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Historia
El CEO vagabundo y la hija mimada del millonario.

El CEO vagabundo y la hija mimada del millonario.

Autor: DiegoAlmary
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Capítulo 1 El vagabundo.

Palabras:2406    |    Actualizado en: 19/04/2024

agab

ó la puerta de la oficina de su prometido y lo encontró con

y se apartó de la mujer que cayó d

egocio y se suponía que se conocerían esa tarde en una cena, pero Esther quería

ue quiso golpearla. Ambas se odiaban, de seguro se había metido con su prometido a propósito y que era su jefe, así que se volvió hacia ella y la

ella y la abrazó mientras lloraba, así que Esther lo entendió — ¿La estaba

claro

ther y ella nunca habían tenido una buena relación el

a su prometido — ¡Nunca me

o, mi papá lo ordenó y el tuyo tambien, así que no

con un monstruo como tú — tomó a su

cena de compromiso — le dijo el ho

o los apoyó en el pavimento. La nieve comenzaba a caer a

los hombre y mujeres que se arremolinaban ent

os presentes la miraron y ella aguantó la respiración, desde ahí lograba

roma — solo tendrá que ir conmigo un rato y se quedará con esto — los cuatro o cinco hombres que había ahí caminaron ha

eza y vio a uno, tenía la ropa sucia y rota, la barba le llegaba a la mitad del pecho y el cabello

nó hacia el hombre que no la miró, estab

ar de horas? — le preguntó y el hombre l

le dijo, tenía una v

os billetes de la billetera y se lo

ther no estaba acostumbra

tos, comida grati

fecto era un hombre alto, con unos ojos a

perder est

billetes en su mano con t

ó a mirarla, su expresión pa

millonaria? — preguntó, aunque

tó una carcajada grande que hizo que todos los

Esther asintió

il, solo tiene que comp

cóm

que necesito — el hombre alejó las manos del barril y so

le pareció muy arrogante, ¿Quién se ganaba

bre le dio una mirada a la entrada del edi

— murmuró para sí mis

respiración, el hombre olía a sudor fuerte y comida de c

trato esté terminado

mit

aré todo cua

Esther le indicó con una mirada

inta por

ero, pero, de todas formas, sacó mil y se los tendió. Él los contó detenidamente antes d

Bi

Bi

do y se aseguró que se viera todo lo desagradable que pudiera. Estiró la mano y le alborotó los pelos y l

tengo q

el hombre pareció dudar, como si comenzara a arrepentirse, pero Esther lo tomó de la mano y

taurante y ella exhibió con orgullo al hombre y l

o ya no me par

aquí, si te arrepientes haré que mis guardaespaldas

su padre, su hermano Carlo y su futuro esposo, que era un niñito bajito de unos veinte l

cuanto la vio —Te estábamos e

apretó los labios conteniendo una risa y Esthe

tó al vagabundo junto a su prometido. La cara de su papá se puso muy roja y cuando su

abundo y le apretó la mano por sobre la mesa. Ya habían traído los

le preguntó su futuro suegro a

na bromista — los dos hombres se relajaron un poco y su “Promet

a rubio como ella, pero muy muy alto y negó con la cabeza, indicándole que se detuviera, pero Esther no se iba a

le chorreó en la barba y él se limpió con la manga. Era cómicamente desagradable, justo lo que ella necesitaba.

cancelaría las tarjetas un par de s

vagabundo con horror y su prometido con rabia, tanta que después

gabundo y el apodo hizo poner más furioso al joven

sto es un insulto para mí! —

acheada y el vagabundo se la devolvió haciendo que cayera sentado en su silla. Los ojos se le llenar

ales los miraron — Este negocio no tiene pies ni cabez

pá de Esther y ella sintió que las cos

erzuela haría

staba tan rojo como ella nunca lo había visto. Ella solo quería rompe

rró a su hijo que tenía los ojos

papá viera los billetes y luego se los entregó al vagabundo que los guardó en e

evo la carne? Hache mucho no comía de esta — y se fue ta

pie y le dio un beso en la fre

rá escapatoria, Esth

lgo a un par de sus hombres que agarraron al vag

que le arrugó el corazón — ¡Yo no quería casarme con un desconocido por tus negocios! — le

tenía la tensión tan alta que el dolor de cabeza le punzaba

ó a que hablara — es uno de los empresarios más importantes del país, es dueño de varias empre

como un vagabundo? — el ho

e por medio, no lo sé, pero lleva más de un año desaparecido

hija que entre — le ordenó

tierna que pudo emular, pero Fernando ya se había cansado de todo,

enía entre el pantalón y la dejó sobre el escritorio. Nunca le haría daño a su hija, jamás, pero Esther sabía qu

— Esther soltó una carcajada,

una

más he hablado, te casarás con ese hombre

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Contenido

Capítulo 1 El vagabundo. Capítulo 2 El nuevo hogar. Capítulo 3 Lo que el hambre provoca. Capítulo 4 Someterse. Capítulo 5 Sácame de aquí. Capítulo 6 Enfrentar las consecuencias.
Capítulo 7 La forma de la calle.
Capítulo 8 Terror
Capítulo 9 Mi casa.
Capítulo 10 La mansión.
Capítulo 11 Un momento íntimo en la noche.
Capítulo 12 La esposa perfecta.
Capítulo 13 Una esposa cayada.
Capítulo 14 No soy tu esclava.
Capítulo 15 Un hombre nuevo.
Capítulo 16 Buscando respuestas.
Capítulo 17 Quien soy.
Capítulo 18 Cuerpo con cuerpo.
Capítulo 19 Un enemigo en común.
Capítulo 20 Un enemigo real.
Capítulo 21 Familia reunida.
Capítulo 22 Socios.
Capítulo 23 Vida o muerte.
Capítulo 24 Entender el dolor.
Capítulo 25 Enemigos por doquier.
Capítulo 26 ¿Justicia o venganza
Capítulo 27 Celos
Capítulo 28 Los imperios de la mafia. Parte uno.
Capítulo 29 Los imperios de la mafia. Parte dos.
Capítulo 30 Superar el trauma.
Capítulo 31 Los imperios de la mafia. Parte tres.
Capítulo 32 Hacerlo por amor.
Capítulo 33 Un trabajo riesgoso.
Capítulo 34 Placer interrumpido.
Capítulo 35 Reunión de negocios.
Capítulo 36 Un momento antes del salto.
Capítulo 37 Atrapadas.
Capítulo 38 Sobrevivir a la noche.
Capítulo 39 La noche oscura.
Capítulo 40 Monstruo.
Capítulo 41 En casa.
Capítulo 42 En la cama
Capítulo 43 La leona.
Capítulo 44 Peligro inminente.
Capítulo 45 Pagar las culpas.
Capítulo 46 Correr.
Capítulo 47 La última jugada.
Capítulo 48 El juego final. Parte uno.
Capítulo 49 El juego final. Parte dos.
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