nda, que por un instante se quedó sin palabra

jugando conmigo? —cu

s solo que es la primera vez que la ve

manipular por este hombre tan inestable?», pensé con n

o si fui grose

alker bastante compungido—, no tienes la

como si le costara trabajo sincerarse. Era claro que toda esa actitud tenía que v

a Margaret, pero creo que debería superar esa

o, él palideció y c

... ¿Cómo

pere a que piense que el b

gay, no andaría con ese perdedor, ni a

me causó tanta gracia, que al

, tampoco me cayó bi

omenzó a reírse junto conmigo, pero

có mi jefe—, ya que con solo leer el ambiente pudo

e? —cuestioné, volviendo a cruzar de brazos—, aún

i "jefe molesto" adoptara

ui quien cometió el error, no ba

pliqué fé

ue me disculpe. Usted también

dole una mirada retadora—. Quizá no imprimí algún documento importante o

homas, que luego resopló fru

as me lanzaba una mirada seductora—. ¿Aca

torneado cuello al descubierto, sin embargo, como entre mis planes no

ía feliz con dinero, porque así puedo

respuesta, que al darse cuenta de que había sido rechaza

? Bien, entonces le daré un

r ciento —repliq

es mi última palabra

me quedo —insistí

sea el 15

ije

haciendo un enorme esfuerzo de contenerse para no estallar

emes a tu vida,

omenzar a quitarme el cinturón de seguridad para comenzar mi hu

oy el 25 por ciento

vida vale más que e

dir que abandonara el vehículo. Como todo fue tan repentino, me congelé al tener su rostro t

.. otra vez sobre

omo para reclamarle,

mismo con las

entre nosotros. Entonces noté que Thomas parecía culpa

ucé la línea —suspiró—. Lo siento mu

resión de dolor, que impulsada por el momen

, al ver que él me miraba con asombro—. Pero tengo que conf

Walker volteó a verme con u

ce, seño

suene algo loco, pero

no en

n ese punto no tenía a nadie en quien confiar, así que pref

é que podría encontrar algo que me diera una pista, pero lo único que conseguí fue encontrarme

e, que alguien como Thomas Walker pensaría que estaba loc

? Ni lo que pasó la otra noche —señal

mente me cubrí con las m

ué

a mi jefe, que se acerc

¿en serio perd

después volver al tema anterior—. ¡Pero no r

ante y tú lo olvidaste —después de esto, se echó

estaba bromeando, así que crucé

e estaba enamorado de mí, tenga por seguro de que

aso no recuerdas que todos los días sal

en su agenda que hoy tenía una cita con una tal Verónica, a las 8 de l

nito, que se echó atrás p

que olvi

razón mi alma usurpó su cuerpo —dije en tono de brom

s más, desde que esta mañana noté que actuabas complet

era antes? —pregu

me escaneara, lo cual me

tu costumbre ves

ue encontré y me pareció ad

a referirte a mí com

ué tanta confianza tenía co

go tu

rada? —pregunté,

ara señalar con su dedo

más atrevimiento y f

a de escuchar, aparté su ma

a bastante bien. Dijo

és de todo. No se quejaba demasiado, a pesar d

iene su oferta de un aumento del 25 por ciento a mi

tó y dijo con timidez—. Lo siento, no quise... por favor, no te ofenda

mucho, así que no tiene caso discutir más el

mirarme con ojos de súplica—. Pero por favor, quédate

ernos tomates, lo cual derrumbó la barrera de inflexibilidad que había construido para evit

piré—, pero con

ndic

s, podríamos mantener nuestra relación estr

s me miró aturdido, s

é no podríamos

ar el rompecabezas de mi pasado, le pido que no me trate con lásti

ural que nos tratemos como jefe y

pensar que no debía profundizar en mis relaciones con las personas con las

migo, no me gustaría que el día de mañana vuelva a per

nto a Thomas, que por un mo

reo que es bastante lógico que temas her

rá como si hubiera contratado a una asiste