zo, como sangre seca. El sabor era aún más amargo,

sión no se formó gradualmente. Explotó en la

che de la

biblioteca de

ventanas. Un fuego cr

r la feliz noticia con el resto de la familia y organizar una celebración im

o esta

. Su rostro estaba pálido como un fantasma. En sus manos,

arrancándole la

ué está haciendo?",

a silla, su cuerpo s

ena. No puedo vivi

nfundida. "

nos de lágrimas y una agonía in

ue destruyó tu aldea..

zón se

e las fugas de químicos. Sabía que estaban contaminando el río. Pero era ambicioso, quería asce

bre que me había salvado... era la causa de

nsumió la culpa. Encontrarte, traerte aquí, cuidarte... no fue caridad, Ximena. Fu

a, incapaz de proc

nuestra familia, un nombre que ha sido honorable durante cien años. Pero lo peor de todo... destruirá a Mateo. Su carrera, su futuro, s

, mirándome con una desesperación aterra

mirada intens

mena. Mátan

horrorizad

que parezca una venganza, como si un viejo enemigo de la familia hubiera regresado. Nadie sospechará de ti, la chica a la que amamos como a una hija. M

el gran Don Alejandro de la V

stro último acto de amor por nuestro hijo. Por favor

or por el hombre que me salvó chocaba con el odio por el homb

rimas corriendo por

. Se convirtió e

de Mateo en la mano, moviéndo

taba reunida. Doña Isabel me sonri

querida. Y recu

a implicación era clara y devastadora. Cada miembro de la familia me

ión te

ala del tribunal er

n odio. Me miraban con una mez

n se desvió rápidame

enenados lle

es el hijo

construida sobre la

a. Es la ejecutora de

amente. Su rostro estaba blanco como el papel. Miró sus manos, las

ando el espacio vacío donde la visión

ostro una perfecta act

terrible verdad. Pero no

ado en su propia pesadilla. La base de su mundo, la

bía protegido su futuro

e la planta eran demasiado. La oscurida

odía mori

iera la verdad comp

edaba, me lancé hacia adelante. Mateo,

evaba colgado al cuello. Un saquito de tela que yo misma hab

ranqué d

por sorpresa

vé el saquito a la boca, rompí la tela

solo hab

del Alma". Más pequeña, más oscura,

justo antes de morir, había deslizado en mi mano

instantáneo