r y hablar cordialmente con Isaac y Noah y, de hecho, no solo su expresión se volvió fría y sev
saac", le presentó Noah inmediatamente; sin embargo, ni bien escuchó eso, Nic
y, es más, tanto era su asombro que, estas palabras se re
ac porque era su secretaria; sin embargo, resultó ser l
o incómodo en su interior; inclusive, al sentir que podía p
que podía pasar. De hecho, ella estaba tan nerviosa que, las manos le empezaron a temblar instantáneamente, sintió unos escalofríos en todo
mente enojado con ella, pues fue él mismo quien le advirtió anteriormente que no fuera a n
iatamente de su vista; mientras que, tras verla, Nicholas
nos se presionaron ligeramente su pecho; mientras tanto, luego de ver la actitud se su amigo, Noah frunció el ceño prof
de algo", respondió Isaac mirando en la dirección
de calmar sus nervios; mientras que, girando lentamente hacia ella para mirarla a los ojos,
el semblante preocupado de la mujer; así que, frunciendo profundame
rvó cuidadosamente y, notó con claridad lo nerviosa e inquieta
e lo labios y miró hacia abajo para conseguir calmarse; no obstante, tra
saac rápidamente, pues le preocupab
nmediatamente con la cabeza, Zara le dijo: "No es necesar
upado; sin embargo, sin darle mayor importancia, Zara r
ptó respetuosamente su decisión; mientras tanto,
ndo fijamente como se marchaba; mientras que, al ver a su amigo tan concentra
de su trance, él se giró para mirar a Noah; en tanto, cuando tuvo toda su ate
ía con la cabeza; luego de ello, se dieron la vuelta y em
el inodoro y se sentó sobre ella, sujetándose nerviosamente su rostro con ambas manos; ya que, co
holas, pues ella ya no quería complicarse más la vida con él; por ejemplo, como en
difícil que sería para ella seguir en una situación como esa; es más,
le preguntaba porque estaba ahí; pues, con solo recordar la mirada s
explicaciones por sus actos, Zara trató de pensar en una excusa para responder
a que temer; después de todo, ella era la secretaria de Isaac y debía seg
en dirección al gran salón; sin embargo, justo después de dar unos pasos, una mano la ag
uenta, la arrastraron hasta el ascensor y la presionaron contra la puerta; mientras tanto, re
os de la mujer, la persona que la sosten
idosamente y dejó de moverse al instante, pues recono
sentir tranquila; por el c
había levantado la mano; así que, teniendo en cuenta la fuerza que ahora ejer
rarlo a los ojos, Nicholas le preguntó furiosamente: "¿Qué estás haciendo con Isaac? ¿P
d, Zara se sintió sumamente nerviosa después de escuchar la ira con la que Nicholas le h
se fue abriendo lentamente; luego, el hombre la arrastró hasta la amplia
nte muy furioso con ella, Zara rápidamente trató d
ro, para eso estoy aquí, para escucharte. Dime, ¿qué está pasando entre ustedes dos? ¿Me estás engañando?
bia en el hombre frente a ella; así que quiso explicarse lo más pronto posible, pero las palabras no s
icholas se volvió aún más sombría; pues, no podía entender por qué ella l
ndo en ello, se acercó a ella y la amenazó con severidad: "No olvides que la cirugía de tu hermano aún está pendiente y, si haces algo que no me guste, no dudar
solo era su fuerza e impulso, sino que también era su completa debilidad. De hecho, aceptó casarse c
uerza y le dijo firmemente: "Presidente Grantham, no vaya demasiado lejos y no piense que puede hacer lo que quiere solo porque tiene poder y dine
sa y lo dejó un poco aturdido; pues, no podía siquiera creer que, la persona que t
jo: "Y, por cierto, ¿por qué estás tan enojado conmigo? ¿No sabes que soy la secretaria del sr. White? Seguir la orden de mi jefe es mi deber; así que
ímite de tiempo de su matrimonio, y ella solo lo escuchó en silencio; pero, debido a que esta era la primera vez que ella mencionaba sobre el término de su matrimonio, él se sintió
ente que ninguno interferiría en la vida profesional del otro; así que, no tienes derech
sión cambió inmediatamente después de escuchar su tono ásper
u pecho y mirándolo boquiabierta; mientras que, tras envolverla con sus brazos, Nicholas la miró atentamente y le dijo con resentimiento: "No me digas cu
ndió la mujer con firmeza, quien no dudó en seguir c
ualquier lugar que no sea tu oficina; pero, ¿por qué no me lo dijiste? ¿Qué tratas de esconder?", pregunt
ras que, Nicholas la acercó un poco más a él, bajó ligeramente su
ad; en tanto, el hombre le dijo firmemente: "Te pedí que me llamaras cuando se tra
labios de Zara; mientras tanto, ella también fue perdiendo algo de su fuerza y, el olor fresco de su colonia y