que los llevó cinco pisos arriba. En cuanto llegaron, Mary hizo pas

na colonia de hombre, y también un peine, y gel para el cabello

as, pero al cabo de unos minutos, Danilo irrumpió en la ofici

da urgente! —exclamó él, con la

da de su computadora

stás en medio de un

sacaste este gel de cabello y esta colonia para hombre ¡Huelo y me veo fantást

ntó de su asiento y comenzó a cam

ocupa en este momento? ¿Por eso tanto alb

y en cuanto pueda utilizaré todo lo que me ves puesto aquí, con a diferenci

o por no soltar una

bello y una colonia —espetó, mientras se cruzaba de brazos—. Pero déj

jos y movió los de

lo digas, es solo que, ¡es como si la elegan

ojos y negó

a hacia la salida de su oficina—. De todos modos, ¿no deberías ir a es

mpuñadas a la cadera, en un

mediato se acercó a su amiga para abrazarla, besándola en la m

ente—. Ve y arrasa en tu reunión con ese abogado ¡Vamos! Y me cuentas

—comentó él, con un guiño en el

da prisa, haciendo u

de las consejeras! —hizo una reve

a su amigo lo persiguiera la buena

edo arrancarme del corazón... —se dijo y la vergüenza de sus pensamientos la hici

el señor Duncan McGwire, su jefe, quien tenía la costumbre de aparecerse de i

ndo contigo misma otra vez

ltó y se endere

ente... pensando en algunas ideas par

ptico mientras su mirada se

s que tengo. Solo asegúrate de que tus ideas sean más productivas, que

idamente, con un

s, usted no se preocupe, pronto tendré todo listo para

se marchó con un

o que

erta hiciera click a ce

aje, colonia, peine y gel de cabello — Ella susurró con

…

el positivismo desbordante de Danilo, quien caminaba a paso liger

entricidad habitual se mezclaba con un deje de sarcasmo cuando se despidió d

día esté lleno de risas y alegría —

á un gusto atenderlo de nuevo —respondió la

unca más la vuelva a ver —dijo Danilo, mur

onado su bicicleta. Sin embargo, solo encontró un espacio vacío, una desolada señal de que a

ó el ceño y p

a bicicleta… —se lamentó, tratando de guardar la com

ras en busca de un taxi. Con su exasperación aún palpa

favor —dijo, agravando más

de pulsera barato, pero que le decía que faltaban quince minutos para las once ¡Vaya alivio! Pero pronto esa sensación lo abandonó, cuando metió la

inero? —dijo palideciendo y revis

desesperación, su mente comen

Mary? Típico de mí, siempre tan despistado. Pero ¿qué hago ahora? El taxista espera el pago, no puedo simplemente sali

contrarse al taxista miran

s euros —inquirió el hombre barbudo, que

có la cabeza, pensando rápidame

crédito? —dijo el hombre

posible que lo hubiera visto? Había muc

pagar con tarjeta —respondió

ectivo —se excusó Danilo con una sonrisa tímida, a lo que su a

o y salió del vehículo

o. Gracias a Dios

más fue sacado d

mento que lo llevará al éxito financiero? —inquirió Ave

listo —re

cosquilleaba la piel, sin chistar comenzó a caminar al lado de aquel hombre, rum