teo me esperaba a la s
ás que todo mi edificio, sonreía como si
esionaste la ot
me sonrojé un poco. "No debería
la. ¿Ce
ep
pezó e
taban más que mi alquiler de seis meses. Me hablaba de yates, de viaj
mucho los ojos. Hacía preg
s de un apartamento en el barrio de S
tio", dijo, con una mueca de asco al
s al Parque del Retiro. Tenía un ves
Nunca he visto nada igua
cho. El cazador ad
mía en la cama de sábanas de sed
os de marca que me había comprado. Creé un perfi
er que necesitaba un vestido de Chanel para
caria que abrí a nombre de una em
mbrada de Mateo. Iba de compras, a
os en cajas, coordinaba envíos y
un tratamiento de belleza y
cajar mejor en tu mundo", le dije a Mateo un día, mo
ó. "Buen
prichos", estaba pagando un máster online en una de las mejores es
amientas para destruirlo, y