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Historia

Capítulo 4 3

Palabras:2143    |    Actualizado en: 28/02/2021

tulo

o mi

s están en puños a sus costados, su respi

i toalla, me enrollo a ella rápidamente, pe

ctamente a su cintura, mis brazos descansa

stoy h

sifica y me aprieta más contra la pared, si

de un lado para otro y ver que lo defiendes me dan unos celos enormes—besa mi cuello y por mi espalda pasa una ráf

e estar de

te quién

do tan duro como puedo, alzo mi

.. eso no lo

berte dolido, ¿cómo e

do que lo hicieses porque has tratado de marcarme—sus ojos cambian a su color natural — creo que hasta aq

si desnuda en sus b

deja caer al piso y sigue mis mov

echarlo se escucha un estruendo fuera del lugar, sus ojos viajan a mí con

to? —niega y se queda atento a la entrada, trago

uando ya te he visto complet

ía. Que

do que puedo, agarro la toalla y la dejo a un costado mío en los bancos de piedra, sa

ules con curiosidad y es lo último q

baño? ¿Por qué he dejado que me toque? ¿Por qué no me d

y me quedo admirada de l

tituto? ¿Por qué es que no te burlas de mí? ¿Cómo es que soy tan sumisa a ti? ¿Cómo puedes cargarme? Yo peso mucho ¿Cómo es que...? —a mi mente llegan recuerdos de sus ojos en el baño y retrocedo instintivamente —¿Acaso eres un tipo de brujo o cos

ido hacer desde q

ás creí que

n con los míos aun que no conozca mucho como hacerlo, una de sus manos a

lo, alguien toca la puerta y él muerde mi labio, se separa poco a poco d

ujas ya no están rondando y atrapamos a la

ajo y reviso como está todo—me asomo por un costado de ojos

tengo toda la atención de ojos azules —¿Q

us pantalones. Abro mis ojos tanto como puedo y me doy media

y segura es que eres

un beso en mi cuello—Ya vengo —se

uerpo y toco mis labios recordando aquel beso. Creo que esto es un

pe

sueño puedo

lego a unas escaleras gigantes y empiezo a bajar lo más rápido que puedo, mi

asaría. Es típico de mí gracias a

es y mi cuerpo se siente

s míos, corre hacia mí y examina mi adolorido cuerpo —¡Nana corre! —de la misma puerta por donde apareció la señora bonita sale una señora como de cuarenta y algo de años, al

n es

ño que me trajo aquí y trago grueso—Irina, bebé, tranquila

ecer es madre de ojos bonitos se levan

no debes conocer más nada de aquí —pega su nariz con la mía y da un suave beso en mis labios—luego de es

....

sábana de mi cuerpo y me asiento en el borde de la cama, mi mad

me

viene a la mente que desayuné—¿Te sientes bien? —mi mad

toy así? — muevo el brazo

stitución, una aseadora que pasaba por ahí entro y te encontró en

a

se desvanecen con la nebl

itivamente est

e e instantáneamente es

nce

ue mi ment

de la cama y los sigo hasta el comedor don

avor

ré tú favorit

¿oyeron eso? —ellos pasan a l

te ha afectado mucho—muerdo mis l

tal tú primer día en la central de la

años sea mi jefe supremo —da un mordisco—y lo peor de todo es que me relevara de mi puesto y me pusiera como trabajador manual— de

mis dos emparedados y el vaso de jugo con cuidado—voy a mi cuarto, los dejo solo

rte nuevamen

s la mente que te está

ego y entro, cierro la puerta detrás de mí y camino hacia el pequeño balcón que tiene mi habitación, me

ápidamente lo tiro por el balcón. Q

juicio le pone b

suspiro resignada y lo tiro, agarro el vaso de jugo y me

O estuvieras con tu pancita llena

res tú y qué haces en mi

ico, ese que quieres,

za porque necesito pensar que me ocurrió hoy en el i

por que soy un am

os y me concentro en lo que p

o tienes amor

tapo mi boca. Mi madre me va a

aaaaaa a

onta

si tienes un a

e n

acia t

una silueta grande descansa en ell

rosos, abro mi boca para gritar con todas mis fuerzas, pero de l

zofrenia, supongo q

.

mbolo + representa cuan

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