Chloe
abrir y cerrar de ojos, todo
celar el viaje de luna de miel y esa maldita boda. Pese a las preguntas invasivas de la gente
ón todas las noches. Cada vez que alguien me preguntaba y esperaba los por
rumores comenzaran a propagarse como espor
n acertados. Después de todo, la conocía desde que las dos entramos a la empresa como simples secretarias de recepción de l
ia ardía en mi pecho como incontrolable fuego ¿Có
ido el valor de acerca
por favor... ¡d
e di la espalda; sintiendo que las piernas me flaqueaban me
a no tenía derecho! Solo deseaba escapar del infierno al que Nathanie
fallido de acercamiento
Ya no trató de hablarme una sola vez más y en
quillaje cada vez que pasaba frente a mí, como si verme demacrada, con ojeras y más
que me revolvía el estómago; riéndose con las
z no era lo que
staba segura de que ambos continuaban con sus vidas como si no hubieran destrozado la mía. Esa vida que ya daba por hecho
olpe de la traición, de la humillación y de la censura e
uía igual, como si no hubiera traicionado la amistad de
viendo cómo ellos continúan con su vida como s
os pagar con mis propias manos, esa pequeña chispa estaba en el lími
te, en el momento en que ascendía a secretaria de la vicepresidencia de Donovan System. Mi eficiencia y ded
timo; desde roces, miradas, una que otra frase coqueta con la que caí rendida hasta caer enterita a su merced, que terminabos desfogand
cio, la dinámica entre nosotros cambió. Se había ido aquella relación jefe-asistente y por primera ve
, antes de que comenzara con sus celos enfermizos, sus manipulaciones para
menzó de forma ilícita podría terminar bien? ¿Cuándo diablos me imaginé que le
o, me cegué... creí en lo imposible, pero al menos esa idealiz
semana de cancelación de planes, traté de recoger los pedazos de lo
mencé a arreglarme, pero no pa
os. Me arreglé como quise, con los colores, los
ncé a sentirme un poco como la C
asio, cambié mi alimentación y despué
umores sobre la amante de Nate, comenzaron a disiparse como por arte de magia, aunque er
iempre calculador, posesivo y observad
lo había visto en dos meses... pero ahí estaba él, de pie frente a mí y cuando me m
y yo nunca me hubiera imaginad
re, parqueé mi vehículo rojo en el parqueo subterráneo y noté qu
o cambió abruptamente. La luz no encendía y de pronto una mano enguantada me cub
o. Lo que Nate me hizo esa noche después de verme brillar... no tiene perdón de Dios. Esa no