nas horas antes de la

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, se despidió de él con un arduo beso y lo vio marcharse, estab

casa— dijo

ego, corriendo hacia ella

ro no te agites tanto por

e saludaron A

s—los besó en las

su padre, amaba volver a casa y que sus ho

olvió entre sus brazos, atrayéndola

cosas. No debe tardar

en orden.— le regaló

ría John— se qu

tiempo con ustedes. Ahora, veamos que hay

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rante, sentía que pronto colapsaría por toda la tensión en su vida. Diego, había tenido una fuerte recaída por lo que fue necesario internarlo, la angustia la estaba matando pues al parecer el pequeño corazón de Diego estaba cada vez más débil, lo p

antó la mirada para encontrarse con el s

es?— preguntó fru

s de la biblioteca desea reunirse con el personal para lo del evento de

a llegar en peor momento. Terminó de organizar los documentos frente a ella, tomó su agenda de anotaci

que tomó asiento, dos minutos después

, mi

ón tan inoportuna, con ta

a al que me enviaron parece lugar abandonado, casi que

regaló una sonrisa. Los demás

ado!— se queja mirá

estoy en extremo agotada. Hoy me reuniré con las chi

le pregunta sonrie

s, lo prometo

— el señor Sebàstian Bentzell, ha decidido reunirse con nosotros antes de lo deb

ese esperado, sino un hombre joven, imponente, atractivo, tenia un elegante porte y unos increíbles ojos grises, bastante

pequeño escalofrío en la espina dorsal de Gilliam, quien para distraerse

presentes al unísono, mientr

omover la literatura y la lectura, he decidido seguir su legado y cumplir con algunas metas que durante su vida dejó inconclusas. El propósito de venir hasta acá el día de hoy, además de que me conozcan y pod

es preparándonos, ahora cada uno podrá dar un reporte de su

asiento, evitaba mirar a aquel hombre y los nervios se apoderaban de el

Gil", "Qué homb

icaciones y preguntas, mientras ella sentía

e todo parece estar casi perfecto.— su pr

ente, tendremos estaciones de promoción de lectura, algunas charlas de autor

mayaría, quería levantarse y salir corriendo. Nunca en su vida se había sentido tan nerviosa. Por Dios, ¿qué le estaba ocurriendo?— nec

señor Be

rtante— y no admito ne

debía pensar como solucionar a

nsas, era arrogaste y déspota— Soy yo quién toma estás decisiones, yo escogeré la persona que crea conv

epotente! pensó G

d crea, cualquiera de ellos podrá efectuar el

los presentes rogaban por no ser el elegido, ya que no podrían imaginar trabajar con aquel cínico y

r tan mala su

z sorprendentemente f

el aire abandonó sus pulmones ante aquella declarac

gada de...— intervino Liliana enojad

de ahora hasta mucho despues de la próxima semana, aún cuando termine

blioteca, no su secre

es necesario para los futuros proyectos y donaciones a la biblio

dijo evidente

intención de marcharse— señorita Warren, usted no se marche, necesito que se quede para afinar det

se retiraron, dejándola sola en la sala con aquel hombre. Sus nervios estaban por estalla

asa, de su oficina, su número telefónico, y además algunas instrucciones— de todas maneras tome mi tarjeta— se la extendió y ella la tomó— puede localizarme

do— dijo

stas actividades, pero debe recordar q

si necesito comunicarme con usted— ella tomó el aparato con manos tembloro

stá usted bastante te

experiencia n

debe solo a la nueva experiencia?— fijó sus he

semanas

logrado librarse

—dijo tembland

sita una noche de buen sexo— Gilliam, abrió los ojos enormes, creyó haber escuchado mal. Un fuerte ca

Bentz

illiam, no sabía qué decir, estaba sorprendida por lo turbada que se sentía— es una recomendación, usted ve si la toma o no, solo por si acaso debo añadir que estoy disponible— le dedicó una sonrisa— est

cuando por fin se calmó y logró re

intentó no ruborizarse

¿prepotente?

vamos al trabajo, tengo que aprovechar mis

agrada— le

especial por todo el trabajo extra, eso me ayudará m

lo por dos semanas.

orqué ese hombre le había causado esas extrañas sensaci

besos y tiernas caricias, además él le recordó que al día siguiente, era el dí

chicas, eso la ayudaría a tranquilizarse un poco