los farolillos teñían de colores el albero del Real, y el eco
la tradición era más impo
duros. "Alejandro, la presentación de tu compromi
suficiencia. Era la unión perfecta de
n pequeño tablao de Triana, donde una mujer
a Re
. Delante de toda la élite de
, no p
cayó sobre
io a todo por ella. A la he
dejando atrás el rostro furioso de mi
una finca ruinosa en los confines de nuestras tierras. Me prohi
la fuerza de un hombre que lo h
le susurré al oído.
asustada pero feliz. Cre
s ing
tuvo en el camino polvoriento de la finca.
frío. "He venido a ofrece
ino a Sofía, que se
la familia Vega. Cuando el niño nazca y el linaje esté asegurado,
uelo se abría
ofía con voz
a forma de tenerlo todo.
e a Sofía cuando
uchó esa palabra de mis labios
e embarazada a Is
olvía junto a Sofía oliendo a otro perfume, con el alma sucia. Ella me es
ibió. Pero f
lara. "El trato e
cama de Isabela. Nove
rar. Se quedó vac
embarazada del varón, creí qu
era el p
ía sufrió una reacción alérgica t
de dolor, me s
a vi cerca de la c
ompuesto por las lágrimas. "¡Si me odias a mí
laron de furia. No escucha
aron fuera
da en la parte más remota de la finca
fuera, jun
a, con los oj
anos temblaban. Lo encendí
mi voz sonó extraña, cruel. "¿Por
esperanza se rom
aseábamos por el jardín,
de plata. La cruz de la abuela de Sofía. La única joya de valor que tenía, su único rec
cruz?", preguntó Sofí
gustó y se la di. Tómalo como una di
rdió todo el color.
élvem
la cruz con desdén. "Es solo una
ó arrancárse
e por su segundo embarazo, soltó un grito y tropezó h
gritó, caye
dé ni un
fía con tod
olpeó con un ruido sordo y seco contra el bor
a brotar, manchan
o no l
n brazos, que sollo
ila. Ya estoy aquí. No deja
atrás ni una sola vez. Dejand