do le cuento mi anécdota de ayer. Muerdo el interior de mi mejilla y me encojo de hombros antes de encogerme de hombros, pero

—me quejo—. No me expliques así las cosas

as que el señor hubiese sido alérgico a las nueces

stó —muevo mi mano restándole importancia al

mucho —tomó su cartera de la silla que se encontraba al lado suyo y se pus

pero no sé si seré capaz de aguantar

asiento—. Bueno, pero tampoco creo que sea muy agradable que t

—le doy un abrazo fugaz—

mesa para luego lavar la loza. Son las nueve de la mañana y hace un calor horrible, pero lo

Rodolf

hacerme algún almuerzo rápido y me voy a mi más preciado lugar; el sofá. Tomo mi celular y bufo cu

o lo haces, aplastaré tu linda cara

sabor del helado de pasas. Nunca entenderé

adable para mí estar cerca

ner que compartir con él. Sólo estará

ompañera no entiendo que ni la

se le ocurre invitar a su j

ue soy capaz de subir a Instagram la fot

leer su mensaje. Si lo jura por su actor favorito

u dirección,

n forma de derrota. En esta

…

red y chillo frustrada cuando el vestid

é hace poco, cuand

ro casi espantada cuando saco la cuenta. Los a

o vestido que tengo y lamentablemente no puedo ir con pantalon

e subirlo más, y me dirijo hacia la habitación de mi madre. Sabía que ella tenía u

nos, Arabella

ación “si vienes poco fashionista, no entras”. Es por eso, que me obligo a abrir el armario de Rita para buscar por cielo mar y tierra

visto este ve

me lo pongo. No creo ser la mejor vestida, pero tampoco

se me veía

evemente los ojos para después aplicarme el labial rojo que uso para oc

etamente lista, salgo de mi casa y espero a que pase un taxi. Cinco minutos después, logro subirme a uno y darle

r a su jefe para que no le arruine la noche —e

e iré al cumpleaños de mi

mano hasta que desaparece de mi vista e inhalo con profundidad preparándome mentalmente para caminar hacia la puerta de la casa de Ch

oco es como que nunca en tu

cuantas fiestas, pero jamás me había

ndos la tengo abrazando mi cuerpo. Chloe tiene 20 años y creo poder estar segura de que ella sí me

me alejo de ellas para entregarle la pequeña bolsa de

es que hayas aceptado venir —me sonríe agrad

me ob

r hacia allá? —le pregunto. George es mi jefe, tiene alrededor de 45 años y a

ener un grano

e hombros—. Tal vez está en el jardín,

rraspeo al recordar que ella puede invitar a quien quiera a s

anzana, cerveza, vino para los más sofistica

un vaso de Coca Cola —respondo. Me hace una seña con la cabeza para que la siga

e a alguna amiga de conf

gar Call Of Duty, no soy demasiado fan de las fiestas —dejo la bebida en su lugar y me apoyo en la mesa para mirar a Chloe—. De hecho, ni siquiera tenía ropa para m

gusto culposo junto

a muchas personas poco fashio

y ella suelta una carcajada—. Está

puntando a dos de nuestros compañeros de trabajo. Muevo mi cabeza de un la

la mesa por si me da hambre o

a mis amigos —grita sobre la música cuando pasamos cerca del parlante—. Algunos son un poco extraños, pero ninguno es u

o soy muy socia

ice acercándonos a un grupo de cuatro personas, dos chicas y dos ch

to con gracia justo cuando llegamos hacia

lena, Nick, Oliver y Penélope —apunta a cada una de las personas que se encontraban

egunta con un tono sincero. Se veía creíble eso de qu

sentar por aquí —murmuro mientras corro un poco la silla que se encontraba al lado de Nick para sentarme—.

a tu fiesta de cumpleaños es raro? —Nick pregunta con un

sta de Chloe, así que…

pregunta el otro chico qu

ntic

a blanca deja su mano abierta para chocar los cincos y yo

oco vieja —me pongo la mano en

me guiña el ojo y yo alzo mis cejas expe

ciendo rica

dejar solos —Chloe sube

invitados, ¿no? —Penélope habla p

na mueca de disgusto—. Solo para que hubiera

antes de tomar de mi vaso—. ¿Hay pepinillos? Estuve al lado de la

movimiento con el brazo de ¡Sí!. Amo los pepinillos

ustos parecen los

a pensando en ir a buscar más —la ru

iero volver a pasar por entreme

fiestas —Nick me mira con

o, soy más de

ora que le miro deta

indas líneas de expresión cuando sonríe, cosa que

n. Tuve que chantaj

si es que no me presentaba, así que usted

sí que es verdad —Nick concuerda conmigo, mostrándome

rracha y ya me estoy calentan

cara que creo que es guapísimo, elena lle

as gr

te —se sienta nuevamente en su

pero claramente sólo quiero saber el estado civi

ga demasiado interés en el amo

mo te llamas

li

ue ustedes con ese tema, así q

…

ber venido? —Chloe grita

do las cervezas, pero estoy bi

te dos horas después de mi llegada y lamentablemente no tengo demasiado agua

Penélope y Elena mientras que

os he visto ha

regunto a las chicas sin dejar de

como lo hacen en todas las fiestas,

Nick no me coqu

ago pipí, ¿dónd

a puerta —me responde mi compañera—. Te recomien

voy y

antes de caminar hacia las escaleras, para subir al segundo piso,

y me siento en el inodoro, haciendo un sonidito de satisfacción. Cuando termino, me lavo las man

escote de mi vestido que estaba un poco chueco y abro la puerta, encon

on tanta s

poya su brazo en la pared y me da una sonr

migo? —pregunto en broma, pero con

s, sí. Yo

y sin pensarlo dos veces, tomo su mano libre y lo

—le admito antes de tirarme hacia su

no arrepent