encue
Ad
aquella burbuja y termina
ección al llamado con espanto, para descubrir a San
nizan los rumores de haberse enredado co
con la ira emanando de su ser—. N
ilando con esta... —secunda Sandra, quien mira a Sam
Se me pasó el dolor de cabeza y decidí
no yo? —interpela L
sta. No te entiendo, dijiste que no me rogarías y mírate aquí haciéndome reclamos sin senti
decir?! —exclama Sand
l efecto que le provocaron las palabras de ese creído.
oy mejor que ella. Si me vas a cambiar, por lo menos hazlo por alguien que valga la pena —
la rabia que lo quema por dentro, actúa por impulso y con ganas de callarle la boca a esas víboras. Es por esto y
razo, atrayéndola a su cuerpo en el acto. Lo siguiente que hace es sos