cción. Había escuchado ese nombre

—el hombr

—pregunta Kyllian

ala el callejón ilum

e el auto para q

lo ocurrido —emite él mir

n. Se apresura a abrir la portezuela del auto

—comenta recordando a la antipática señora de hac

ire y echa a andar por

oven voltea al oír el sonido de las llantas sobre el asfalto, mirando el auto perderse entre las calles desoladas, sonríe sin poder creer q

rtamento, al ingresar, Oreo la recibe maullando mi

as? —la carga entre sus bra

ucha rápido y se pone una pijama de algodón que la mantiene calentita en medio de la fría n

us pensamientos. Willow no comprende la insistencia con la que aquel sujeto se mete en su cabez

la mirada en el t

josa mansión de muros altos, color predominante blanco y madera natural, con ventanales de vidrio en la fachada. El amplio jardí

el timbre, inmediatamente es abierta mostra

, ¿En qué la

a señora, eh... —revisa el papel que

o permitiendo la entrada de la chica—. Le a

al

ncón del interior de la casa que derrocha lujo por todos lados. En una de las paredes blancas hay fotografías, pero una en par

recer a la señora que sin

nrisa, gesto que le parece falso a Willow—. ¿Er

educadamente—. Por c

Susanne no la estrecha, haciendo

nión en veinte minutos y no quiero ser impuntual, eso no es lo m

ie

te comentó de qué trat

a —respond

i se requiere en mi estudio. Aunque este último es solo con mi permiso, y también hacer las compras cuando Julia no p

oy buena aprendiendo

no hay otra duda, tiene

fácil, no me hará

nne

e cada una de las labores —informa mientras le da el último s

pleada Julia le recuerda que debe l

cuelga su bolsa en el antebrazo y le pide al chófer que

pero la señora Susanne

así con todos —habla Jul

la joven—. ¿Qué d

de las habitaciones—. En la planta alta están las recámaras y baños

y saca el uniforme que

eso? —hace

reglas de la

te y Willow bufa—. Genial, co

a ladeada, quizás sint

abajo —dice

gris. Recoge su cabello cobrizo en una coleta alta y de

mal —dice p

los implementos de limpieza, desde esponjas y paños,

necesita tener lista su habitación —explica Julia cruzando el

, gra

ación. A la joven le parece muy grande y amplia, ya que no acostumbraba a tener un lugar así, por lo que es algo abrumador ver tantos muebles costosos. La cama es enorme y se nota que también es exquisita, piensa

isible que aún a unos metros se notaba claramente. Aunque la mayoría de los inmuebles relucen, hay uno en particular que logra llamar la atenc

jos. Luego está otro marco con más fotografías, que la chica supone se trata del mi

ispone a comenzar la limpieza, así que emp

la obra —emit