En Mi Vida Solo Tú

una de las mejores universidades del mundo ha quedado atrás al igual que ahora lo están quedando mis años en Harvard. Alejarme

la de los que la molestaban por cualquier cosa, y nuestras tardes encerrados en el taller de

encé a preguntarle a mis padres si sabían algo de ella, o si podían darle el mensaje de que se comunicara conmigo, pero las respuestas que obtenía eran muy breves, “ella está bien”, “si hijo, no te preocupes, no

r abordar en la compuerta número 17” Escucho que llaman por e

bordar— me dice Antonella mientras que se

se— respondo mirándola a esos ojos color mar que me sedujeron desde

en ni que me lleven por delante con

os hacia la compuerta correspondiente y una vez que el per

quipaje superior y luego me siento a su lado —¿Cuándo le vamos a contar a tus padres? — me pregunta mientras extiende su

an el anillo, no te preocu

cerlos antes de ir a Milán

haberse puesto de acuerdo y dar a luz a mi sobrino un día antes— dig

baby? — inquiere

ne el bebé!” —explico y aho

que la miro, ella guarda silencio. Si hay algo que no voy a aceptar nunca de al

ede suceder— declar

ue de fondo comenzamos a escuchar las instrucciones de

…

a sig

han jugado en contra; no estoy seguro. Lo que, si sé, es que mi corazón se ha acelerado

entras vamos caminando por los pasillos del aeropue

después de tanto tiempo, han cambiado muchas cosas d

uando ya estamos frente a las puertas dobles

te deslumbrante como siempre con sus vestidos y su maquillaje a la última moda. Sin poder evitarlo voy rápidamente hacia ella soltando las maletas y a Antonella,

te he echado de menos ma

as que ahora si nos vemos o

e abraza —¿Nos vas a presentar a la pobre chica que has dejado sola

n su dorso y miro a mis padres. —Papá, mamá, ella es Antonella Fiore, mi prometida. Mi amor, ellos son Valent

capaz de decir mi madre para después ac

dice formalmente y luego es

noticia en casa con el resto d

e ver a mis hermanas y de co

re —Me he convertido en un abuelo baboso— b

ciente de las explicaciones que voy a tener que dar, y mucho peor aún la larga conversación que me espera con mi padre al respecto, pero por ahora, no quiero pensar en eso. Tan solo quiero disfrutar lo que má