das sobre la pobre Luna, la viuda del heredero del cár
sabía la
odos llamaban por el nombre de mi cuñ
esposo,
líder, eran idénticos. Nadie, ni si
secreto, Ricardo me había abrazado, su
ártel se hundiría en el caos. Tu hermana, Estrella, es tan inocente, tan frágil. No soportaría per
ta de mí,
tiras cuidadosamente construidas. Confi
ome de colaborar con un cártel rival. Me entregó a ellos co
abrazo de consuelo, era el abrazo de un amante. La forma en que sus dedos se enredaban en e
n, lo entendí todo. Su ambición no tenía límites
con el veneno de su engaño. Al cerrar los ojos por última ve
rias fueron
en el aire. La celebración por la victoria contra el cárte
líder, el hermano de mi esposo, h
uada, abrazar a mi hermana Estrella. Ella lloraba desconsoladam
nsoportable. Esperaban que yo me derrumbara, que llorara por
rimas en mis ojos. Solo un
iuda afligida mientras él consolidaba su poder. Acepté ser la
, sería
mi dolor, levanté la barbilla. Mi voz
a que soy viuda, debo casarme de nuevo par
rrió la habitación. Mi suegr
o la cabeza? ¡Tu es
da antes de que lo ocultara detrás de una máscara de dolor. Él pensaba que tenía
sabía
o su única conexión con el poder verdadero que regía este cártel,
arlo, c
e de nuevo. I
menzaba, y esta vez