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Historia

Capítulo 3 Eliot.

Palabras:4172    |    Actualizado en: 09/05/2023

importa, jure no volver a cometer esa estupidez, pero… hay más de una forma de morir, como el alcohol, o mejor aún, caminar de madrugada, sola, vistiendo una falda que apenas me cubre el trasero y un

mi muerte y eso está bien, s

e que éramos niños. — acaricia mi cabello

por qué hacerlo, ¿Qué hubiera pasado si te encontrabas

los defectos son la carencia de emocione

¿C

osa, arrogante, altanera, pero gracias a

es mi Chi

tuya, porque si tenía defectos, aun los tengo, soy caprichosa porque te desee incluso en aquel tiempo, egoísta po

de mi mente se desvaneció y me dejo ver

eben regresar, las debo mantener a raya en mi mente desquiciada. — ¿Estas bien? — abro mis ojos de golpe al sentir una m

n que él pueda ver mi odio, mi necesidad, y también mi deseo de querer grabar su voz,

rostro serio, su mirada que lanza ray

. — ves Eliot, puedo ser despreciable, puedo ser altanera, puedo ser lo que más odiabas de la gente rica,

alentina? — desconfianza, eso veo en sus ojos, serás un

ije, doy

golfa? ¿bebiendo u

e da la gana, prejuicioso de mierda. — no puedo evitar sonreír al ver su rostro

ndice en mi labio y ruedo los ojos com

reocupación, se lo que preguntara y vuelvo a reír, maldición debería filmar este momento y mostrárs

uecas son mu

e su hombro para quitarlo de mi camino, pero en men

están tus

lo impiden, no solo eso, me arrastra a un callejón no tan oscuro, y más limpio de lo que esperaría en este lado de la cuid

o mi reina? ¿quién

o se puede romper algo que no

e Eliot que el mío, lo que despertó mi furia fue el desprecio con el que lo dijo, para mi suerte y desgracia de su descendencia,

en el suelo de rodillas, como se retorcía de dolor, Salvatore solo se dedicó a devorarme con sus ojos oscuros, como si jamás hubiera visto una mujer con minifalda, o con

creo que fuese por el hecho de que uno de ellos estaba aún quejándose por

cen aún más. — Digamos que es mi estado natural. — termino de decir y muestro mi sonrisa más perra que tengo, dejándoles en cl

plió su promesa. Me quedo inmóvil viendo el brazalete de oro, que en ese entonces me resulto demasiado grueso para mi muñeca, pero que ahora era de gran utilidad para cubrir eso que tanto desestabilizaba a mi familia. No me doy cuenta

stas muerto. — rompo la botella contra una de las paredes y cuan

, porque necesito, deseo, escuchar

erás en un lio muy grande y

na, no

aldita blusa se levantó y que la parte baja de mis senos son

so en parte me conmueve, ¿Cuándo fue la última v

poco cordura que me queda, toda ella depende de ese brazalete,

egando y nada bueno resultara. — Ezzio me suelta poco a p

el asfalto, casi atropellando a los De Luca, lo peor es que no viene solo, Lion también esta

mandíbula apretada, puedo j

a Rocco ignorando la m

mi dirección, pero antes qu

cursi. — veo como Don saca su

bligando a Don a mover su arma, aunque es tarde, la bala roza mi mejilla, aun

is hermanos los que gritaron, p

Rocco, estaba pálido y su risa burlona ya no estaba, extendió la mano y tome mi brazalete, entonces tom

tomar una bocanada de aire, mientras mi mano se aferraba al brazalete, para cuando vol

n veía los ojos de Rocco, estaba frente a él, a menos de veinte centímetros de

os a mis familiares, estoy segura de que no comprendían por qué no se acercaban, p

moví, como si Rocco no estuviera allí, caminé e incluso lo emp

cc

vatore nos tiene un poco preocupados, ella aun carga esa pulsera con la inscripción Eliot y Tina por siempre, no nos

olo está viendo a la acera de en frente, es entonces cuando veo a nuestra reina

una sonrisa se expande por mi rostro

erte que no le quisieron hacer nada, menos mal que a Ezzio se le ocurrió la idea de darle un poco de glamur a este vecindario, de esa forma podemos atraer a pe

one que debemos enamorarla, Ezzio al menos la a besado. — Haz que se

o la lleva hacia el callejón no soy el único en molestarse, cruzamos justo para ver como Tina le rompe los huevos

queda clavada al piso, viéndolo, como si nada más existiera, como si toda su vida girara en torno a ese mal

oscurecen, su rostro se contrae con odio, y está a punto de intentar atacarme cuando Ezzio la toma desde atrás, levantando sin

a definitivamente reacciona a la

me gustaría verte en él. — maldición, ¿acaso está generan

na, no

no en el bolsillo aprovecho a apretar la maldita j

co, d

solo para ocultar el malestar que me

y nada bueno resultara. — Ezzio la obedece, claro que sí, está

na Ferrari negra… ¿en verdad niño?, las ferraris deben ser rojas,

ioso, creo que piensa que le quer

go su atención, solo

puedes quietarme la

lanzara por mí, pero para mi sorpresa es su mellizo quien me apunta co

ir, fui consciente de como corrió unos milímetros su rostro y su nom

con ella, ¿cómo se le ocurre poner su vida en

mbio, solo cierra sus hermosos ojos y respira con profundidad, me gustaría be

estaba sola, nos podía tener, solo debía aceptar y lo demás lo

que me inquieta, la aman, y ella estoy seguro de que también, no se ve bien, ¿por

ía quedado demasiado perdido en su rostro, en sus ojos. Aun atónito veo como sigue caminand

dado a demostrar sus sentimientos, menos frente a quienes considera enemigos, aunque claro,

o es como Donato que no dice nada, pero nos está acribillando con la mirada, bueno solo a mí, pero en silencio,

ice el mellizo de

jos? — indago sin

por eso lo salvo. — sus manos se cierran

rofunda de Noha no me causa miedo, se n

levanta una de sus cejas con incredulidad en mi dirección, de acuerdo lo confieso

a arranca tus ojos, o man

ada, como apresura su paso, a donde Tina está de pie, en una esquina, y como si estuvie

stro territorio? — Leonzio encara a Noha,

to, el padre biológico de Tina es quien habla y

ent

re ya sé que lo arruine, observo en silencio a m

mi cabeza, arrepentida, apenada, sintiendo la clase de m

, no volver

ja? Siempre vas al cemen

en ese lugar ese día, cuando aún estaba allí ti

mpo de dar vue

que no lo intento? ¡¿piensas que me gusta vivir así o así sea vivir?! — la

ina, lo lamento tanto,

ina lo que es para mí, pero mi dolor y eno

lven a mi madre, consolándola, no lo soporto, me levanto y voy al pequeño baño

no es el motivo por el que estoy aquí, me coloco mi ropa deportiva, y por supuesto las zapatillas con elástico, sin co

olor en sus ojos, pero no doy marcha atrás

coma alcohólico! tu… — su dedo índice se eleva en mi dirección, me gustaría decirle que es de m

desháganse de la loca de Valentina, la inút

es de esa forma! No m

mos un lazo sanguíneo que nos un

imo, lo sé, es lo mejor, que me odie, las pers

l cosa?! — mi madre esta roja de furia, b

na, eres un fracaso Emma, deja de mentirte a ti misma, no eres fuerte, sigues siendo Emma, la pobre huérfana… — observo como mi madr

o, ya que cuando giro para verlo, me doy cuenta de que no está

con la gran Ámbar Zabet, después de todo… si a ti no te da vergüenza salir con una mujer tan mayor y ta

, y solo hasta ahora me doy cuenta?, dime Valentina, ¿la historia de Prieto y Demetri se re

uerido tío Demetri, tu, no tienes nada que yo pueda querer, nada que valga

me con lastima

í antes, sé que no eres así, y no comprendo porque lo hac

, pero comprendo que con tu edad

ra la b

s, ni tú, ni nadie, ¿me oyen? Si se atreven a

de por vida a que te termines matando, y

er pronostico, rio, mientras todos me ven como si realmente hubiera perdido la cordura, quizás sea así, pero no me impo

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