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Historia

Capítulo 4 IV

Palabras:2071    |    Actualizado en: 16/05/2023

e

durante mi horario laboral en la oficina, ni con comportamientos que cambien a cada hora. Te necesito a ti, Winter, y no importa cuánto deba perder por ello. Haré que confíes en mí,

do por horas y horas. Ella se fue alrededor de las ocho y yo salí minutos después

mendo olor a alcohol en su cuerpo. Mi primo menor era un desastre cuando se trat

ndiqué frunciendo el ceño. No deseaba tener una de esas noches en las que lo único que importaba er

y en ese momento supe que iba a perder mi pacie

de humor —volví a ordenarle, pero, él hizo caso omiso a mi petición y continúo baila

o vas a ponerte a llorar porque extrañas a Olivia —al solo e

laro? —Rápidamente él comprendió y acompañó a las chicas hasta la salida. Me senté en una de las sillas del comedor después de tomar una cerveza de la cocina. El nombre de Winter

enor que yo se cruzó de brazos luego de sentarse frente a mí—Sinceramente

desde que ya no la veía. Ella fue una de mis secretarias y bueno, el romance surgió de pronto, y para evitar inconvenientes dejó de trabajar para mí mientras continuábamos con nuestra relación, la cual duró ce

e me cuentes más —comenzó a prestarme atenc

jer me encanta, de tantas maneras. Es inteligente, seria y sabe muy bien las cosas que quiere. Solo

realmente me sorprende es escuchar que te gusta otra chica después de tu historia de Olivia. Me alegra

invité a que creemos una historia entre los dos en Saturno, y ella me respondió que, de ser así, allí vivirá todo aquello que

, te deseo suert

a era muy buena con las letras, sin embargo, con los números era una desgracia, al contrario que Winter qu

nt

ría emborracharme, puesto que lo único que quería era cont

se lo contarías a nadie? Ni siquiera a nue

—Así que ya dime que te tiene tan preocupada, como nunca, no quieres

evan Reed es lo que me suc

e lo tienes a tu lado —dijo a manera de broma y empezó a reír sin control, pero

apodo que siempre acostumbraba a us

intentaba besarme...Y esa no es la peor parte —cerré los ojos para prepararme—Lo

No puedes tener tales fantasías con tu jefe,

ufé—Sí, sí, ya me di cuenta que soy una completa idiota, más aún

—A este punto, nada podría cau

a su lado durante cuatro meses por culpa de ese maldito libro. Desde y

a que no tienes experiencia alguna en cuanto a un romance ¿Está bien? Y es que

uenta de lo que estaba pensado. Era mi amigo desde hace años y en ocasiones, me conocía mejor de lo que yo misma lo hacía. Habíamos atra

itírtelo ¿Dejaste que se diera cuenta de tu corta experienc

sin querer...—me quedé en sil

de esta clase con un hombre...—Rió bajo y lue

ed? —Arrugué la nariz lista para per

aya confesado que despiertas cierto interés en él —sus ojos eran como un agujero profundo

has hecho, inviernito!

nito —odiaba el maldito apodo más de lo

oras más en el bar, y lleg

a mi habitación mientras yo me cambiaba. As

torio y bebía un poco de agua. Mi madre enarcó una ceja y después se echó a reír con fuerza. Nunca nos mentíamos

e tienes otras personas a las que quieres de igual manera —

en, mam

os entre las dos, sin embargo, me avergüenz

hasta mí para dejar un beso lento en mi frente y luego en mi mejilla. Sus

ienes

s los días, no olvides que me siento muy orgullosa de las cosas que

cerrando los ojos—Te a

un lado a otro y desapareció de mi vista en un par de segundos. Dejé sal

me obligó a revisarlo. Al encenderlo, no podía creer lo que decía el mensaje y much

nto que no he dejado de pensa

ue esto es bastante inapropiado. Por cierto

se atreva a decirme que esto es

procederé a apagar mi teléf

era se a

que había hecho para darle esa confianza y que dejara de ser un hombre egocéntrico a ser uno que se la pasaba coqueteándome casi todo el tiempo. Pensar en dicha situación me causaba un tremendo dolor de cabeza. Los meses siguientes estarían llenos de enredos,

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