ián. Cada pista, cada pequeño detalle, parecía abrir una puerta a un mundo que ambos habí
en línea, mientras Adrián contactaba discretamente con antiguos empleados y conocidos de su familia
cano a la empresa, Adrián recibió una llamada que cambió el rumbo de t
re-. Sé lo que están buscando.
lena y Adrián se miraban, conscientes de qu
d? -preguntó Ad
dió la voz-. Pero cuidado, algunas verdades son
iendo observados y que la verdad, lejos de ser un camino cla
a antigua biblioteca que había visto mejores días. Allí, entre estanterías polvorientas, Adrián y
nte y apasionada por la arquitectura, había sido víctima de un sistema que la obligó a separarse de sus hijos. Habló d
rieran -dijo Ricardo-. Pero a veces,
cil contener las lágrimas. No solo estaban descubriendo su origen, sino q
y Adrián sabían que no podían confiar en todos, que había qu
traño. Al asomarse al pasillo, vio una figura que se retiraba rápidamente. No pudo
aba lejos de terminar y que, para encontrar la verdad, tendrían que e
e juntos, aunque prohi
de evitar, y en ese laberinto de sombras, Elena y Adrián estaban dispuestos a
entrarse en cualquier otra cosa. Desde aquella noche en la que vio la sombra en el pasillo de la oficina, su mundo s
n mediar palabra, se sentó junto a Elena en la sala de reuniones privada, el lugar donde solían
baja-. Alguien está intentando detenernos. No sé q
adrenalina. Aquella amenaza invisible parecía
e ver con la familia
en que ciertas historias nunca salgan a la lu
tinas, limitaron la información a sus más cercanos y reforzaron la seguridad
con documentos antiguos: fotografías, cartas y recortes que pintaban un retrato doloroso y complejo de Isabel. La m
sus hijos, una carta llena de amor y arrepentimiento, donde imploraba que, si
o el paso del tiempo. Se dio cuenta de que, más allá del vínculo d
ficina, Adrián tomó la mano de Elena con deli
puedo imaginar enfrentar esto sin ti. No solo po
consciente de lo prohibido que era ese sen
con sinceridad-. Y aunque la culpa nos pe
l amor, a pesar de las fronteras impuest
s de Valcourt Enterprises, las conspiraciones avanzaban. Alguien estaba decidido
idir hasta dónde estaban dispuestos a llegar por un amor que e