Conquistando la ley (Romanov).

a

do mi se

o mi camin

amino hacia mi

de mi padre durante los últimos años, sino que de igual manera ese hombre es el amante de mi madre. Ella se ha aprovechado de la gran confianza que existe entre ambos para involucrarse con él de forma sentimental y vaya que ni siquiera lo llegué a sospechar en algún momento. No pensaba que mi madre podría comportarse como una m

lo encontré besándose con mi querida madre apasionadamente. Y ahora, mientras regresábamos

de tus hermanos...Si lo haces, yo misma te mataré ¿Te quedó cl

en una buena madre. Amenzando a tu hija menor, quién sin querer ha descubierto que duermes en la misma cama que Jaeyoon mientras q

me dio la vida, no obstante, ella le ha fallado a to

o me culpo por haberme enamorado de otro hombre q

rtido casi treinta años de tu vida? ¿Todos esos años son nada pa

ría de ganar de correr a decirle la realidad de su matrimonio, porque nadie se merece ser e

prometer amor eterno porque no sabemos que pasará al día sig

ue ame más que a su esposa. Ese hombre te ama y por protegerte, lo hace todo —las

ndose. Cuanto más hablaba, más la odiaba. No puedo creer que

e ha sido mi ejemplo a seguir, esté haciendo este tipo de cosas. La gran mujer a la que le encantaba la seriedad, fidelidad y los lujo

de la maldita relación y fuiste a revolcarte con su mejor amigo —apenas dije aquello, me golpeó en la mejilla—Puedes golpearme todo lo que qui

í de lo que tengo que aguantar gracias a tu p

luso más sádico y violento que papá. Ahora, puedes comprar mi silencio al amenazarme con mi propia muerte y seré capaz de fingir perfectamente ante los demás, pero, tú y yo sabe

se entera, ma

e iban a tener tus actos después? ¡Te involucraste con dos capos! Deb

amente debe s

s a Dae? —Interrogó

una —le guiñé el ojo—Al menos mi

ieres morir, más vale que te quedes callada ¿Está bien

ui a mi cuarto, esa noche no pude dormir bien porque me sentía culpable. Sentía l

e el amor de mi vida, Kang Dae, uno de los hijos del amante de mamá, había huido junto con sus hermanos gracias a la muerte de su progenitor. Tenía mis propias preocupaciones y con un gran esfuerzo,

r, empecé a odiar a mi padre por todo lo que nos hizo vivir. Gracias a él, estoy obligada a vivir dentro de una puta mafia, a cometer actos ilícitos, a huir cada vez y cuando. Me tardé más de lo debido en entender cuál era la realidad, aunq

ó y continuó queriendo a Maximil

anos reemplazaron su lugar, pero, nadie me ayudó a

meros años de vida, pero, la verdad es que no existe ni una sola persona en este mundo que no odie a Maximiliano Romanov. El porqué es bastante simple, puesto que

mis habilidades de escape, y caí, rompiéndome la pierna en el proceso. Por suerte ha pasado más de cinco meses desde aquel accidente, sin embargo, a pesar que ya me encontrara bien por

mo tiempo que no dejaba de revisar su teléfono. La expresión que había en su rostro era serena,

io cuestionó, preocupándose al no saber qué e

italiano...Francesco De Angelis —se mordió el labio

ba todo, excepto la

? —Nuestro padre apareció en la sala y pregunt

ó intentando salir de territorio ruso...—dijo mordiénd

solución a todos nuestros problemas como mafia. Los árabes amenazan con matarnos si no les entregamos los territorios que ellos desean y ahora que acaban de atr

os, y no creo que él tenga alguna razón para dar más información

es. Además, que a veces la policía suele ofrecer buenos tratos para que puedas darles información específ

mitir que se les escape de las manos como si nada —Katya farfulló, poniéndose de pie— De igual manera creo que en algún momento debe saberse algo respecto a nuestra famili

aba esto. Tendríamos

r su lado hasta nuevo aviso. Por lo que, más les vale apresurarse hacien

a a ser la primera vez que tuviéramos que huir de esta forma, pero, la más grande diferencia era que por primera vez des

árabes no sean capaces de encontrarlos, cada uno por su lado no lo olviden ­­­­­—señaló desapareciendo de n

lguien quiere comunicarse conmigo, y por favor...—comenzó a susurrar e imaginé lo que estaba a punto

nti

todo este desastre que se ha formado, tengo la oportunidad de dar un pase

dirigí a mi habitación, pensando en la furia que me causaba tener que irme apresuradamente

abrigado, por supuesto guardé un arma en mis bolsillos. Cuando termi

me lastimó tanto en un pasado, me veía en la necesidad de fingir frente al rest

ue te acompañe a tu destino —respondió. Como de costumbre, no me mi

s confiables de mi padre por el bosque que estaba cerca de la mansión hasta que di con su paradero—Buenas tardes Pablo

helicóptero —dijo antes de desaparecer. Me quedé en silencio, tan solo observando todo lo

peto. Era la única ventaja de esta montaña de mie

arisa ¿Ya te va

nta de lo que está pasando en este lugar, por lo

ue huir como una sucia criminal

al pendiente de todo lo que debe llevar a c

la captura del ital

que ha hecho es dejarme mucho más preocupada de lo que ya

a abrir la boca más de la cuenta. Posiblemente, ahora mismo los agentes de la FSB tienen el pecho lleno de orgullo por atrapar al italiano y están seguros respecto

tema de los españoles? —Cu

tar solucionarlo en los próximos días. No sé por q

es porque todo el mundo quier

ada nuevo pa

o está listo! —Pablo gri

o que dejarte. Nos estaremos viendo de

deseo un buen vi

iempre y no tendría sentido quejarme a estas alturas de lo que me toca vivir, así que veré como disfrut

ne sus ventajas y tam

mi

ajo duro, logramos capturar a ese gran criminal y ahora mismo, estaba a punto de interrogarlo. Para todo agente, es un orgullo atr

el día en que lo tuviera a mi merced —me burlé de él

favor, mejor siga soñando —rodó los ojos, pero, qué ca

a no perder

ofrecer un trato, que quizá puede convenirle de alguna manera —

asociación y es que tiene una capacidad increíble, y nadie era más indicado que ella par

e nos entregue más información acerca de los Romanov, y a cambi

os a escuchar

a de los Romanov y les doy el paradero de los coreanos, per

estábamos escuchando. Le hice una seña a mi compañera para

ir? —Le pregunté y ella asintió,

jar ir? —Contraatacó—No

dejemos libre a Francesco De Angelis —expresé, dirigiéndome hacia la oficina

ue necesitan —el hombre s

o otorgarnos información sobre los Romanov y darlos la dirección de los coreanos. Jefe, usted sabe la

ejamos ir al italiano no habrá ningún problema puesto que no será difícil atr

r de minutos, los cuales empezaron a volverse incómodos—Está bien, díganle al italiano que v

timos antes de salir de l

todas las puertas que han permanecido cerradas, aunque, m

os Ro

o haciendo lo que han querido desde hace muchos años y

Angelis, el capo de la mafia italiana más grande, esperando por una respuesta. Era simplemente

sotros, este hombre sin duda era muy engreído—No quiero

díganos tod