a Prof

l clóset y aún así tiendo a dejarlos regados por todos lados. Me los coloco y me aseguro de verme bien en el espejo, durante mucho tuve una batalla conm

mangas. Tomo mi celular junto con la mochila para salir de casa. En el momento que abro la puerta una fría brisa me golpea el rostro, respiro profundo el olor de la mañana, cierro la puerta

rté con un extraño presentimiento, como si me faltara algo y de un m

con problemas en esta universidad, en este mundo. Sigo hasta el aula de Escritura y Redacción, la cual será mi primer clase, después de ella sigue Filosofía, por fin sabremos quién ocupará el lugar de la profesora Bertha.

lo está despeinado, tiene pinta de no haber dormido nada. A par

se estúpido diez. Si no paso la materia tendré que recusar la clase— se re

íguez nada de eso hubiese pasado— Suspiro colocándome la moch

do su grupito, a parte déjame recordarte que yo te

r ido estaría la

te no dejaba de ver el reloj en espera de la siguiente clase, sentía una opresión muy rara en el pecho. Cuando

ora, que de seguro será una mujer gord

, mis compañeros empezaron a llegar y tomar asiento, yo estaba sentada justo atrás de mi ami

ó de ese auto?— Se escuchab

do aquí?— le murmur

lgún modelo para la publi

ablaban de alguien, pero dudo mucho se trate de un modelo para promover el

os guardamos silencio, abrí mis ojos hast

dó que era Atea. Ella me miraba sin poder creerlo. Y yo esta

nto, soy Christopher Conrad su

puerta rechinante del salón, su cuerpo hacia perfectamente un molde de músculos perfecto, la barba le hacía ver un tanto mayor, quizás treinta o treinta y cuatro años máximo, nunca había visto unas

ta de ello, sin quererlo mi alrededor se hizo pequeño, aquel muro que había puesto hacia el exterior hace mucho, se rompió con una sola mirada. Lucian

ara aprenderme sus nombres—. Sus brazos delineaban con un marcador rojo en extravagante caligrafía,

os nombres de todos en una s

iendo los labios Raquel desde

que en la vida hay cosas más complicadas que memorizar un simple nombre— Soltó con una

los labios. O como Agustín susurró su nombre» Ne

título en la pizarra se giró t

se puso de pie, dijo su nombre y edad. No obstante lograba captar sus miradas dirigidas a mí. El ambie

cía de al

hombre más atractivo y varon

ntarse Lucy. Tragué saliva cuando me puse de pie, vi como

os—Solté lo más segura posible, cuando la verda

y agaché la cabeza, pues sabía que si la levantaba me toparía

Luciana tendría suerte esta vez. Un gran suspiro salió de mis labios cuando sonó el

alí a lado de Lucy, él seguía obs

puedo creer que ese mod

a psar en la vida —mue

onoces de algún lado?— Su p

me confundió con alguien

compañera del club de lec

pondimos a

que el nuevo profe

ico qué está h

raro y a la v

tería a comprar nu

uipo de básquetbol— asentí con la cabeza y me despedí de Lucy, ella y Carolina

a Luciana la conozco desde que tengo diez y a Carolina, aunque es más amiga de Lucy que mía, he convivido co

han afectado mi presente. Una vez termino recuerdo mis pastillas, las busco en la mochila y saco una botella con agua para tomarlas. Abro el jugo de durazno que compré y vierto

entrada, su mirada sigue fija en mí, pero hay algo dife

un psicópata y soy s

ensamientos. Cuando vuelvo la vista al frente ya no

gué con la cabeza y me puse de pie tomando mis cosas estaba

capítulo no olvide