DE LA
tulo
Patric
y claro que tenía que aclarar las cosas de una vez con Bárbara. Era lo mejor para ambos y para
ara no hablaría con la verdad, aunque sabía que el doctor sí lo haría ya que eran algo cercanos. Le conté todo lo que pasó y le dije que yo no seguiría con esa farsa, él entendió y me agradeció
nté la situación. Estaban felices porque podría continuar con mi vida,
a, yo no podía estar a su lado solo para complacerla. Le hablé a mi madre y le
emos que habla
No podía evitarme toda la vida. Me quedé unos minutos
ardín y llegué hasta la puerta principal. Mi madre estaba en
tenerte aqu
todo gusto, además ya p
de los muebles j
to tiempo es
es, depende de lo que
uedó mirándom
, hoy te ve
con cur
tengo la misma rop
us ojos una alegría, como si te hubi
e me había quitado un gran peso de encima. Me levanté
necí de b
s que t
algunos minutos más, revisé el celular y Bárbara no me había respondido
os, luego pasé a mi apartamento a ducharme y cambiarme de ropa. Elegí un pantalón negro, camise
.
ndo enfermería. Hace tiempo que vivía en el mismo edificio, de vez en cuando coincidiamos. Estaba un poco abrumada con un montón de paquetes, me ofrecí a ayudarle con las bol
ido encontras
le hice entender que solo la ignorara, pe
ves con esa sonrisa logra cautivarnos a todas, pero luego las d
favor! Este n
e en esa nube, déjame decir
é me habla! -s
uitas muertas como t
y yo, quería que la tierra se ab
ara, n
sta la puerta de Soraya, me moría de la
o una disculpa
son
e preo
s que pedirle d
é del brazo sacándola cas
loca!
roja. Acaricié mi mejilla y ella seguía con la mano levantada como en
surró en un pequ
ndo mi mejil
muy lejos, no te
ás rápido impidiendo que me tocara. Es que no era solo el go
rte a ver, nosotros no somos nada, eso hac
ada sílaba. Ella
, yo te amo, sin
r tu carrera? Eso era lo que te apasionaba, amabas ser una diseñadora gráfica, retoma tu
se frotó el cabello con exas
! ¿lo entiendes? Tú eres mi vida y
. Se acaba nuestra relación, pero la vida sigue para ambos, por caminos separ
tes cortando sus palabras, me dolía v
nico culpable eres tú! -gritó-
s tu vida, tú decides como vivirla y si de ver
dispuesto a continuar sin mirar atrás, solo escuché sus gritos ahogados por sus lágrimas. Me decía que me
Sentí un peso en mis pies, Bárbara estaba en el suelo aferrada a mi pie c
ro no me dejes, ¡Matías! ¡Mat
iraban, ya se había humillado suficiente. Tomé su rostro en mis manos, tenía los
ara, n
, ni siquiera sentía enoj
lando, tú vales mucho para qu
engo que caminar de rodillas tras de t
a ella en ese momento, tirada en el piso aferrada de mí. Eso se hacía más difícil, yo no sabía cómo manejarlo. La tomé de los br
o puedes amarme, si tú no puedes amarte a ti misma? ¡Mírate! Estar humillándote
sollozó-, no quiero ima
tomara algo para que se tranquilizara. Se aferró a mi cuello y empezó a llorar, su pecho subía y bajaba rápidamente como si le costara respirar, la r
susurró en
igas
omé del brazo y caminamos en silencio hasta la cafetería. Le pedí un té, nos sentamos en una peq
s saliendo con alguien más?
os-,apenas estoy saliendo de una relación como para en
s que te
terru
blamos mucho de lo mismo, sabes
su
tratamiento, debes
esito nada, lo único que necesito es
soplido de
todo corazón que puedas ser feliz y logres salir d
uía mirándome, había
dejado! Si eso es lo que quieres, no volveré
es con tus
illa, al instante la limpió
ir, lo juro! ¡Te va
rminara de una vez y por fin poder continuar con mi vida. Ojala que Bárbara pudiera
ensé que después de tantos d
°•°•❈•°•°
LUGAR DE
r omnis
sus labios los maquilló color rubí y una sombra de ojos oscura con brillo. Su novio la había invitado a una fiesta que harí
y malestar, por eso le dijo que no podía acompañarlo. Se tomó unas pa
o respondió. Se sentó en la mitad de las escaleras de la casa,
inua