r como se escucha su voz es evidente que no está bromeando
opias palabras, es la primera vez que viajo
r del teléfono, supongo que es un q
-se quejó regañándose a sí misma-espérame ahí, tar
creo que ya estoy
e-puedo levantarme de
egué hasta aquí sola-justifico, ya no soy una niña pequeña, pero des
llamarte en un rato, espero qu
, te veré
anorama a mi alrededor, me he preparado mentalmente para esto, es un cambio radic
udad de Galway hasta encontrar una terminal de taxis que pueda llevarme a Kylemore, por supuesto, tengo en cuenta q
stante al pararme frente a un hombre apoyado sobre un tax
terior de la estación, el tipo no parece
la que solo está conformada por tres personas delante de mí
re mostrando una sonrisa, lleva puesto un uniforme azul y sob
tendré que pagar, no llevo mucho en efectivo, pero espero que tengan u
oten aún más, luego se coloca unos anteojos para poder re
tirándose los anteojos que le hacen lucir un tamaño de oj
pegado al auricular y al que se le debe girar los números. Mientras tanto d
lver a prestarle atención-
y vuelve la v
de hecho, es todo lo que llevo encima, pero no veo otra opción, sé que están estafándome, pero ya no quiero seg
nero, no muy convencid
eñala un par de asientos que tienen vista hacia una ventana por
omo lo había mencionado Moira, la herma
trevo a preguntarle al anciano sobre mi t
és me arrepiento, no quiero que piense que tengo prisa por i
dice ladeand
sterior a eso un auto amarillo con la leyenda "taxi"
media sonrisa, algo molesta por la espera y voy por mi equipaje, una maleta
de su vehículo y entra al lugar haciendo sonar la pe
cionado, aunque práctica
o hacia atrás, no esperaba que el conductor fuese tan
rca a mí y toma m
o la vayas a tirar" gr
o toma mis cosas como si fuesen una
que mi ropa termine desparramada a media acera por su falta de cuidado. Lo sigo hast
ro la boca-¿Podría
orilla de la calle, apoyados sobre el otro taxi se me quedan mirando y e
omperse?-niego con la cabeza averg
toma nuevamente, pero esta vez tiene algo de c
inco años manejando-impugna azotando el porta equip
o mismo, pero tal vez en un intento de desquite, arranca el auto antes de que logre acomodarme sobre el asiento del pasajero. Respiro hondo y suelto un sonoro susp
a que observo veo un paisaje verde, kilómetros y kilómetros de bosque, pero en cierto punto del viaje, una gota cae sobre el parabrisas y a esta le siguen muchas más, pronto el paisaje verde es de una t
to de disminuir la tensión entre los dos. Reti
ntinuar-explica, pero a diferencia de
porque no n
o es así?- su tono de
ud petulante, supongo que estaba tomando represalias por como le hable antes-oye si te
e por el espejo retrovisor, me ataca alza
isculpa, s
cajada y limpia de su rost
a sido la primera vez que alguien me grita y t
eso signi
ndole una br
así que, aunque él se anima a recomendarme lugares para visitar, quizas para hacerme olvidar mi molestia,
que campo, una autovía que lleva algún lugar del bosque y un
casi al borde de las lágrima
ección de Sterling Falls, pe
ero él sale del auto y extraña
, si quiere continuar debe ir a pie por allá-y señala el camino lodoso el cual est
zapatos y son los únicos
de que vuelva a llover-sugiere tomándome el pelo, es un insensato por permitir que vaya sola por ese camino en medio de la oscuridad y peor aun con lodo alrededor.
enos ayúdeme a c
algunos documentos oficiales y mi cartera, la cual ahora está vacía gracias a ese viaje. No tengo más opción que bajarme, tomo mis
espués de la lluvia, pero al ponérmelo encima, escucho el pitar del claxon de un auto no muy lejano, al buscar con la mirada el origen
llego a observar que se trata de un deportivo, pero ese mismo auto logra ensuciarme con el l
racia, solo puedo mirarlo con desdén, dirijo mi vista hacia el camino por donde se fue el automóvil, no