hecho especialmente a su medida, estaba de pie junto a la ventana y, con sus o
to; en realidad, su rostro estaba totalmente pálido y con una expresión llena de dolor, incluso, apretaba fuertemente sus delicados labios para reprimir todas sus emociones. A decir verdad, no podía negar que muchas mujeres la envidiaban por haberse
No eres más que una novia por contrato; así que, no esperes absolutamente nada de mí. Solo quédate y ac
e, la mujer quedó totalmente estupefacta y mirando fijamente
un trasplante de corazón; de lo contrario, no podrá so
que también, la dejó como si hubiera visto un verdadero fantasma, totalmente pálida. Incluso, sus manos empe
n de decirle algo, con la mirada fija en la mujer frente a él, el méd
te en señal de respuesta; a decir verdad, ella había solicitado el trasplante de corazón hace un añ
ría obtener el corazón para su hermano; sino que también sabía que, aunque ese momento llegara, ella tampoco tendría el dine
se, levantó ligeramente la barbilla y, mirando fijamente al médico, se ar
19 años sin el trasplante; pero ahora, su corazón se debilita día a día y no puede bombear la sangre suficiente que su cuerpo necesita, así que, no cabe duda que tu hermano necesita el trasplante lo má
tras que, al ver su rostro bastante preocupado, el hombre suspiró profundamente y volvió a decir: "No te preocupes; de todos modos, no te estoy obligando a hacer
ecortada; aunque, a decir verdad, estaba haciendo todo el
ntara eso; no obstante, después de unos segundos, el hombre respondió: "Bueno, normalmente se necesitan
nte la cabeza para mirar a los ojos al médico frente a ella; incluso, estaba
ti; pero, si puedes conseguirlo, él sobrevivirá
e hecho, para ella ya era difícil conseguir unos cientos de miles, así que, un millón era un
lir lentamente del consultorio. Sin embargo, como en ese momento no quería enfrentarse a la triste mirada de su hermano y su madre, ella salió del hospita
ella; así que, Zara dejó de llorar instantáneamente y, tras aparatar
presión indescriptible y su mirada era un poco indiferente; sin embargo, a pesar de tod
e había ido a buscarla; luego, se secó las lágrimas y, justo cuando ella estaba a punto de preguntar, el
le señalaba, y fue ahí donde vio una elegante limusina frente al parque; sin embargo,
para recomponerse y, tras ponerse de pie
a para que entrara. A decir verdad, dentro del auto, estaba un anciano de casi ochenta años, vestía un elegante traje gris a la medida y su cabello es
s ojos azul claro que la miraban nítida y firmemente; incluso, no
ciente para mostrarle una ligera sonrisa y decirle amab
ligeramente el asiento a su lado; pero, a notar ello, el co
sde la infancia, cuando su padre trabajó para él como guardaespaldas; de hecho, no solo lo vio muchas veces co
na década que lo vio por última vez, por eso se sentía un poco incomoda estando a su
tras esbozaba una sonrisa en su rostro; por su parte, sonrojándose por su c
o más hermosa que en la foto que había visto; así que, con la mirada fija en Zara, le dijo: "Sé que t
incluso, al pensar que todo era un sueño, se tuvo que pellizcar secretamente la palma de su mano para averiguarlo. Sin embargo, al sen
ada de Zara y, viendo indiferentemente hacia adelante, añadió: "Puedo pagar todo
y, de hecho, que debía pagar un precio por ello; sin embargo, como no sabía lo que ese hombre
lla, haciendo que Zara se quedará en completo estado de shock y sin siquiera saber
ía que ese hombre era el más mujeriego de todos; de hecho, no solo era famoso por las diferentes
necesitaba mucho el dinero que le ofrecía, pero eso no significaba que ella estaría dispuesta a casarse con un playboy como Nicholas Grantham, su nieto. No cabía
un hombre muy persistente, así que, continuó hablando: "Sé lo que estás pensando; pero, antes de responder, por favor, considera mi propuesta. Tú necesitas dinero
puedo negar que también sé que podría haberte ayudado sin pedirte nada a cambio; sin embargo, al ver lo hermosa y competente que eres, no podía dejar escapar una o
d, Zara siempre soñó en casarse con un hombre que la amara y, de alguna manera, sabía que casarse con Nicholas sería el mayor error de su vida, pues no sería feliz a su lado; sin embargo, al pensar nuevame
rantham volvió a añadir: "No tienes que responderme en es
de romper la hoja y entregárselo, le dijo: "Este es mi número, llámame cuand
o en el papel; luego, doblándolo cuidadosamente y guardándolo en
ella, lo miró amablemente y le dijo: "Gracias por su generosidad.
a más, y solo asintió seriamente en señal de respuesta; mientras ta
, él hombre la miró discretamente y volvió a decir: "Bueno,
ió rápidamente la mujer, con la mirada fija
n esta plataforma; así que, espero que les guste y sea de su agrado