Vacaciones en París

o, y si bien no me estaba desconectando completamente, no estaría 24/7 sentada en mi escritorio, sentía que tenía que vivir mi vida, tenía veintinueve años y me e

países, miré por mi ventana una ciudad tan conocida para mí, me sab

es, luego dos meses, y ahora había decidido darme un maldito año. Él estaba feliz, era una oportunidad que siempre espero, y aunque sabía que no

vivía en París, la ciudad del amor, ella había encontrado el amor con un simpático francés, y se había queda

os casi seis años que me doy un tiempo para mí, igual no te mie

, y te estás desperdiciando detrás de un escritorio, ¿hac

er! —digo,

estás —dice, yo me

n qu

ez —digo, ella

estás pasando nada mal

ra guapo, estaba en muy buena forma y yo era un imán de ese tipo de hombres, no había sido dificil llevarlo a la cama, llevábamos unos d

o más, o involucrado sentimientos —

s personas adultas que están dispuestos a t

podrí

o

dos años y era con quién más había durado. Yo en cambio sólo había tenido un novio con el que había durado cuatro años, pero definitivamente no era para mí y comencé a pensar en otras prioridades y pasatiempos y eso nos hizo alejarnos, y a eso súma

te juro que te enamorarás de este lugar —d

Me iré a dormir, nos vemos precios

amiga —s

limpio mi rostro de cualquier tipo de suciedad, incluido el maquillaje, que a pes

ía largo como profesora de mi hermano. Pongo la alarma de mi celular a las 6:30 tenía q

no nos

ucho trabajo

una cita de sexo casual, pero

tie

echo nunca. Yo era la cabecilla de mi familia, desde que murió papá, había tenido que hacerme cargo de la familia y de la empresa, y solo era una chica con poca experiencia, casi recién egresada, pero su muerte había

parte de mí sentía que no estaba vi

iempre me ha dicho así, dice que de pequeña me compo

hes madre —

iero m

uiero

lo hacía desde que me había ido de la casa. Apague la luz de la mesita de noche y me dispuse a dor

tenía todo anotado, ella me lo recordaba, a veces eran demasiadas cosas que tenía en el día, reuniones, citas con inversore

unos inversores, su hermano acaba de llegar y está en s

via —digo, e

? —me pregunta, yo

n hoy me encuentro bastante

sus vacaciones debería incluirla

—digo sonriendo, ella sale de

avena y el café, era muy eficiente y yo le pagaba bastante má

via —digo, e

l señor Álvaro, por la mañana lo he llamad

unión de ahora? —pr

d —dice, yo levanto una ceja pero no digo nada, anoch

iend

i café sabor Mocca, poco a poco mi cuerpo comien

uda, yo pongo la mejil

—digo, él en

alto que tú —dice,

no seas adulador —digo, ahora

? —dice, yo asiento—. Bueno

onistas, o que eran potenciales, ellos me los presentaban con una presentación, y me tocaba decidir si aceptaba tener

ia, Julián y yo asentimos, nos levantamo

dominadas por los hombres, al principio no confiaban en mí, claro por ser mujer, como si no pudiéramos hacer est

—me saludan, con Julián se sa

tomo asiento en la cabecera de la mesa, yo er

ido y es uno de los nuevos millonarios de ese país —dice, yo asiento—. He coordinado una reunión con él, pero en Par

e esperarse, mis decisiones no se contradicen, s

acaciones se h

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s guste l