la Zarina y el Capo

e apreciar. Los faroles de las calles emiten una débil luz amarillenta, parecida a las que tienen las casas. Las personas caminan a pasos rápidos, tratando de esquivar el inminente fr

el aroma a café recién hecho invade las fos

le ha provocado cambiar la rutina por diversión; pero por más que lo ha intentado le resulta imposible. Y

mientras se arropa de forma cómoda en su sába

mando muchas felicitaciones y espero que todo salga bien. Ha sido un largo viaje a Brasil, y esto

, y no sabes cuanto he rezado porque al f

ó la secundaria, pero por temor a ser rec

aseguro absolutamente nada, sabes qu

dica que se ha quedado dormida por el exhaustivo viaje, genera

ocan en una silueta q

e la ciudad? —corea Henrik, su hermano mayor

an, al mismo tiempo qu

de su cabello claro, piel de porcelana, ojos azul hielo y sus rasgos faciales finos y at

físicos y un fuerte carácter, pareciera que no perteneciera a esa familia. No obstante, ella no se atreve

—El rubio chasquea lo

abeza, retornand

hermano, pero recuerda que eso es nuestro pequeño secreto. —bromeo, dedicá

tiempo que pasa una manos po

, encogiéndose de hombros—. Peroz quizás tengas r

costillas. Él se queja, para lueg

r Kristine, que lleva puesto un abrigo enorme que la hace verse de forma extraña, sus m

etando las mejillas de Ann—. Ya te estás envejeciend

rdiéndose el interior de su mej

os, soltando un resoplido—. Supongo

a en el hombro de Ann, frotánd

o al techo—. Ni siquiera en su cumpleaños muestra una pizca de felicidad. Anni

na mirada f

empalagosa —comenta, enroscando un mechón de cabello en su dedo—. Además, esto es t

humor de perros —exhorta, rascándose la nuca—. Y debería hablar con nue

ue lanzarle a su hermana. Así que lentamente alcanza u

a, al observar a Kris estática

merecido. —Sonríe satisfecha, mientras e

oniendo los brazos en su cintura—. Ahora tenemos u

¡Esto es el colmo del desca

mbién recibe unos cuantos almohadazos.

empre ha anhelado. Porque algún día espera devolverles el sacrificio que han hecho sus padres por darles lo que merecen. Sin embargo, Annika siente que no es necesario haber realizado varias reservaciones para cumplirles los caprichos a su hija. O eso es l

u hermano, éste tiene un fuerte temperamento y con el cual sus relaciones familiares no son muy placenteras. Harald la detesta a muerte. Nunca le ha b

esoplido—. El chófer tiene horas esperando

completamente a Annika, porque n

zo, mientras lo desafía con la mirada—

las señales

sujetándolo por el abrigo—. No entiendo cuál

e molestes en gastar aliento. Él nunca entenderá, además la violencia no resue

modándose el abrigo mientras p

a un lado, levantándose de la

pera un largo viaje —

él se puede notar la impotencia y rabia hacia su hermana. ¿Por qué ese odio a ella? ¿Qué le h

eta entre dientes—. Tú has acaparado toda la atención de nuestros padres, y so

inarle una cachetada. No permitiría que la siguiesen humillando. ¿Quién se c

ba de hacer, sale echa añicos de la habitación, cerr

rada hacia ella. Les dedica una falsa sonrisa, caminando delante de ellos, sin levantar

? —cuestiona Henrik,

ara de golpe. —Se excusa, bajando rápido por las escaleras—. Ya es tar

, maldiciendo para sus adentros, sabi

ha pasado con Harald? ¿Qué te ha dicho o hec

ndose sobre sus talones para encarar al

do el escalón con su pie—. ¡Maldita sea!

dose corriendo hasta la salid