img El abogado y la doctora  /  Capítulo 2 Esto tiene que ser una broma | 6.90%
Instalar App
Historia

Capítulo 2 Esto tiene que ser una broma

Palabras:2152    |    Actualizado en: 14/01/2024

no auspiciaba nada bueno. Levantaba el puño mientras ella intentaba cubrirse con sus manos. Su metr

otra escena ya vivida. Otro hombre que nos había lastimado a las dos. Empecé a respirar con dificultad. No podía ir allí en este momento. Mica me ne

escupía saliva con hedor a whisky- dígale que me d

r. Conociéndola a Mica, le quitó las llaves para que no escapara antes que llegaran los oficiales. A lo lejos el sonido de la ambulancia y

erras- dijo mirando con od

a ser un león pero en su abultado abdomen podría haber sido un elefante tranquilamente. Su aspecto grotesco era casi caricaturesco. Sus pupilas di

compañante misterioso se interpuso entre nosotros irguiéndose en una pose protectora. Tenían más o menos la misma altura.

que se había interpuesto ayudándonos. Era tan grande, ancha, tan perfecta como su part

o podía dejar de mirar el trasero enfundado en unos pantalones negros de diseño que se ajus

ntó levantando sus ce

ramédicos. Mica se acercó a los oficiales explicando el choque mientras el borrach

e mi mente pero necesitaba ese contacto. Sentía cosquillas en los dedos. Era una situ

stirando mi mano hacia su nuca dond

tacto fue literalmente electrizante. Su piel era más suave de lo que creía, el perfume que usaba era afrodisiaco o a lo mejor eran mis hormonas

ivo alejándose de mi

a avergonzarme de mi comportamiento. Estaba acosando al pobre hombre. Asentí con la cabe

o a vos te toca revisar dos bombones exóticos… que injusta la vida- gritaba bromeando h

hallaba dentro de la ambulancia pero su mirada fija en nosotras. Al lado su com

ras cosas y dedicarle unas últimas palabras al pobre auto cuya vida útil terminó aquí- dijo so

bre coche- interrumpí sin mucha credibilidad

preguntó mientras miraba el celular. Sacudí

e pateando un neumático- Llama al Dr. Ricks y dile que estaremos pa

alando al acompañante misterioso que me miraba acercándose- voy a hacer las llama

ombre que sabía que era hermoso y que además llamaba la atención. Se paró fre

del seguro- dijo tranquilamente mientras me

n las cosas que pasaron…yo…- hice silencio pensando en que parecía una tonta tartamudeando. Di vuelta, abrí la

la apertura. Ya están impresos los programas con tu

ya deben estar en Londres… que nos mande un auto

robable que lleguemos a Londres a tiem

r dar inicios en unas pocas horas. Era la primera vez que una mujer daría la conferencia de apertura mos

cenas de niños. Necesitábamos personas que financiaran la continuidad de nuestro proyecto. Y ahora por culpa de un borracho, estábamos por perder una gran oportuni

ecir cuando mi hermoso desconocid

a voz suave y ronca que era casi hipnótica- vamos hacia

últimas palabras sonaban a acusación. Sentí el calor subir por mi piel pero esta vez era enojo. No entendía porque estaba tan enojada. Quizás

s dura de lo que quería- pero no será

ero inmediatamente hizo s

tros vamos hacia Londres- insistió levantando las cej

o la última palabra, haciéndole v

errumpiéndome y dándose vuel

urré- Mica comu

pero no contesta

n pareja. La vergüenza invadió mi cuerpo al pensar en el papel de tonta que hice si era verdad. Pude notar que estaban discutiendo. El moreno h

tendido- susurró con una tímida s

isa mientras veía a Mica abrir y cerrar la boca- rec

on mucho interés y mi compañera tampoco disimulaba el suyo. Entonces parecería s

Dra. Kross, Micaela Kross- dije

- susurró- soy

te mío- contestó Mica r

a su destino- dijo tomando mi mano acariciándo

énfasis en la última palabra, aún con rencor viéndolo negar con la cabeza en el lugar mient

así- murmuró-

l maleducado de su amigo- déjala

se dio cuenta que fuimos embestidas al i

mpió Anonn intentando salvar

irada venenosa- terminemos de acomodar nuestras cosa

spondí sin mirarlo- un gusto conocerte An

n otras circunstancias- escuché decir a Mica mie

erida de algún modo, había cuidado a su amigo, lo mínimo que podía hacer era ser ama

s a algún pueblo cercano para tomar un micro, uber, lo que sea para llegar a Londres. Le expliqué nuestra situa

ntenerse en forma. Su dura mirada color café, sus pómulos marcados, las canas en su cabello so

al momento que vio descender la primera lágrima. Automáticamente dijo que nos lle

lví corriendo a buscar a Mica para contarle la buena noticia. Empezamos a llevar nuestras cosas al baúl del au

rovecharla por un hombre grosero con hermosos ojos rasgados. A

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY