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Historia

Capítulo 5 EL ARMA ENTRE MIS PIERNAS

Palabras:1290    |    Actualizado en: 15/09/2023

cinera” para sentirse orgullosa de su platillo principal, un lomo con papas y champiñones salteados con una crema. La entrada fu

a se va haciendo

nta de repen

la l

jaste toda la semana, necesitas descansar este finde. Que la lleve el chófer

vine caminando y

a persona si dejo irte sola —sacó unas llaves

os casi 60 años, se veía muy bien para su edad, aún tenía unos músculos trabajados, y ese traje negro m

ninguna palabra, hasta q

lar? Me encantarí

por este camino, ¿a

on vos, o como quieras llamar

inguna cita, uste

rado no hubieras venido a mi casa. Tal vez te intereso un poco y

sp

frar en qué calle me encontraba, porque de la ci

é un momento de

r junto con la plática que tuve con Paola, quería saber de qué era

e usted amó mu

el respeto, jamás he hablado mal de ella, fue una persona absolutamente maravillo

te darle

ue mi niet

en lo correcto de divertirse, pero no juegue junto con

enemos que

sale primero y da la vuelta por su automóvil para abrirme la puerta, lo hace pero yo no consigo salir,

or Horacio, fue u

e completamente iluminada, hasta que lo pierdo de vista y leva

y veo que Paola sale de un bar— ¿Y es

are algún auto amarillo, no quería hablar con e

con algún

, Paola —digo

inguna explicación para que

cerco a ella de forma amen

hachito fla

ue era un

amenazada —sacó su teléfono celular de su b

nieta de Horacio es mi alumna, y Ab

ntar —agarra mi mano y me lleva a al

evar? —me suelto de e

ella, sino que yo dormiré sola y ella va a pagarlo, servicio a la habitación… todo Rosario, es mi gran suerte de es

una mañana de domingo así al ba

zorra a mucho orgullo. Te doy un poco de din

beza. Realmente era demasiado

, ahora vamos a

a cerca del balcón, cuando termino de mojarme el cuerpo, me pongo una bata blanca muy suave. Voy a donde ella y me s

uito de

anto y veo la gran vista del lugar— ¿C

é te r

erior, y mis manos

cio, casi me voy a un hotel con él…

menos es

ar solita, no quiero buscar a a

ncipe azul” te siga diciendo que te va a mantener? Esto ta

o voy a

a de pies

ivina —chasqueó sus dedos y se puso contenta como un

imos u

r suerte tenía traje de ba

l, y por tu cara no hablamos de solo un beso, sino de varios y muchas carici

no está enamorado de mí, que

amente enamorado. Ay chica, yo que vos dejo abandonado al “humilde” de Mariano, y me voy con uno de ellos… o mejor,

que h

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