ama. El de las fotos era un cabecero de madera. Éste tiene postes que llegan hasta el techo, envueltos en cuero negro. De alguna manera parece que esta cama fue elegida a propósi
emadamente esponjoso, preguntándome s
ón, la otra cerca de su cara, su pulgar moviéndose hacia adelante y hacia atrás a lo largo de su labio inferior mientras
asar sus dedos por él como pensé que lo había hecho. Luego no puedo verlo en absoluto porque camina a mi alrededor, hasta que está a mi espalda, tan cerca que no puede haber más de unos pocos centíme
iedo-, dice
Cuando no tengo idea de
lo que
pero no
jame dejarlo
mi hombro se convirtió en una mano presionando el frente de mi garganta, empuj
usando nada más que e
esta habitación. Luego baja la manga por mi hombro, el vestido pasa por mis caderas y baja por mis piernas hasta que se acumula en el suelo alrededor de mis pies
viajan por mis costados, hasta llegar a mis bragas. Mi respiración se entrecorta mientras recorre la parte superior d
como para que esta vez sienta su polla contra mi
bajo de mi barbilla. Lo inclina hacia arriba, así que no tengo más remedio que m
n claridad. Pero esa es una pregunta fácil. Mi deseo por él me
S
mi pierna derecha, ampliándola para él. Y entonces él está allí, su dedo frotando mi clítoris en un círculo lento pero fuerte. Mi boca se abre, permitiendo que un sus
Tararea con
ndose hacia mi abertura, rodeándola, provocándola antes de finalmente deslizar dos dedos dentro. Un gemido silencioso
cosas que te haría aquí después de enviarte el número
I
fuera de mí, sacudiéndome lo suficiente como par
para cuando e
de tocarme a esto. Cómo pasó de hacer preguntas con
arlas. Primero, nunca te escondas
lo h
lacer. Quiero escuchar cada gemido, cada jadeo, cada lla
-¿Y t
a mentira. Nunca. Ahora, ¿qué
sar en cada pensamiento lujurioso que he tenido sobre él a recordar reglas. Pero sus palabras resuenan en mis oíd
-, af
le de él. -Se más
en el movimiento de mi lengua. -Inclinándome sobre la cama,
hasta que estoy a ras de él, su polla presionando contra mi clítoris, ha
as imaginado
ente sólo de pensar en hacerle? Un grito ahogado surge de mí cuando Law tir
ue no me mint
lo h
s mentir sobre eso? ¿Porque crees que algo que imaginaste hacerme no ha
ntaré todo. Entonces, tal v
e tu cuerpo. Me imaginé sosteniendo tu cabeza contra mi coño, asegurándome de que lames cada gota de mi semen. Me imaginé que los sonidos que quiero que hagas se me escapan, la forma en
palabras fueron dichas con mi voz, dudaría que en realidad fuera yo quien las dijera. Y Law parece igual de sorprendido, parpadeando mientras me mira, la luju
es como sus calzoncillos y comienzo a bajarlos. Se inclina para salir de ellos, y cuando se endereza de nuevo,
illa, plantando los pies bien abiertos. Sus ojos chocan con los míos entonces, desaf
e mis piernas. Chúpame la po