ba a ocultarse y yo seguía ahí tumbada sobre el césped, aún estaba aturdida pero me las arreglé para ponerme de pie con
se pone más oscuro será riesgoso hacer
rmación que vertía sobre él en el día a día, pero su profunda mirada me d
io en el que tendría que descansar hasta nuestra llegada a casa. Sin más tiempo que perder pedaleé
n toque de peligro a la situación. No sabía si lo lograría, no estaba segura de poder recorrer este larg
l camino era lo que me iba indicando la llegada a la
no ponerle atención al silencio que nos rodeaba. ―Sólo u
ligro, lo cual era absurdo porque nada me daba indicios de que realmente nos encontráramos en
ahí sin ningún motivo oculto. A pesar de que el aire ya no llenaba del todo mis pulmones no bajé la velocidad y seguí
ta con desesperación y eso molestó a Amor, quien comenzó a gruñir t
aban a hacerse visibles a lo lej
persona en la motocicl
salí del carril de la ciclovía y continué manejando sobre el arr
se y yo aceleré hacia esa dirección rogando porq
finalmen
u avance y esperó hasta
siguiendo― gemí con lo po
a? ¿Está u
e de lágrimas, sollozos y espasmos incontrolables que me hacían sacudirme sobre la bicicleta,
pie intentando consolarme, pero en realidad par
ta y vayamos a tu c
nar a su lado, ambos empujando lentamente las bicicletas. La noche era
motocicleta detrás de ti, tal vez lo
e aquel espantoso llanto con el dorso de la sudadera que me había c
mor también es
la primera vez que su voz no
pelos que ves aquí dentro se llama Amor
ebe tener poco
s conmigo pero se quedó pequeño porque si fuera un
onido de su risa me tomó por sorpresa contagiándome de su buen humor. Neces
aba un poco triste por tener que despedirme pero aun así lo hice. Agradecí su compañía y
arenero a deshacerse del estrés contenido. Pobre de mi p
semos más en lo que nos ocurrió. Mañana será
nó tranquilo hacia la habitación
onerme la pijama y e
ia la cama, lo único que sucedió aquella noche fue que recordé la s