ítu

en la memoria. Al llegar a la casa, observo mí teléf

ojos. Le comenté muy entusiasmada, que había

grande… mierda, soy tan tont

ma… quizás… estaba tímido

ntes cinco veces”, escri

engo curiosidad ¿qué habrá pasado? ¿El chico habrá ido a verla?

si preparo unas galletas, el chico no piense que soy molesta. Tengo que aprovechar mis dotes de buena coci

dudas, le env

mensaje. Mientras revuelvo las batatas con cebo

escribe y doy mi mejor sonrisa.

co de mis sueños, sentado a unos metros de distancia. Siempre quieto en el mismo sitio

rpresa dic

ecido ignorar al chico que me gusta. Y aunque mis bragas estén empapadas porque

a. Se acerca lentamente un hombre, empuja una silla de ruedas con e

itado. El hombre que lo ayuda, es tan guapo como el. ¿Acaso es obligator

, sus ojos se encuentran con los míos. Levanto

Y camino de vuelta a casa, con